Kun se retiró un rato después de aquella conversación, dejando a un Renjun pensativo, además con un día libre, puesto que Kun, le permitió no presentarse a trabajar este día.
Eso le dio tiempo de tomar un baño, ordenar la casa y escoger su atuendo.
Pasó mucho tiempo desde la última vez que se arregló para una cita, la verdad, Renjun sentía que no tenía idea de nada. Su única experiencia en la vida fue Mark. No hubo nadie antes, ni nadie después hasta este momento. Aquello le hacía temblar como adolescente hormonal e inexperto.
Jaemin por su parte tampoco tenía mucha idea, es decir, en caso de que algo más candente sucediera, ¿Qué haría?, ¿Se pondría muy nervioso?, es cierto que en su casa supo tomar el control de la situación, pero no era él, sino su lobo quien lo había hecho, eran dos lobos en pleno apareamiento. No dos humanos haciendo el amor.
No vivía ese sentimiento en años, ya hasta había perdido la cuenta del tiempo que llevaba sin sexo. Sin un contacto íntimo estrecho. Incluso parecía un puberto que estaba a punto de tener su primera vez. Se río de sí mismo por esa razón.
Recordó con claridad los ojos color celeste cristal del lobo omega, la forma en que esos orbes lo observaron mientras lo llevaba al clímax. Esa piel brillando por las gotitas de sudor, sus labios rojizos. Renjun le pareció una completa belleza. Diferente a todas, durante la cena, al estar cerca, alcanzó a ver una hermosa marca de nacimiento en el dorso de la mano.
Pensó también en su cuerpo, blanquecino, el torso descubierto, no tenía abdominales, ni una figura demasiado afeminada, era perfecto y a la vez normal.
Jaemin bajó la mirada hacia sus pantalones, algo comenzaba a tomar volumen por debajo de ellos, y sería peor si no dejaba de pensar en el omega.
Suspiro y se dedicó a preparar sus cosas para irse al trabajo.
[Más tarde; 19:30 hs]
Renjun se vistió casual, jeans azules con una camiseta blanca a juego. Mientras esperaba que la hora se acerque decidió tomar un supresor, no podía olvidar que aún estaba en celo.
Su celular vibró en el bolsillo del pantalón, la sonrisa que cargaba se desvaneció tras leer el nombre del remitente. Su futuro ex esposo le llamaba otra vez.
― Hola.
Una respuesta seca salió de sus labios.
― Hola, Ren...
Mark sonaba desanimado, por dentro su lobo sintió tristeza, pero no podía permitirse flaquear.
― ¿Qué quieres? ― habló rápido.
― Saber de ti, ¿Qué más querría? No me gusta que estemos enojados. ― suspiró.
― A mí tampoco, Mark... ― miró la hora en el reloj de la pared. ― Tengo que salir.
Dudo en decirle otra cosa, de cualquier modo, en verdad tenía que irse.
― ¿A dónde? ― preguntó, su tono de voz sonó más agresivo.
― ...El gerente me invitó a cenar para cerrar el trato con Kun's food, así que mi jefe quiere que vaya. ― Usó la mejor mentira que se le ocurrió, aunque sí saldría con un gerente.
― ¿Por qué a cenar? Los tratos se pueden cerrar de muchas formas. ― Era un hecho, Mark sonaba disgustado.
― S-Si, lo sé, tú lo has dicho, y este gerente eligió cerrarlo así. ― Miró de reojo su reloj. ― Ya, tengo que irme. Adiós.
Cortó el teléfono sin dejarle decir más nada. Por esta noche el móvil permanecería en silencio, al llegar a la cita procuraría tenerlo apagado.
Cerró la puerta con llave y se dirigió en su auto al punto de encuentro. Un rato más tarde estacionó el vehículo en el aparcamiento correspondiente. Observó el teléfono, sonriendo al encontrar una notificación de Jaemin.
"Tu tan sin novio y yo bonito, oh así no era xD"
Su risa hizo el ambiente más agradable.
"¿Qué acaso nunca le coqueteaste a alguien? Esfuérzate y mejoraras".
Respondió al mensaje.
"La verdad no, nadie me despertaba las ganas de coquetear".
Ren mordió su labio inferior.
"¿Y yo sí? Que halago"
Río esperando una respuesta del alfa.
"Claro, ¡Hey! Bonito, levanta la mirada, ojitos de cristal"
Renjun alzó el rostro obediente, divisando al alfa que se acercaba a él. Espero a que llegará y se dejó saludar con un beso en la mejilla. Jaemin adoptó ese gesto como nuevo modo de comunicación y el omega se lo permitía.
― Te ves hermoso. ― Halago sonriendo.
― Gracias... tú también... ― sus mejillas se tornaron rojizas.
― ¿Vamos?
Jaemin extendió su mano al más bajo, quien dudó un instante y acabó tomándola. Sintiendo agrado por el modo en que sus manos encajaban. Na tenía las manos pequeñas, pero fuertes y robustas, Huang en cambio, poseía bellas manos delgadas, grandes sí, pero delicadas. Ambas extremidades encastraban como si fueran hechas la una para la otra.
El alfa llevó a su acompañante en una extensa caminata por la playa, a esa hora el lugar se hallaba tranquilo, unas pocas personas andaban por allí, pero todos estaban metidos en sus asuntos, cosa que agradecía de sobremanera.
Caminaron por un rato más, usando el momento para hacerse cualquier tipo de preguntas random. Minutos después llegaron a la zona del puerto. Justo en la entrada.
― Necesito que confíes en mí y me permitas cubrir tus ojos. ― Le enseñó una venda negra.
― Confiare en ti.
Renjun asintió, algo nervioso. Cuando estuvo vendado respiró y se dejó guiar por el alfa.
Jaemin ayudó al omega, para que pudiera seguir sus pasos. Le guío por una plataforma, luego un escalón y por fin un suelo estable.
― ¿Listo? ― pregunto, recibiendo el asentimiento de su acompañante.
Se colocó detrás del pálido y retiró la venda. Enseñándole el interior del hermoso yate donde estaban parados, y una mesa preparada en el exterior.
― Quería algo neutral, a la vez, paso tiempo desde la última vez que usé el yate. Aquí no debemos preocuparnos de que alguien nos vea. Ojalá te guste.
Sonrió, esperando su respuesta con ansias.
― Me encanta... ¿Podemos apagar los celulares?
Pidió sonriendo. Esta noche no deseaba pensar en nada más que no fuera el alfa frente a él.
― Claro, tus deseos son órdenes.
Tomo ambos móviles y los apago, dejando los aparatos en el camarote. Sujeto la mano de Renjun, indicando que se acercara. El omega movió sus pies con torpeza. En un tropiezo que lo dejó a centímetros de Jaemin, con sus rostros cerca, de una forma demasiado íntima.
ESTÁS LEYENDO
𝙸𝙽𝙵𝙸𝙳𝙴𝙻𝙸𝙳𝙰𝙳 | ♡ 𝙹𝚊𝚎𝚖𝚓𝚞𝚗 ♡
FanfictionTras descubrir que su amado esposo le era infiel con un omega llamado Haechan, Renjun decidió enfrentar al amante en su hogar, sin imaginar que terminaría en la cama con Jaemin, el sexy esposo de Haechan. "Bendito sea el día que viniste a mi puerta...