Dulce Corazón (Yoonseok)

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Jennie vestía a Hoseok de una manera que no fueran capaces de darse cuanta que era hombre, en su cintura ató un cordón rojo y le indico.

-Solo úsalo en caso de ser necesario, no dejes que el emperador Min se entere.

Taehyung observaba como este era vestido, Hoseok se encontraba ligeramente confundido, que estaba pasando y a dónde iría, por qué Jenni y todos se veían preocupados, Jennie puso un poco de pintura roja en los labios de Hoseok, le maquillo sus mejillas y siguió hablando.

-Evita hablar con la emperatriz Lisa, a ella no le gusta que toquen sus cosas a menos que de su consentimiento.

-¿Pero a dónde iré?

Pregunto Hoseok confundido, acaso era un viaje del cuál no había regreso, dónde  dormiría, quien iría con él, y porque ella lo estaba vistiendo así, Jenni tomo las manos de Tae.

-Estas bajo tu cuidado.

Este asintió y fue junto a Hoseok, ambos entraron al gran salón, Yoongi se acercó al verlo llegar, lo miro de arriba a abajo y sonrió de lado, no era tan hermosa como su esposa, pero tal vez podría darle el heredero que estaban buscando, Hoseok fue jalado y llevado al carro real, era tan cruel no poder despedirse de su padre.

Tae lo siguió en su caballo, el padre de Hoseok solo observo como el sol del norte caia ante tal arrebato.

Los días las horas, habían pasado, Hoseok estaba cansado de esa ropa, le Rosana y le causaba incomodidad, era de noche, estaban muy lejos de su pueblo, salió de dicho carro real y con sigilo llegó hasta dónde estaba Taehyung, le sacudió hasta despertarlo y en voz baja hablo.

-Tae, ¿A dónde iremos?

El soldado, le indico que se sentará.

-No tengas miedo Hoseok, iremos al imperio del Sur.

-¿Qué haré yo ahí?

-Tienes lo que la emperatriz Jennie te dió.

Hoseok saco el frasco y se lo mostró, este tomo sus manos y prosiguió.

-Es posible que el emperador te lleve a un cuarto rojo, una vez ahí verifica si hay algo para tomar.

-Pero Tae, ¿Qué haré yo en ese lugar?

-Escuchame, si encuentras algo para tomar, vierte un poco del líquido, te ayudará con el emperador, desnudalo y corta un poco la palma de tu mano.

Hoseok no comprendía porque Tae le dicia todo eso.

-Mancha las sábanas con tu sangre, y a la mañana siguiente hazle creer que dormiste con él.

Hoseok se quedó perplejo, Tae lo llevo de nuevo al carro real sin que nadie se diera cuenta, sin embargo, Yoongi los había observado de lejos.