𝙲𝚊𝚙í𝚝𝚞𝚕𝚘 𝟷𝟽

561 70 24
                                    

El doctor examinó a Jaemin, nada de otro mundo, estudios de sangre, alguna tomografía y pequeñas observaciones de rutina. Los resultados arrojados por el examen de sangre eran más importantes que lo demás. Kun por su parte hizo todo lo que estuvo en sus manos para localizar a Mark, alfa que por desgracia no daba señales de vida.

― En ausencia del esposo solo me queda hablar con ustedes. comentó el especialista.

― Díganos doctor ¿Qué resultados encontró? ― pregunto Kun, muriendo de curiosidad.

― Me tomé el atrevimiento de pedir su historial clínico a unos colegas del hospital central de Busan, al cotejar los resultados del último examen de sangre con el más reciente noté algo sorprendente. ― los observó y prosiguió, ― El hemograma hecho a partir de este examen indica que la saturación y segregación de feromonas aumentó un cincuenta por ciento en comparación a su estudio anterior donde su frecuencia era realmente baja.

Cabe aclarar que ninguno de los dos alfas comprendía tantos términos médicos.

― ¿Eso es bueno? ― consulto Jaemin.

― Lo es, significa que su lobo encontró a su otra mitad y ahora está más llenó de vida. ― sonrió.

Las palabras del médico tranquilizaron a Jaemin, tanto como a Kun. Ahora solo faltaba una cosa. Y esa tenían que arreglarla con el omega.

― Doctor ¿Podemos ver a Renjun? el alfa más joven le miró expectante.

No tardó en recibir un asentimiento del mayor. Los dos se encaminaron hacia la habitación en la que el omega se encontraba reposando, estable.

Ingresaron silenciosos, moviéndose a pasos lentos, una vez frente a él, Jaemin no pudo evitar que una pequeña sonrisa escapara de sus labios. Aliviado, contento y por encima de todo nervioso.

― Ren... ¿Cómo te sientes? ― el pelinegro se acercó, tomando asiento a su lado.

― Como si un camión me hubiera atropellado. ― río de su propio comentario con poca fuerza.

El doctor le hizo un breve resumen de la situación, explicando el gran descubrimiento ante el rostro atónito del omega.

― ¿Somos predestinados? ― pregunto incrédulo algo que se supone, le habían respondido minutos atrás.

― Si, lo somos, por eso hay algo que quería decirte. ― Jaemin balbuceo nervioso, sus manos temblaron un poco acariciando las del omega. ― Me gustaría, mejor dicho, nos gustaría, ― habló por su lobo también ― Que nos des permiso para iniciar el cortejo.

Sonrió, la vida les estaba otorgando una segunda oportunidad, tanto alfa como omega deseaban sacarle el máximo provecho a esta revancha.

Renjun sonrió, a pesar de estar exhausto podía sentir sus mejillas ponerse cálidas y rojizas por la propuesta.

― Yo...Está bien, cortéjame. ― soltó una risita, el único cortejo que conoció fue el de Mark, razón por la que le parecía interesante volver a ser cortejado.

Una duda se hacía nido en su mente, se preguntaba si realmente el hombre que decía amarlo fue capaz de marcar a otra persona. Suspiro, incapaz de dar una respuesta, desviando su mente al momento presente, solo queriendo disfrutar de lo que estaba sucediéndole.

Voces diferentes se escucharon provenir del pasillo, alguna más fuerte que otra. Una mujer, posiblemente enfermera, repetía varias veces que no hicieran escándalo, que no podían ver al paciente. Todos los que permanecían dentro del cuarto con Renjun voltearon hacia la puerta, el mismo Huang lo hizo.

La puerta de madera barnizada se abrió, dando paso a un alfa de buena estatura, cuerpo con músculos promedio, porte masculino e impronta un tanto agresiva. El omega sintió su piel palidecer de asco, decepción y sorpresa. Mark se presentó ante ellos, alterado, con el omega que ejercía de su amante tratando de tranquilizarlo.

― Aléjate de mí omega, pedazo de mierda. ― habló captando la atención de un Jaemin a la defensiva, cerca de Huang e indispuesto a moverse de su lado.

― El que debe irse eres tú, bastardo, y de paso llévate al niño inmaduro contigo. ― habló refiriéndose a Haechan.

― Conmigo no te metas, impotente. ― se defendió el omega.

― Que caraduras, ¿No te da vergüenza venir después de follarte a mi marido? Perdón, futuro ex marido. ― Escupió Renjun, dolido, con decepción expresada en sus ojos cristalizados.

― Tal parece que Jaemin ya te conmovió con sus lágrimas de cocodrilo. ― murmuró Haechan en tono de burla.

― ¿Para qué vinieron? Váyanse los dos ― Renjun miró a quien en algún momento juró amar. ― ¿Acaso no ves como estoy por tu maldita culpa? No me siento bien, Jaemin y yo nos hemos apoyado estos días ¿Qué podían hacer los cornudos más que consolarse mutuamente?

Esas palabras fueron una daga en el corazón para Mark, quien se acercó de forma retadora a Jaemin.

― No lo volveré a repetir, te quiero lejos de MI omega. ― remarcó el "Mi" apretando los dientes.

― ¿Tu omega? Te informó que estás frente a su alfa predestinado, ya no pintas nada aquí, solo una decepción en su vida.

Tras aquellas verdades dolorosas el puño de Mark se estrelló en la mejilla de Jaemin. Por primera vez el lobo de Renjun le arañó por dentro, desesperado por ayudar a su verdadero alfa.

― ¡Basta! ― Renjun se levantó de la cama, los alfas eran tan fuertes que ni siquiera podían acatar las órdenes del médico.

Renjun se colocó delante de ellos, entre medio de los dos. Solo mirando a Jaemin y tomando su mano.

― Déjalo, no vale la pena pelear, solo quiere provocarte. ― le dijo concentrado en calmar a su lobo.

― Tienes razón, dejaré que esto quede así solo por ti. ― lo acompaño de regreso a la cama.

Lee lloró impotente, no sabiendo qué hacer ante el rechazo inminente de su omega. Claro que el lobo de Renjun estaba dolido, odiando al alfa en cuerpo y alma, pero sabía que se debían una buena plática. No en ese momento ni en ese lugar, pero de alguna forma debía suceder.

El médico miró con detenimiento el cuello de Haechan,este poseía tres marcas en diferentes zonas, cualquiera de ellas podía llegar a pertenecer a los colmillos de Lee Mark...



𝙸𝙽𝙵𝙸𝙳𝙴𝙻𝙸𝙳𝙰𝙳 | ♡ 𝙹𝚊𝚎𝚖𝚓𝚞𝚗 ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora