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Después de aquella charla Hoseok salió molesto, que se supone que haría ahora, era apenas un joven ingenuo, con enojo pateó todas las piedras que se encontraba, Tae llegó a su lado y sonrió.

-E de suponer que la charla no fue amena.

Hoseok le miro muy molesto y hablo -¿Qué hacen los hombres con una mujer?

Tae tragó saliva más que nervioso, miro a sus lados -Decirlo sería difícil, tendría que mostrarle.

Hoseok se acercó a él -Vamos, muestrame.

Tae nego y solo sonrió, la charla entre ambos era más que gratificante, por otra parte dentro del palacio el emperador Jung miraba con frialdad al emperador Min, quien había llegado hace unas horas, este le sonrió mientras tomaba asiento frente suyo.

-E llegado aquí, las quejas de los imperios vecinos a llegado hasta mis oídos.

El padre de Hoseok se puso de pie, prendió un insienso e hizo una reverencia a un dios, vagamente comenzó a caminar por el gran salón.

-¿Le preocupa que su imperio se derrumbé?

Yoongi soltó una carcajada -Usted sabe que eso nunca pasará, mi gente está lista.

El padre de Hoseok se detuvo en seco, le miro por el rabillo de sus ojos contestando ante sus palabras.

-¿Qué sucederá una vez que todos se levanten en armas contra usted?

Yoongi tomo un poco del soju en su copa, acomodó su espada, en un movimiento rápido se puso de pie, ambos con una espada apuntando al cuello del otro, Yoongi sonrió, el emperador Jung era un buen oponente para él, ambos dieron una vuelta mientras seguían sosteniendo las espadas.

-Escuche que su esposa no es bendecida por los dioses.

-Escuche que tiene dos doncellas hermosas -Contradijo Yoongi.

El emperador Jung bajo su arma, la única hija que tenía era Rose de apenas doce años y Hoseok quien apenas tenía 21 años.

-Aquellas hijas de las que habla...

-Para aplacar las habladurías estaré dispuesto a tomar a una.

El emperador Jung se quedó en blanco, la emperatriz Jennie que escuchaba todo desde la puerta salió a toda prisa, sus vestidos largos no le permitían correr rápido así que hizo un esfuerzo sobre humano, una vez que encontró a Taehyung y Hoseok tomo al general llevándolo a un pabellón solitario.

-Llevate a Hoseok, nadie debe saber que él es mayor a Rosé.

-Pero mi señora, él...

-Llevatelo ahora, o el emperador Min lo llevará consigo.

Dicho esto Tae comprendió las palabras de su señora, corrió hasta uno de los establos tomando un caballo blanco, alcanzó a Hoseok en los jardines.

-Mi señor tenemos que cabalgar al Reyno vecino.

-¿De qué hablas Tae?

-Mi señor es una orden de su majestad.

-No iremos a ningún lado.

Mientras tanto en la gran sala, Yoongi y el señor Jung se disputaban por llevarse a la bella señorita que le habían mencionado al emperador.

-Dime, es tan bella como dicen.

El señor Jung se molestó y arrojo un poco de Soju en su cara.

-No te daré a ninguna.

-No quiero a Rosé, me llevaré a la mayor, y es mejor que no hullan tengo guardias hasta dónde no te imaginas.

El señor Jung se dió por vencido, tratar de proteger al heredero del reino sería en vano, con tristeza y derrota hablo.

-Prometes proteger mi tesoro pasé lo que pasé.

Yoongi bajo su arma -Le prometo dar mi vida si es necesario.

Tae se vio bloqueado por los guardias de Yoongi, al final ambos tuvieron que regresar al gran jardín, la derrota se había mostrado, el imperio Norte perdería el brillo de sol.

Dulce Corazón (Yoonseok)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora