Dulce Corazón (Yoonseok)

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Yoongi salió del cuarto sin decir una palabra, Hoseok ya hacía recortado sobre las cobijas, su cuerpo lleno de moretones y su entrepierna llena de sangre, con sus ojos llorosos miró hacia la pared rogando por qué alguien llegara a su ayuda.

Al cuarto ingreso un temeroso Taehyung, que al ver el estado en el que se encontraba su señor no dudo en ir a su consuelo, arrodillado y con sus brazos extendidos dejo que Hoseok se refugiara en él.

-Lo siento -Dijo en voz baja- Lo siento tanto mi señor.

Hoseok lloró desconsoladamente, miro a los ojos a Taehyung y con voz firme y sin ninguna duda dijo.

-Los odio -Sus lágrimas rodaron por su bello rostro- Los odio a tí, a mi padre, a todos en especial a ese tirano maldito que no hizo más que...

No pudo terminar su frase, el llanto volvió a emergir, Taehyung lo abrazo con fuerza, observo las cobijas manchadas y se maldijo en bajo, por otra parte Yoongi entro a los apocentos de la emperatriz quien lo esperaba sentada en la orilla de la cama.

-Lo señor, su visita es una honra para mí.

Yoongi la miro detenidamente y a su mente vino la imagen del pequeño joven llorando y rogando por qué se detuviera, se acercó a Lisa y con besos apresurados la desvistió, queria borrar aquella imagen que lo perseguía como una maldita maldición, Lisa sonrió y acepto a Yoongi sin preguntar mucho.

Mientras ambos consumían su amor, la imagen del joven no salía de su cabeza, verlo llorar, verlo rogar por qué se detuviera, le encantó y más las lágrimas que rodaron por su cara.

La noche transcurrió con normalidad y el día llegó, Lisa ordenó un delicioso plato de comida para el joven que se encontraba en la habitación de los lirios, la mucama lo llevo hasta ahí, Hoseok solo estaba recargado en la pared con sus piernas abrazadas y su mirada perdida.

-La emperatriz me ha mandado a darle esto, es una preparación extranjera que solo...

-No lo quiero -Hoseok dijo sin mirarla -Comete Lo o llévatelo, pero lárgate ahora.

La mujer le miró de manera desagradable, se puso de pie marchandoce, Hoseok tiro la comida al suelo y comenzó a llorar otra vez, odiaba estar en ese palacio y más con aquella brutal vestía.