Cuando la Oscuridad Llega

Atrapada en mi propio sueño

Capítulo 3

Al llegar a casa me encontré a mi madre tejiendo una bufanda para mi hermano para cuando vayamos a visitarlo. La verdad es que no se por que piensa llevarle eso si ya estamos en primavera y el frío prácticamente nos a abandonado. Pero bueno no la juzgo ya que es lo único que sabe tejer.

- Hola ma ya llegue - le dije colocando mi mochila el un silla - que hay de comer me muero de hambre- termine de decir dirigiéndome hacia dónde estaba ella para darle un beso.

- En el horno hay pollo que hice para el almuerzo.

Después de escuchar eso me aleje de ella y me dirigí hacia la cocina para coger un plato con el pollo del que me hablo y un poco de arroz, algo que no faltaba en casa ya que era algo que podía comer todo el día ya sea en el desayuno, el almuerzo o la merienda. Metí mi plato en el microondas y lo puse en 1 minuto y medio. Eso sería suficiente para calentarlo ya que el pollo aún estaba tibio y no quería que se me secara.

Me senté en el comedor después de servirme un gran vaso de jugo de piña. El microondas sonó dejándome saber que mi plato estaba listo así que me acerque al micro y saque mi comida para ir con el a la mesa. Me volví a sentar y empece a comer. De repente sentí una mano sobre mi hombro al voltearle vi a mi padre sonriéndome y acercándose hacia mi para darme un beso en la frente.

- Hola cariño! ¿Cómo te fue en la escuela?- me pregunto.

- Hola pa. Me fue muy bien estoy segura que aprobé todos mis exámenes y que me graduare con excelentes calificaciones.

- Esa es mi niña - dijo para después salir de la cocina y ir a saludar a mi madre quien aún estaba sentada en la sala tejiendo.

Al terminar de comer me levanté de la mesa, lave mi plato y todo lo que ensucie y después de eso me fui a mi recámara. No tenía tareas que hacer ya que la última semana habíamos estado llenos de exámenes y revisiones para ellos.

Me acosté en mi cama relajada y contenta de que toda la presión que había estado sintiendo esa semana por fin se haya acabado. Metí mi mano debajo de mi almohada donde tenía escondido le iPod. Me puse los audífonos en los oídos y me puse a escuchar música.

La música debió ser muy buena ya que me sumergió en un sueño profundo. De repente me encontraba en el parque que estaba cerca de mi casa. Estaba oscuro y no había rastro de que alguien estuviera por ahí. Lo único que podía ver era la fuete de agua que había en el centro del parque la cual estaba alumbrada por unas luces de colores y la hacia lucir hermosa.

Sin saber porque una sensación de miedo me invadió todo el cuerpo podía sentir como mi piel se erizaba como si sintiera frío pero no hacia frío al contrario se sentía una brisa cálida y muy cómoda. Lo que hacia que mi piel se pusiera así fue esa sensación tan incómoda que de repente se apoderó de todo mi ser y me hizo sentir desprotegida, sola y triste. Sentía que alguien me estaba observando y que se acercaba a mi poco a poco. Lo peor de todo es que no me podía mover. Estaba prácticamente paralizada y el miedo que sentía no me ayudaba a pensar bien. Sabía que era un sueño pero no podía asimilar lo del todo como para despertar y dejar de sentir todo lo que estaba sintiendo. Me sentía atrapada en li propio sueno sin poder gritar o pedir ayuda. No sabia ni por que tenia que pedir ayuda si solo me encontraba en el parque y nadie me estaba haciendo daño pero esa sensación tan fea de que alguien se me estaba vigilando y se me acercaba me ponía los nervios de puntas. Entonces fue que recordé lo que Danilo me había pedido esa tarde y me puse a pensar en lo segura que me sentía con el. Fue lo último que hice en el sueño ya que la vibración de mi teléfono celular me levanto de ese sueño tan extraño.

Cuando vi la pantalla para ver quien era me sorprendí. Era Danilo. Era cómo si lo hubiera llamado con la mente o como si el supiera lo que me estaba pasando. Conteste con la voz temblorosa ya que aún no salía asombro y también seguía sintiendo ese miedo que me causo el sueño o mejor dicho esa pesadilla.