El hermano mayor de los Haitani

| Cuento |

Rui estaba en el cielo, esta feliz, era un gran paso.

Luego de tomar la medicina que le dio Ran, pensó que los niños se iba a ir, pero ahora estaba en la cama con Rindou esperando al mayor de los rubios que fue a su habitación a por algo.

Segun ellos, aquí era más calentito, así que sin otra opción acepto que los niños se quedaran a su lado, estaba sentado en su cama con un abrigo para abrigarse, mientras Rindou estaba a su lado usando su pecho de almohada, los dos tapados con las mantas de la cama de Rui, el cual abrazaba al menor.

Llego Ran corriendo y se subió a la cama, con unos libros que le paso a Rui, que ahora tenia a Ran a su otro lado abrazándolo y acomodándose para tener calor, el mayor los abrazo a ambos para que no tuvieran frío y los tapo mejor. 

Rui: -¿Quieren que les lea un cuento?- pregunto con los libros 

Ran y Rindou: -si- dijeron al mismo tiempo mirándolo con sus ojitos violetas

Rui sonrió contento, tomo un libro y comenzó a leer en voz alta.

Ran y Rindo abrazaron a Rui y lo escucharon leer el cuento.

Recordaban el día que lo conocieron, al estar solos por mucho tiempo, sin su padre ni una madre, el lazo entre ambos se volvió muy fuerte, las mucamas no contaban, solían aburrirse de ellas al mes y se las ingeniaban para que se fueran, y que de repente enterrarse que iban a tener un hermano mayor los tomo por sorpresa, cuando lo vieron, les gusto mucho sus ojos, eran de color plata, casi blancos, nunca habían visto ojos iguales, aparte de los de su madrastra, que eran iguales, pero al mismo tiempo para ellos eran diferentes, además de su cabello negro lizo hasta los hombros de Rui, nunca habían visto un chico con el cabello tan largo como el mayor, así que eso igual les intereso, pero fueron cuidadosos.

En el bario donde vivían había un niño de su edad con un hermanastro mayor, así que le preguntaron como era su relación, y les conto lo mal que lo trataba, así que Ran y Rindou desconfiaron de Rui por eso y le destruían las cosas.

Pero anoche, donde los tapo para que no pasaran frío y les acaricio la cabeza, para luego despertar enfermo, tomaron la decisión de confiar en él, además, querían hacer las cosas que contaban sus compañeros de clase.

Tenían compañeros de clases con hermanos mayores, y siempre contaban como estos eran divertidos y los cuidaban, ellos querían hacer eso tambien, así que hay estaban, en la cama del mayor leyendo cuentos.