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(SON HERMOSOS, SOLO MIRENLOS, JDJSHAEJSGSTTATSTAYATDRS😭✨)
🍀
Tu esposo y tu habían decidido ir a la fiesta de Dionisio, ya que el tenia un "anuncio importante" para todos.
¿cual era el anuncio?, te estarás preguntando.
Bueno, el había creado otro tipo de Ambrosía, una más fuerte, más adictiva y más deliciosa según el.
Y hasta hay, todo perfecto.
Todos probaron la nueva bebida, incluida tu. Y era cierto, estaba bastante rica, su sabor era dulce.
PERO EL PROBLEMA EMPEZÓ HOY.
Cuando despertaste, y viste que estabas desnuda, acostada en el jardín de Dionsio (Al igual que todos los demás, aunque algunos estaban dentro de su templo).
A tu izquierda, tu esposo se encontraba dormido, también desnudo, ambos con sus piernas enredadas entre sí, cubiertos por una piel de tigre que seguramente pertenecía al dios del vino.
Analizaste la situación, y llegaste a la conclusión de que algo en la bebida había descontrolado todo, y tu y Hermes habían tenido sexo en el jardín de tu amigo.
Hermoso.
Directo al álbum de recuerdos familiares.
-¡Hermes!¡Hermes!-
Dijiste intentando levantar a tu esposo.
Este ronco y abrió los ojos lentamente, se estiró para despertarse mejor y tu miraste a los demás.
-Hermes, tenemos que- ough..-
Las palabras escaparon de tu garganta cuando tu esposo se encontraba mirandote con una sonrisa coqueta.
-Fuiste celestial-
Dijo, al parecer, si recordaba la parte del sexo, PERO NO LA PARTE DEL SEXO EN EL JARDÍN.
-Hermes, ahora no, tenemos problemas-
El te miró confundido.
-Miralo tu mismo-
Hermes se levantó, bufando, sus ojos se abrieron con sorpresa y volteó
-Oh, por el sagrado corazón de mi madre...-
Dijo, tu te levantaste rápidamente.
-Hay que irnos antes de alguien nos vea-
Dijiste, Hermes asintió, el imitó tu acción, dispuesto a irse.
-Espera, ¿Y nuestra ropa?-
Es verdad.
"Maldita sea la hora en la que decidí probar esa mierda"
Pensaste, antes de tomar la mano de tu esposo y comenzar a caminar entre los demás dioses inconscientes.
-No tenemos tiempo de buscarla, toma algo que te quepa y corre..-
Dijiste, comenzando a buscar entre las túnicas arrojadas por ahí.
Hermes asintió.
Después de unos minutitos, encontraste el vestido de Ariadne, era lindo, tal vez se lo devolverías más tarde.
-Ya está, vamos, corre-
Por tu santa madre que ustedes dos corrieron, mucho, intentaron no ser descubiertos por el simple echo de que les daba vergüenza.
Y por que Apolo posiblemente les haga bullyng.
Cuando estaban a punto de salir, el ruido de unas risas los detuvieron.
Ambos voltearon su mirada horrorizada hacia Apolo, que se reía y tambaleaba.
Sus carcajadas eran cortadas por algunos hipos que salían de su boca.
