𝙲𝚊𝚙í𝚝𝚞𝚕𝚘 𝟹𝟾

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El alfa camino de un lado al otro, respirando profundo, de manera que pudiera calmarse, Renjun lo seguía con la mirada, inquieto, moviendo los pies sobre el suelo.

― Salgamos de aquí cuanto antes, no sabemos cuánto va a tardar en salir, ― habló por fin, envolviendo al omega en sus brazos.

― Si, es mejor, pagaremos algún hotel mientras nos establecemos. ― pensó Renjun en voz alta.

― Deben ser cuidadosos, es mejor si no usan ninguna tarjeta, para evitar que los rastreen. ― opinó Lucas.

La idea del alfa era buena, lo único que les faltaba era ser perseguidos por sus movimientos con la tarjeta, como en las películas donde esa es la primera alternativa para encontrar al personaje que está huyendo.

― Tengo ahorros en efectivo, ― aviso Renjun.

― También tengo los míos, ― secundo Jaemin, ― si los unimos tendremos lo suficiente para estar seguros hasta que se asiente el negocio.

La pareja respiro, el plan parecía no tener fallas.

[...]

Por la tarde, los dos fueron a la casa que compartían, armaron unos bolsos y fueron a casa de los los alfas, ellos querían que se hospedaran ahí hasta el momento de irse. Haechan inclusive fue hospedado con ellos por insistencia de Renjun.

La convivencia resulto tranquila, sin noticias de las personas a las que tanto intentaban evitar, quitando las circunstancias que los hacían estar ahí, daba la impresión de ser una velada normal entre amigos.

En la madrugada, Renjun despertó varias veces, no pudiendo dormir debido a la ansiedad. Beso con cuidado la mejilla de su alfa, quien al menos consiguió quedarse dormido. Se levantó despacio y camino a la cocina.

Tomo un vaso de agua, mirando a la ventana, sonriendo de forma boba al imaginar su nueva vida. Una mano le toco el hombro, haciendo que se sobresalte un poco.

― Perdón, no quería asustarte hyung. ― susurró el omega menor.

― Esta bien, no pasó nada. ― habló Renjun, un poco más relajado.

― ¿No puedes dormir? Yo tampoco, estoy pensando mucho, ― tomo asiento a su lado.

― ¿En qué piensas? ― preguntó el mayor, desviando la conversación.

― En mis planes, y en quien soy, ― sonrió mirando a su mayor.

― Cierto, tú también harás una nueva vida cuando todo acabe, ― sonrió, olvidando los problemas por un rato.

― Eso creo, hay demasiadas cosas que quiero hacer, establecerme en Busan, hacerme tatuajes, no lo sé, incluso quiero conocerme a mí mismo.

― Me intriga, ¿Cómo que conocerte? ― lo observó.

― Saber que me gusta, que no, aún hay algo que no he confirmado. ― río en voz baja.

― ¿Qué es? ― ladeo la cabeza, sin comprender.

― Yo...Creo que me gustan los omegas, ― sus mejillas se tiñeron de un suave rojizo, apenas perceptible por el brillo de la luna.

― Eso es lindo, ¿Cómo piensas que lo confirmaras? ― sonrió.

Haechan acarició su mejilla de Renjun, seguido de eso beso sus labios, un beso pausado, ni muy rápido ni muy lento, cerrando los ojos, percibiendo por primera y última vez esos pequeños labios rosados. Renjun puso su mano en el pecho del menor y lo empujó.

― Ya lo confirmé, ― Haechan se mordió el labio inferior, aun degustando el sabor de esos belfos. ― Espero no me mates, se lo que sientes por Jaemin, y no es mi idea causar problemas. Solo... Pensaré que siento algo muy bonito, nada más.

Sus palabras reconfortaron a Renjun, le alegraba saber aquello y le daba un poco de tristeza al mismo tiempo.

― No te preocupes por lo que pasó, será nuestro secreto. ― desvió la mirada.

― De acuerdo, espero seas muy feliz. ― murmuró el mayor.

― Lo mismo para ti, ojalá todo acabe pronto. ― pidió, rogando que alguna entidad divina lo escuchara.

― Eso espero, mientras tanto deberíamos dormir. ― Renjun bostezo.

Ambos se despidieron, el omega mayor volvió a su habitación temporal, Jaemin aun dormía, era como un pequeño bebé, el mismo se removió en la cama, como buscando a alguien, sonidos de cachorro angustiado salieron de sus labios, enterneciendo al omega por completo.

Subió a la cama, y se abrazó al alfa, quien sin abrir los ojos abrazo su cintura, hundiendo la nariz en su cuello. Ese aroma a vainillas lo calmaba mucho.

La pareja logró concebir el sueño, juntos y abrazados.

[...]

Los rayos del sol fueron invadiendo la habitación, Renjun levantó los parpados, cansado y adormilado.

Miro de reojo a su pareja, eso le recordó algo que había estado ignorando todo este tiempo. La marca en su cuello desaparecía más con el paso de los días, pronto dejaría de existir y eso le suponía un estado vulnerable otra vez.

La diferencia es que ahora estaba listo para dar ese paso tan importante que estuvo evadiendo. Lejos de todo peligro, deseaba con todo el corazón que su alfa lo reclamara como su omega, y sellar su unión para siempre.

― Buenos días, ― Jaemin sonrió hacia el pensativo omega.

― Buenos días Jaeminie, ― lo besó, ― Estuve pensando en algo. ― le sonrió.

― ¿Así? ¿En qué? ― el alfa dejó besos por todo su cuello.

― Quiero que me marques, ― expreso su deseo sin rodeo alguno.

― ¿De verdad? ― pregunto, a lo que Renjun asintió en modo de respuesta.

― Es lo que más deseo en este momento, unirme a ti por completo, sentir tus emociones, saber cuándo me extrañas o si te sientes nervioso, tal vez no seamos almas gemelas, pero nuestro corazón lleva escrito el nombre del otro, porque somos uno solo, ― le beso la frente.

Jaemin hizo su sonrisa más grande, perdiendo por completo el campo de visión. Era un alfa bastante sensible, de nueva cuenta quería abrazar a su omega y ponerse a llorar.

Revisó el sitio de la marca, por fin la marca de su historia anterior se iría para siempre.

― Dime si te duele mucho, seré cuidadoso, ― avisó, recibiendo el asentimiento de Renjun.

Depósito un pequeño beso en la zona, de a poco, sus colmillos se enterraron en la piel. Renjun soltó pequeños jadeos, disfrutando y aguantando las sensaciones que se combinaban. Se relajó cuando el ardor llegó a sus sentidos, señal de que los colmillos entraron por completo.

Jaemin quitó los colmillos y lamió las marquitas, dejando esa zona limpia. Sonrió, ahora le tocaba sentir a él. Un ligero ardor apareció en su cuello. Dos puntos en la piel se pusieron rojos, por fin Huang Renjun y Na Jaemin se pertenecían mutuamente. Eran un solo corazón.



𝙸𝙽𝙵𝙸𝙳𝙴𝙻𝙸𝙳𝙰𝙳 | ♡ 𝙹𝚊𝚎𝚖𝚓𝚞𝚗 ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora