Cuando la Oscuridad Llega

Mi ángel de la guarda

Capítulo 2

A la mañana siguiente me levanté más temprano de lo habitual. Estaba nerviosa por el día tan largo que me esperaba. Era la semana de exámenes finales y me sentía insegura de mi misma ya que me sentía presionada por que era mi último año y quería salir con calificaciones excelentes para poder ganarme la beca que tanto e estado anhelando estos últimos años.

Me levanté para estirarme y desperezarme. Después fui a darme un baño de agua tibia y cepillarme los dientes. Salí de mi gran baño y me vestí rápido para ir a desayunar. Estaba segura de que mi madre me había preparado algo muy delicioso ya que lo podía oler hasta en mi recámara.

Salí de mi habitación y fui directo al comedor y tal y como lo había previsto mi mamá me había echo uno de mis desayunos favoritos. Me senté y me propuse a comer todo lo que con tanto amor me había preparado mi madre. Cogí el pan y lo partí en mitad. Acto seguido le puse en el medio tocino y huevo estrellado. Me hice un gran sándwich y me lo comí toditito con una gran taza de té de cedrón.

Después de haber terminado me levanté y fui al cuarto de mis padres a darle las gracias a mamá. Ella estaba acostada en su cama leyendo un libro. Papá ya se había ido a trabajar así que no tuve la oportunidad para agradecerle el haberme dado la oportunidad de estudiar lejos. Me acerque a mi madre y ella me regalo una bella sonrisa yo le correspondí con una igual.

- ya me voy- le dije - muchas gracias por el desayuno estaba delicioso- fue lo último que dije antes de acercarme a recibir mi beso y mi bendición.

- esta bien hija ve con cuidado y mucha suerte en la escuela. Se qué todo va a salir muy bien - tras eso me di la vuelto y salí de su habitación fui a buscar mi mochila y me marche.

Al llegar a la escuela me encontré con mi mejor amiga, Marie. Ella estaba parada en frente de la entrada de la clase de Inglés. Esperando por mi seguramente.

- Hola al fin llegas ya me estaba poniendo nerviosa pensé que me ibas a dejar sola en este día tan horrendo- me dijo con cara de asustada.

- de que háblas- le dije con una sonrisa - ni que me hubiera demorado tanto en llegar- termine por decir.

- bueno no importa, ¿trajiste lo que te pedí?- me preguntó.

- si aquí esta pero sigo creyendo que es una mala idea lo que piensas hacer, si Mr. Lee te descubre se va a molestar mucho y reprobarás la clase- le dije.

- por lo menos lo intentare - me dijo cogiendo un pequeño papel de mis manos. El papel era un acordeón que me había pedido que le haga con toda la información que creía que iba a estar en el examen final. La verdad es que no es por nada pero desde que éramos pequeñas a Marie nunca se le dio eso de estudiar. Siempre encontraba la manera de envolver a los maestros y pasar las clases aunque sea con la mínima nota.

- esta bien- le dije ya rendida al saber que ella no cambiaría jamás. Le regale una sonrisa y ella me la devolvió - ven entremos antes de que toque la campana ya sabes como se pone Mr. Lee cuando no llegan a tiempo para los exámenes.

- si esta bien - me dijo ella- el es un histérico aveces pero eso no le quita lo guapo - me dijo regalandome una sonrisa picarona.

- ay Marie nunca cambias - fue lo único que pude decir con otra sonrisa pero la mía no venía con las misma intenciones que la de ella.

Entramos al salón y el maestro estaba ahí escribiendo en la pizarra lo que debíamos hacer durante el examen. Regrese a ver a Marie y ahí estaba ella sentada observando cautelosamente al maestro. Ella decía que se había enamorado de el desde el primer día que lo vio y siempre estaba fantaseando con el. La verdad es que el no estaba nada mal y si admito que es muy guapo pero creo que los sueños de Marie son absurdos ya que el es un maestro y por más joven que sea no creo que podría fijarse en una alumna suya. Cada vez que le decía eso a Marie ella me contestaba con su típica respuesta "déjame soñar". Es cierto que soñar no cuesta nada pero en realidad si creo que es absurdo enamorarse de tu maestro.