(Contenidoe explicito y sexual leer bajo propia responsabilidad)
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El corazón de Hefesto cayó al suelo al escucharte gemir a través de la puerta de la habitación.
Lo único que se escuchaba en la habitación era el sonido de fluidos y tus gemidos suaves.
Sus ojos se llenaron de lágrimas.
Cuando iba a entrar para "matarlos", algo lo detuvo.
-Hefesto~-
Gemiste, el abrió los ojos con sorpresa.
Sus corazón comenzó a latir de nuevo.
-Mas rapido Hefesto~-
Asomó su ojo por la pequeña apertura entre la puerta y el marco, y lo que vió lo hizo sonrojarse a mil por ciento.
Estabas desnuda sobre la cama, dos de tus dedos ingresando y saliendo de tí, tu mano izquierda estrujado con fuerza uno de tus senos.
Te estabas tocando, y lo estabas haciendo pensando en el.
Comenzó a sentir su erección apretar su túnica.
Hace mucho no tenían un buen sexo, y habías aprovechado su ausencia para darte placer a ti misma.
Veía como tus dedos salían y entraban a tu intimidad en un ritmo veloz, tus mano apretaba tu seno y prllizcaba tu botón rosado.
-¡Hefesto!-
Gritaste antes de gemir y sentir el orgasmo venir hacia tí.
Comenzaste a jadear y respirar acalorada.
El entró lenta y pacíficamente a la habitación.
Tu chillaste asustada y más avergonzada que nunca.
El se sentó en la silla del rincón de la habitación matrimonial.
Una mezcla de exitación, vergüenza y ganas de que te tragara la tierra te invadieron mientras te cubrías con una manta.
-No, no, cariño, no te cubras-
Tu lo miraste avergonzada.
-Por desgracia, no pude ver todo el espectáculo, asi que, quiero que comienzes de nuevo, no quiero perderme nada-
Dijo aquella voz gruesa y seductora que te hacia estremecer.
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𝐃𝐈𝐎𝐒𝐄𝐒 𝐆𝐑𝐈𝐄𝐆𝐎𝐒 𝐈𝐦𝐚𝐠𝐢𝐧𝐚𝐬
RomanceImaginas con los dioses más bellos de toda la antigüedad🏛.