Renjun sintió mucha curiosidad, más ahora incluso de lo que antes había pensado. Acarició el rostro de Jaemin con su mano libre. Queriendo compadecerse de su dolor.
― ¿Por qué te quedaste si él no tenía nada para ti? ― Consulto dudoso.
― Creí que si me esforzaba se fijaría en mí, pero ya ves, soy un alfa rechazado, ni siquiera su lobo intentó tratar con él mío. ― Suspiró, agotado.
― Lo siento, es algo horrible, todos merecemos un poco de amor. ― habló despacio, desprendiendo el aroma a vainillas que sabía, podía ayudar a su compañero de dolores.
― Tu también mereces amor, no te engañes bonito omega ― Jaemin se subió sobre el cuerpo ajeno, cuidadoso de no aplastarlo, tomó su mano suelta y la entrelazo con la suya, subiendo ambas manos juntas a los lados de su cabeza.
― ¿Yo, me engañó? ― él omega estaba confundido.
― Puedo ver que una parte de ti aún quiere ser fiel a tu primer alfa, eres quien más está sufriendo de los dos. ― susurró sobre sus labios. ― Mi matrimonio nunca existió, nunca fui amado, en cambio tú, apostaste todo por alguien que está jugando contigo. ― una sonrisa amarga surco sus labios, Jaemin se mordió el labio inferior. ― Daría lo que fuera por alguien que me ame con esa devoción.
Lágrimas cristalinas rodaron cuesta abajo en sus coloreadas mejillas, Renjun sentía mucho dolor, ¿Cómo el hombre de sus sueños pudo hacerle esto? ¿Qué podría hacer en una vida sin Lee Mark? Y porque.... ahora el hombre que amaba le daba miedo.
Su corazón latía rápido en cada llamada, su pequeño lobo interior temblaba con la cola entre las patas al oír sus gruñidos cruentos.
Esto era Renjun, en esto Mark lo convirtió. Ya no era más un lobo libre, se daba cuenta que temblaba ante la sola idea de mentir, no entendía como la voz salía tan estable mientras su cuerpo entero temblaba de ansiedad. Se perdió por completo, hecho un lobo obediente y sumiso. Doblegado a cumplir por unas simples caricias en la cabeza.
Renjun lloró como un cachorro sin consuelo, Jaemin se dio cuenta en el reflejo de sus lágrimas que esas palabras pesaban como el plomo. Beso cada lágrima caída y lo abrazo, dándole seguridad entre sus brazos fuertes. Renjun se dejó abrazar, necesitado de ese afecto genuino que era muy diferente a la dominación.
― P-Perdón, no quería...l-lastimarte. ― rogó Jaemin con la voz quebradiza.
― N-No lo h-hiciste. ― contestó el rubio con la poca fuerza que reunió.
― Tus bellos ojos de cristal se empañaron por mi culpa, debía hacer que la pases bien, no hacerte llorar. ― hundió el rostro en el hueco entre el cuello y el hombro. Sintiéndose culpable.
Impregnando su aroma a café con la vainilla tan dulce y triste.
― La pasé muy bien contigo. ― los finos dígitos dieron caricias placenteras a los azules cabellos del más alto. ― Pero tienes razón, me convertí en el perro faldero de alguien más ― mordió su labio inferior. ― Estoy llorando porque me perdí a mi mismo... Lloró porque perdí la libertad que tanto busqué.
Suele suceder, como un hechizo invisible, que cuando amas a alguien de manera tan devota te pierdes a ti mismo, y esa persona merecedora de tu entrega tiene dos opciones, llevarte hacia ti o encerrarte en él. Renjun por fin entendió que estaba encerrado en Mark.
Jaemin levantó el rostro, dejando un suave beso en los labios del mayor. Miró sus ojos y le hizo sonreír, ambas miradas brillaron por un instante.
― ¿Sabes? No quiero que seamos de esos amantes que tienen sexo...quiero que seamos amantes que hacen el amor. ― Renjun se animó a expresarse por completo.
― Me gusta, pero, no tenemos que hacerlo aún si no estás listo, todo esto nos sobrepasa y tal vez... ― Ahora Jaemin fue enmudecido por los labios de Renjun.
― Hagamos un trato... ― propuso el omega.
― ¿Cuál? ― Lo escuchó atento.
― Besemos nuestras heridas Jaemin, es algo en lo que encontramos satisfacción, y... además, quiero entregarme cuando mi celo termine, quiero ser yo quien decida darte mi cuerpo, no mi lobo...Ya cometí ese error una vez, ¿Crees que...funcionará?.
Recibió otro beso en lugar de palabras. Caricias en la cintura en lugar de respuestas. Una breve pausa para respirar fue el momento preciso.
― Trato hecho... Si esto que sentimos no es un impulso seré capaz de respetarte tanto tiempo como desees...― beso sus labios nuevamente.
Ese contacto, sutil pero estremecedor. Las manos explorándose ansiosas, los lobos insatisfechos bajo la luz de la luna, frustrados por no encontrarse otra vez. Entendiendo que ellos no siempre tomarían la decisión, aún que quizás esta vez tuvieran razón, en un mundo donde se rigen por sus animales, los humanos querían ser eso, simples humanos descubriendo lo incierto.
Luego de una extensa y caliente sesión de besos, Renjun comenzó a sudar, así también a respirar de una manera irregular.
― ¿D-Donde está el baño? ― preguntó apresurado.
― ¿Estás bien?
No lo estaba, pero esa pregunta era un reflejo natural de preocupación.
― El celo, tengo fiebre. ― Renjun suspiro. Odiaba los calores tan intensos y el sudor.
― Tranquilo, te ayudaré, solo hazme caso ¿Si?
El omega asintió, casi al borde de empezar a delirar. Jaemin lo ayudó a levantarse y cargó en brazos al omega hasta la tina del baño. Una ducha con agua fresca le ayudó a sentirse mejor, mientras el líquido relajaba su cuerpo, Jaemin cambió las sábanas en la cama, que ya estaban algo manchadas. Busco una bata y se la ofreció a Renjun para salir de la ducha.
Algunos paños fríos en la frente y un supresor bastaron para que Renjun se sintiera mejor.
― Vamos a dormir, es mejor que descanses. ― murmuró Jaemin, en un tono tan suave que hacía a su acompañante sentirse relajado.
Renjun dejó que, por segunda vez que Jaemin lo abrazara por la cintura. Cerrando los ojos con él, cayendo rendidos al sueño.
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𝙸𝙽𝙵𝙸𝙳𝙴𝙻𝙸𝙳𝙰𝙳 | ♡ 𝙹𝚊𝚎𝚖𝚓𝚞𝚗 ♡
FanficTras descubrir que su amado esposo le era infiel con un omega llamado Haechan, Renjun decidió enfrentar al amante en su hogar, sin imaginar que terminaría en la cama con Jaemin, el sexy esposo de Haechan. "Bendito sea el día que viniste a mi puerta...