(Contenido explicito y sexual leer bajo propia responsabilidad)
Comenzaste a mover tus dedos sobre tu clítoris, gimiendo en voz baja.Hefesto estaba atento a cada uno de tus movimientos.
Aceleraste más tus movimientos, callarte tus gemidos mordiendo tus labios.
-No quiero que te contengas-
Dijo con una voz ronca, su erección comenzaba a dolerle.
De un momento a otro, insertarse dos de tus dedos en tu intimidad, gimiendo fuertemente.
Comenzaste a mover tus dedos en tu interior, pulsandolos en un punto determinado.
-Hefesto, ven, por favor~-
Susurraste con un tono coqueto, por la situación.
-Prefiero verte desde aquí~-
Exclamó, tu lloriqueaste, mientras comenzabas a mover tus dedos con más fuerza.
-¡Por favor! Lo necesito~-
Dijiste sacando e ingresando tus dedos rápidamente, lo único que se escuchaba en la habitación eran tu fluidos chocar contra tus dedos.
Estabas tan mojada, que podrías ser penetrada de golpe millones de veces y no dolería.
El era el causante.
Hefesto se mantenía físicamente indiferente, pero en su interior estaba conteniendose para no darte como cajón que no cierra.
-Te necesito~-
Suspiraste, el abrió los ojos con sorpresa y te miro.
Se levantó bruscamente de la silla, quitando su mantil de la forja, su túnica y sus muñequeras con desesperación.
Quedando igual que tu, desnudo.
Pudiste ver su enorme erección.
Comenzó a gatear hasta tí, tu abriste las piernas.
Se abalanzó sobre tí, besándote desesperadamente, mientras sus dedos acariciaban tu intimidad.
Al controlar que estabas preparada, te dió la vuelta bruscamente y te tomó por los brazos, restregando su punta en tu intimidad.
-Espero hayas dormido bien ayer, por que hoy, creeme, no lo haremos-
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𝐃𝐈𝐎𝐒𝐄𝐒 𝐆𝐑𝐈𝐄𝐆𝐎𝐒 𝐈𝐦𝐚𝐠𝐢𝐧𝐚𝐬
RomanceImaginas con los dioses más bellos de toda la antigüedad🏛.