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Cementerio de Tokyo, 21 de Julio de 2017, 12:00 P.M

Un lujoso auto se estaciono en la entrada del cementerio, las personas adentro se tardaron un poco en salir, pero finalmente lo hicieron, dejando ver a dos de los criminales más buscados de Japón, los hermanos Haitani.

Ran y Rindou bajaron del auto, vestían elegantes trajes negros y en sus manos llevaban muchos ramos de flores, dos de lirios, uno de rosas, una de hortensias, otra de orquídeas y por ultimo, uno de tulipanes, todas blancas.  

Ran miro a su hermano, podía notar un ligero temblor en sus manos, a pesar de los años, aun era difícil para los dos ir al cementerio, tomo una de las manos de su hermano para que se comenzara a tranquilizar, a pesar de que tambien estaba temblando.

Ran comenzó a caminar, jalando a Rindou que tenia la cabeza gacha, caminaron por las tumbas hasta llegar al final del cementerio, ninguno hablo, estuvieron en un profundo silencio hasta llegar a su destino.

Ran soltó la mano de Rindou y lo abrazo por los hombros, miraron la tumba por un rato, viendo la descripción de esta.

"Rui Haitani"

Si, era la tumba de su hermano mayor.

A sus lados había otras tumbas, siendo estas la de de Gocha Inoue, Ume Inoue, los abuelos de Rui, su madre adoptiva, Kie Inoue, y de sus dos "Tíos", Shiro Kiyoomi y Nagisa Ozaki.

Rindou apoyo su cabeza en el hombro de su hermano mayor, a pesar de que no eran familia, para ellos lo eran.

Esa noche, el 20 de Julio de 1995, perdieron a su hermano mayor, Rui, que murió debido a los golpes que Junichiro Miyazawa le dio, en ningún momento se defendió, ya que si lo hacia, los iban a lastimar, y como el hermano mayor que era, prefirió recibir golpes a que lastimaran a sus hermanitos. 

Recordaban como esos malditos se fueron, dejando a su hermano moribundo, Ran recordaba bien las ultimas palabras de Rui antes de morir, que eran que protegiera a Rindou y que se disculpaba por no poder seguir siendo su hermano.

En ese callejón, Ran y Rindou vieron a su hermano mayor morir.

Después de eso, Gosha y Ume dejaron su hogar para cuidar a los hermanos, claro que al principio no fue muy fácil, ver la muerte de Rui los dejo con un trauma muy grande, tanto que no podían ver a Ume, por sus ojos plateados, pero gracias a la paciencia de ellos, lograron poco a poco llevarse mejor.

Igual se sentían culpables, ellos igual sufrían por la muerte de su nieto, pero aun así se esforzaban por cuidarlos, y con el tiempo los vieron como sus abuelos tambien.

Kie dejo su trabajo y tambien se dedico a cuidarlos, pero se consiguió otro trabajo para mantenerse, era difícil por sus ojos y ser muy parecida a Rui, pero los hermanos poco a poco la vieron como una madre.

Nagisa y Shiro, a pesar del dolor, nunca los dejaron, cuidándolos, volviéndose sus Tíos, se hicieron la promesa de cuidar de los hermanos por Rui.

¿Y donde estaba su padre?, el nunca fue un buen padre, nunca se preocupo por ellos, cosa que enfadaba a Kie, no solo por la actitud de su esposo con sus hijos, sino tambien por su poco interés por la muerte de su hijo Rui.

Eso causo roces en el matrimonio.

Ume y Gosha se dedicaron a cuidar de los hermanos, y tal como lo hicieron con Rui, les enseñaron todo lo que podían, fue gracias a ellos que aprendieron a pelear y saber cuidarse solos, Nagisa igual les enseñaba, Shiro les ayudaba en las materias de la escuela y Kie les dio la figura materna que necesitaban.

Parecía que iba a estar todo bien, pero no lo fue.

Al año Shiro fue asesinado por la pandilla que lo acosaba, otro golpe para los hermanos.

Gosha falleció por la edad, a los meses Ume lo acompaño, otro golpe más.

Cuando eran adolescentes, cuando su padre estaba en casa, él y Kie comenzaron a discutir, algo ya normal, pero las cosas escalaron a los golpes.

Vieron como Kie, el único recuerdo que les quedaba de Rui, era asesinada por accidente por su padre, Ran y Rindou se descontrolaron y lo mataron, terminando los dos en la correccional, otro golpe para ellos.

Lo único que les quedo fue Nagisa, que nunca se fue de su lado, y aunque se unieran al mundo de las pandillas, él los siguio, incluso manchándose las manos de sangre al seguirlos a Bonten, solo para morir en un enfrentamiento contra la policía, un golpe más.

Si, la vida no fue la misma desde esa noche en que perdieron a Rui.

Luego de ver las tumbas por un rato, dejaron los ramos de flores en ellas, los lirios para sus abuelos, hortensias para Kie, orquídeas para Nagisa, tulipanes para Shiro, y por ultimo, rosas para Rui.

Se sentaron en el suelo, abrazados, viendo las tumbas de sus seres queridos.

Pero sobre todo, la de Rui.

¿Cómo reaccionaria si supiera en lo que sus hermanos se convirtieron? ¿Se pondría feliz si supiera que se tatuaron sus dibujos para recordarlo? ¿Estaría en paz luego de saber que cuando se convirtieron en ejecutivos de Bonten, mandaron a secuestras a Junichiro y lo mataron de la forma más cruel posible?

Si solo pudieron retroceder el tiempo para verlo de nuevo, pero era imposible.

???: -¡Ran, Rindou, ¿Dónde estan?!- se escucho un grito

Los hermanos se sobresaltaron, esa voz, aunque cambiada, la reconocieron, ¿Cuántas veces la escucharon en sus recuerdos? ¿Cuántas veces la escucharon en sus sueños?

Ambos se miraron, con los ojos abiertos, sudando frío, y ahogaron un grito se sorpresa al ver sus cuellos, ese tatuaje de Bonten habia...

???: -¡Chicos por favor, todos estamos preocupados por ustedes!- esa voz se acercaba 

Casi al mismo tiempo, voltearon a las tumbas y se pusieron en blanco al no ver ni las tumbas ni los ramos de flores que habían puesto, se pararon algo asustados, ¿Era un sueño? ¿Qué pasaba?

Escucharon el sonido de ¿Unos tacones?, poco a poco se dieron la vuelta, donde lo vieron.

Ran: -Ru-Rui- dijo siendo apenas un susurro

Rindou: -pe-pero- dijo algo asustado

Rui Haitani estaba delante de ellos, mirándolos entre una combinación de enojo y alivio, pero no parecía tener 14 años, se veía mayor, muy mayor, tal vez tenia 36 años.

Rui: -hasta que los encuentro, los anduve buscando todo el santo día, ¿Por que salieron sin avisar?- dijo con tono de regaño -¿Y por que estan en el cementerio?- quiso saber 

Los hermanos no lo dudaron, se lanzaron a abrazarlo, no les importaba si era una mala jugada de su mente, un fantasma o una ilusión creada por una broma de Sanzu de poner drogas en sus bebidas, solo deseaban abrazarlo.

Y cuando lo abrazaron y vieron que era de carne y hueso, se pusieron a llorar, a pesar de haber visto como moría, ¡Estaba ahora delante de ellos! ¡Vivo!

Los tres cayeron al suelo, Ran y Rindou se acurrucaron en el pecho de Rui, escuchando sus latidos, de verdad, estaba vivo.

Fue cuando sintieron un fuerte pinchazo en sus cabezas, mejor dicho, en su cerebro, de repente miles de imagines pasaron por su cerebro, recuerdos.

Fue tanto, junto a un fuerte dolor de cabeza, que terminaron desmayándose.

Creme Ran, Rindou, si se puede retroceder el tiempo.

 O mejor dicho viajar en él.

El hermano mayor de los HaitaniDonde viven las historias. Descúbrelo ahora