El comienzo de lo nuestro.

189 30 6
                                    


Lan WangJi debía lucir bien, no quería dar una mala impresión con su estatus actual. Aunque se encontraba nervioso, es la primera vez que va a conversar con alguien por su cuenta que no es Taiyō.

Una voz lo alentó. —Cálmate WangJi, todo saldrá bien. —esas palabras fueron recordadas otra vez. Era un recuerdo de su hermano cuando aun permanecían juntos a donde sea que vayan y este le palmeaba la cabeza debido a su baja estatura en ese entonces.
Esa frase fue dicha cuando Xichen postuló para ser el próximo Dios del Sol. Nadie se imaginaba que su hermano pequeño estaría mas nervioso que el.

Era un puesto digno de el, quien más que su hermano estaba capacitado para ese lugar? Nadie ni el mismo... Aún conserva ese pensamiento.

Ahora tenia una mirada vacia y llena de nostalgia, ojalá todo hubiera seguido igual que antes, su hermano gobernando el propio Sol y el apoyándolo.
Lastimosamente no fue así, Xichen fue hostigado de peticiones de matrimonio incluso por sus propios familiares. Lan WangJi era consciente de eso, no sabía como ayudar, sabe cuanto se esforzó para lograrlo pero sin embargo el cargo no fue como lo pensó.

—¿Donde estarás ahora? ¿Estás feliz, hermano? —quisiera que el le respondiera pero el un día solo desapareció. El pensó que definitivamente su hermano no haría algo asi a menos que realmente estuviera agobiado. Lan WangJi aun tiene la esperanza de que regresará y que solo se escapó para poder decidir e incluso vuelva con una pareja...

Primero se fueron sus padres quienes casi nunca veía, luego su hermano, ahora su tío lo comprometió a la fuerza. "¿Mí familia es realmente una familia unida?"

Si se casa tendrá otra oportunidad, tendrá una oportunidad de reescribir la parte familiar de los Lan.

Podría formar su propia familia y darles lo que el no tuvo, darles el derecho a decidir su futuro.

Si le dijera esto a alguien de seguro le responderían "Tuvo tantas cosas pero sin embargo se fija en lo que no tuvo." O tal vez piensa demasiado.

¿Cuanto tiempo había pasado meditando consigo mismo? Debía irse ya estaba anocheciendo no queria desperdiciar tiempo.

(...)

En el Palacio de La Luna.

Wei Wuxian se encontraba dando suaves giros con sus túnicas envueltas en joyas las cuales resonaban con cada paso.

Fue entonces cuando un escalofrío le recorrió la espalda.
Alguien lo observaba directamente donde sintió esto antes? —Fue... Cuando fui a por Suibian. Es lo que senti cuando Lan WangJi me miró a los ojos. ¿Que haría aqui Lan WangJi? ¿Wei Ying que estas pensando? ¡Estoy interrumpiendo mi danza por algo asi! —inmediatamente salió de sus pensamientos y siguió danzando.

(...)

Lan WangJi no le podía quitar los ojos de encima. Era algo nuevo. Nunca imaginó que La Diosa de la Luna despertara a la Luna bailando por su Palacio.

Intentó mirar a otro lado, ya se estaba sobrepasando no podía mirar a una mujer asi por que si, en especial a una Diosa. ¿Donde esta su educación? ¿¡Que hacía mirando el movimiento de caderas de Wei Wuxian!? De inmediato sus orejas se pusieron coloradas.
Le dió mucha nostalgia aquella sensación, hace mucho que no siente vergüenza desde que era pequeño con las bromas de su hermano mayor.

Mostrar sus sentimientos tan abiertamente no era lo suyo.

Al parecer no era una piedra como todos dicen. Aún conserva su humanidad.

De inmediato fue hacia la entrada del Palacio arrepintiendose de lo que acaba de hacer.

Las Armas Humanizadas que vigilaban el Palacio intentaron dar la mejor impresión posible. Vino un Dios, y no cualquiera sino Lan WangJi, de seguro vino a por una nueva Arma o eso es lo que pensaban.

Los Dioses del Sol y La Luna | WangXianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora