Roppongi, 20 de Julio de 1995, 10:30 A.M
Takemichi abrio los ojos sorprendido, miro a su alrededor, encontrándose en una habitación que no reconocía para nada, además, ¿Por que parecía la de un niño y era tan grande?
Estaba sentado en el suelo, rodeado de juguetes de bebe, fue cuando noto dos cosas, sus piernas, sus piernas eran cortitas, regordetas y muy tiernas a la vista, no lo podía creer, ¡Sus piernas no eran así!, levanto sus manos, las cuales ahora como sus piernas eran gorditos, y sus dedos igual.
Incrédulo se toco los cachetes, iguales, gorditos y muy tentadores a preñiscarlos, no podía ser lo que estaba pensando, ¿O si?, su pobre mente se estaba descompensando al darse cuenta en la situación en la que estaba, estaba por desesperarse, cuando una voz conocida lo sorprendido.
???: -hijo, ¿Dónde estas?, es hora de tu baño- dijo la voz de un hombre
Takemichi miro a la puerta de la habitación, por donde se asomo a una persona que amaba mucho, ese hombre, que no pasaba de los 29 años, con una mirada azulada tan parecida a la de él, cabello negro lizo a comparación suya, y una sonrisa tranquila y llena de amor dirigida a su persona.
Era Ogai Hanagaki, su padre.
Takemichi se le aguaron los ojos, un sentimiento de culpa invadió su ser, ¿Cómo olvido a su amado padre? ¿Tanto se enfoco en salvar a sus amigos que se olvido de Ogai?, sin poder evitarlo comenzó a llorar, asustando al mayor.
Takemichi: -¡Oto-san!- chillo mientras extendía sus manos hacia él
Ogai: -¡Takemichi, ¿Qué pasa?!- dijo preocupado mientras iba donde él y lo cargaba en brazos
Takemichi se aferro a su padre, se sentía mal, muy mal, se había enfocado tanto en sus amigos que se olvido de su propio padre, no se merecía ser su hijo, sobre todo cuando tubo oportunidades de poder mejorar su relación.
En la primera línea de tiempo, él se alejo de su padre, como se alejo de sus amigos, Ogai nunca tubo la culpa, no era culpa suya que su esposa Mineko se fuera con otro hombre y se encargara el solo de su hijo dejándolo sin una madre, no era su culpa no poder estar siempre con el para poder trabajar, no era su culpa que su primo Masaru lo tratara mal, cuando lo dejaba con sus Tíos al no tener a quien más dejarlo para cuidarlo, no era su culpa que nunca estuvo para consolarlo cuando era molestado por Kiyomasa, cuando el mismo alejaba a su padre cuando quería ayudarlo.
Ogai por su parte estaba preocupado, ¿Por que su adorable hijo estaba llorando de repente?, si, era muy sensible, eso lo heredo de él, pero no escucho algo que indicara que se halla golpeado, además, estaba bien cuando entro a su habitación, fue cuando entro que sus ojos se aguaron y rompió en llanto llamándolo.
Se sentó en la cama de su hijo, y lo comenzó a arrullar, dándole masajes en la espalda, besos en la cabeza rizada que tenia, herencia de su madre, y le canto una canción que le calmaba cuando comenzaba a llorar.
Takemichi poco a poco se fue calmando, solo su padre lograba calmarlo tan rápido cuando comenzaba a llorar, no sabia que estaba pasando, pero, ¡Iba a provechar su tiempo con su padre ahora! ¡Lo iba a tener más en cuenta y no se iban a alejar!
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El hermano mayor de los Haitani
Fiksi PenggemarTodos conocemos a los hermanos Haitani, Ran y Rindo, pero..... ¿Y si había otro hermano? o mejor dicho, hermanastro. Pues esta es la historia de Rui Haitani, hermano mayor de los diablos de Ran y Rindo, a pesar que para él son unos angelitos.