𝙲𝚊𝚙í𝚝𝚞𝚕𝚘 𝟷𝟷

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El sol no llegó en la mañana, solo nubes grises cubrían el cielo, aquello podía notarse en la poca luz que llegaba al camarote. Jaemin y Renjun aún estaban ahí dormidos, demostrando que las emociones pueden dejarte agotado.

En alguna parte del barco vibró el celular de Renjun, incluso el móvil del alfa sonó. Intentaban ser localizados por sus parejas. Sin efecto alguno por supuesto. El omega bostezo, estirando un poco su cuerpo.

Sonrió aliviado cuando divisó a cierto alfa menor junto a él. Besó su mejilla y se acurruco en el pecho, riendo al ser aprisionado entre los brazos de Jaemin.

― buenos días precioso. ― saludo el alfa besando su frente.

― Buenas, Jaeminie, ¿Dormiste bien? ― preguntó de una forma muy tierna, agregando pucheros al final de cada oración, su voz algo profunda le otorgaba un encanto especial, ya que se volvía muy infantil.

― Me matarás de ternura ― río apretando sus mejillas. ― Pero si, dormí muy bien ¿y tú?

― También ― respondió el omega quitando las manos del otro sobre su rostro. ― Llevamos dos noches durmiendo juntos, ya se nos hará costumbre.

Sus mejillas tomaron un leve color carmín.

― Cierto, ¿Qué haré cuando no pueda abrazarte? ― Jaemin hizo un adorable puchero.

― No sé, tal vez no sea por mucho tiempo. ― habló sorprendiendo al alfa.

― ¿Cómo así? ― lo observó arqueando una ceja.

― Quería esperar más para hablar de esto, pero le pediré un tiempo a Mark cuando regrese, luego me mentalizare para pedir el divorcio. ― murmuró.

La verdad, para ser honestos Renjun tenía miedo de que sus planes se estropeen. Es bien sabido que los omegas no pueden acceder al divorcio exprés, no como los alfas que pueden pagar por él y librarse de una pareja no deseada. En cambio, los omegas necesitaban el consentimiento del alfa, de lo contrario si el omega quería divorciarse y el alfa no, no había respaldo legal para el omega.

Eso era algo que le preocupaba mucho, ¿Qué tal si Mark no lo aceptaba y le obligaba a seguir casado? Buscó refugió en los brazos de Jaemin mientras pensaba en eso. El alfa acaricio su espalda con suavidad.

― Ojalá que todo salga bien, por mi parte, firmaré en cuanto Haechan me tire los papeles en la cara. ― se río por su propio comentario.

Renjun río con él. Acariciando su rostro. Embelesado con la bella y masculina imagen, ayer no lo había notado, el alfa se puso ropa más cómoda que se ajustaba su cuerpo, dándole una figura musculosa, su rostro no era para menos. Tenía rastros delicados pero masculinos y marcados. Se imaginó a Jaemin con un tono negro, que acentuará el color de su piel. Le parecía encantador.

― ¿En qué estás pensando? ― sonrió mirando a Huang.

― El cabello negro se te vería muy sexy. ― contestó recibiendo cosquillas por parte del contrario.

― ¿Así? ― alzó una ceja, el omega asintió sonriendo. ― Lo haré, si te tiñes el cabello de rosado.

― ¿Rosado? ― Renjun frunció el entrecejo confundido.

― Si, el color rosado hará que tu piel se vea más hermosa de lo que ya es.

Entonces Renjun entendió, si quería ver a Jaemin con un color diferente él también debería cambiar el suyo. Dicho así no sonaba tan mal, un cambio de look siempre venía bien en un momento de tristeza donde necesitaba distracción.

― Que así sea, cambiaremos nuestro color de cabello, luego iremos a cenar a un restaurante de brochetas de cordero para estrenar los nuevos looks. ― sonrió complacido por su idea.

― Lo que tú quieras bonito.

Jaemin lo haría con tal de ver al omega feliz. Le gustaba la idea de hacer algo por y para él.

La pareja procedió a desayunar con un poco de café, preparando sus mentes para afrontar la vida diaria otra vez. Volver a sus rutinas y la peor parte, tomar sus teléfonos. No quedaba otra opción.

Tras acabar el desayuno y limpiar, Jaemin sacó los teléfonos del escondite donde los tenía. Ambos revisaron cada móvil, inundado de llamadas y mensajes.

Renjun se sintió mejor cuando vio los textos de Kun, ansioso por saber cómo le fue, pero su rostro cambió a uno de preocupación cuando leyó la sucesión de mensajes más abajo.

― ¿Qué pasó? ― preguntó Jaemin desconcertado.

― Kun gege y Ten gege pasaron la noche en el hospital con Lucas, parece que su pierna no mejoró, dicen que ahora está con un yeso y no le dejarán moverse de ahí hasta que el hueso realmente empiece a soldarse. ― habló entre pucheros.

― Ya veo, si quieres puedo acompañarte hasta allá. ― sugirió Jaemin, no quería dejarlo solo.

― ¿De verdad? No es necesario si estás ocupado, no me gustaría retrasarte.

Jaemin abrazo su cintura, dándole confort.

― Tu eres mi nueva prioridad, la pastelería estará bien si faltó un día, mi hermano Jaehyun se ocupará de todo. ― le guiño un ojo, acto seguido tomó el celular y le marcó a su hermano.

El alfa atendió y captó las órdenes de Jaemin con rapidez. Jaemin terminó la llamada y miró a Renjun.

― Listo, ahora podemos irnos.

Tomó su mano tal como cuando llegaron, en el camino de la playa recordaron que vinieron en autos diferentes. Por lo que decidieron usar solo el auto de Jaemin, ya que Renjun estaba algo cansado todavía.

Esta pequeña ayuda era algo grande para el pálido, se sentía bien tener a alguien tan cerca, preocupándose por él.

Todo el trayecto hasta el hospital se hizo corto, Kun les brindó las indicaciones suficientes para poder llegar. Una vez allí entraron a la recepción y fue Renjun quien preguntó por el paciente Wong. Con la información de la recepcionista se pararon frente al ascensor.

Apenas llegó la gran caja metálica subieron en ella, presionando el botón del piso siete. La subida fue bien hasta el piso tres, cuando el ascensor tambaleó y se detuvo de repente.

Jaemin presionó los botones para abrir las puertas, e incluso el piso anterior al suyo, pero nada funcionó. Golpeó la puerta metálica con frustración.

El omega jaló su camiseta, llamando su completa atención.

― ¿Qué pasa? ― cuestionó al darse cuenta que el omega se encontraba hiperventilándose, hecho un manojo de nervios.

― No me gustan los espacios cerrados. ― se dejó caer hacia atrás, tomando asiento en el suelo, abrumado.

― ¡Renjun! ― el alfa se acercó, moviendo su mano como un abanico para darle aire.

Acto siguiente masajeo el costado de su cuello, muy cerca de la vena donde podía sentir el pulso. Buscando calmar su taquicardia con los masajes.

¿Quién sabe cuánto tiempo pasarían ahí esperando a que alguien los asista...


𝙸𝙽𝙵𝙸𝙳𝙴𝙻𝙸𝙳𝙰𝙳 | ♡ 𝙹𝚊𝚎𝚖𝚓𝚞𝚗 ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora