Cuando la Oscuridad Llega

La Verdad

Capítulo 7

El auto se detuvo en frente de la entrada a un túnel que por como se veía por fuera seguramente por dentro se vería mucho peor. Los hombres sacaron unas antorchas como las que se usaban en la antigüedad. Les pregunte por que no llevaban lámparas q sería más fácil y menos peligrosas para mi parecer. Pero me dijeron que en ese bosque no están permitidos llevar cosas de un futuro o un presente ya que ellos aún viven en el pasado. Escuchar eso me desanimo por completo ya que no tendría con que entretenerme.

- entonces ¿no puedo entrar con mi celular, y mi iPad? - pregunte.

- Jajajaja - rieron los hombres.

- Claro que no - dijo Alejandro.

- Y aunque logres entrar con eso, no podrás usarlos - dijo Rafael- a las brujas no les gusta la tecnología y al ver esas cosas las destruirán.

- Mmmm esta bien- dije con pena- al menos se las puedo dar a Uds. Para qué se las lleven a mi hermano ¿verdad? - pregunte.

- Si claro. Lo haremos con gusto- dijo Alejandro.

Después de haberles dado mis cosas para que las guardaran emprendimos el paso para llegar al misterioso bosque. Entramos al túnel y cada uno de los hombres llevaba una antorcha. Yo por mi parte cargaba mi maleta. El túnel era aclarado por la luz del fuego pero lo que me sorprendía era ver que en el fondo del túnel estaba completamente oscuro. El túnel parecía ser largo muy largo. Por más que caminábamos la oscuridad del fondo del túnel parecía no desaparecer. Llevábamos caminando por casi medio hora casi y yo ya me estaba desesperando me sentía claustrofobico aún que no tenía ese medio en realidad. Pero ahora se lo que esa gente siente cuando esta en lugares sin salida.

Finalmente después de caminar como 20 minutos más podía ver que en el fondo una salida. La luz que entraba por esa salida no se veía muy brillante que digamos y el aire que entraba tenía un olor extraño. Algo no muy agradable de oler pero algo que no sabría como explicar ya que no podía reconocer de era ese olor. Por fin salimos de ese espantoso túnel pero aún así no podía respirar con alegra ya que ese horrible olor parecía dañar mis fosas nasales. Me tape la nariz junto con la boca con la mano derecha.

- no te preocupes te acostumbrarás - me dijo Rafael - solo será cuestión de unos minutos después el olor desaparece.

- ¿Qué es ese olor? - pregunte aún con la boca tapada.

- Oh es son las pociones que las brujas hacen para combatir a las almas oscuras que tratan de apoderarse del caldero. Son muy fuertes de olor ya que usan toda clase de porquería para hacerlas. - Dijo Alejandro.

- Y mientras más olor tenga la pócima, más poderosa es - agrego Rafael.

Después de eso no dijimos más y seguimos con nuestro camino en silencio. No caminamos mucho cuando por fin no muy lejos se veía una cabaña de madera. La cabaña parecía ser grande pero yo por mi parte solo deseaba que sea cómoda y que no tuviera tan espantoso olor. Que ahora que lo recordaba ya no olía tanto. Los hombres tenían razón cuando dijeron que pasaría. Me sentía feliz por esa parte por que ya no sentía que estaba siendo envenenado.

Finalmente estábamos en frente de la cabaña. Rafael se acercó a la puerta y la toco con un ritmo como si fuera clave. La puerta se abrió pero nadie apareció. Alejandro me miro y me dijo que entrara.

- ¿Uds. No vienen? - les pregunte.

- No - dijo Rafael - nuestro viaje termina aqui. Sólo tu puedes entrar a la cabaña. Buena suerte - término por decir y así se dieron media vuelta y empezaron su camino de regreso.