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Esa mañana había comenzado más fría de lo común, las pequeñas lluvias y el increíble frío que hubo en toda la noche estaban dando aviso del próximo invierno que llegaría al pasar días, aunque dentro de una vieja casa abandonada, el calor interior era una de las cosas más perfectas para cualquier persona, las llamas que prontamente iban acabando con la madera sobrante dejando atrás las cenizas restantes de su presencia, solo uno se mantuvo despierto casi toda la noche después de una corta siesta, jungkook no pegó el ojo en toda la noche asegurándose que el calor corporal de jimin se mantuviera más de los 34 grados para evitar que se enfermará, y aún así, tenía una de las mejores vistas de toda su vida, jimin simplemente se aferraba a él suavemente como si fuera una almohada, aunque habían momentos en los que se movía y se aferraba con fuerza a él, como si temiera perderlo, cada pequeño gesto que hacía era verdaderamente hermoso para la mentalidad de jungkook... Era su pequeño jimin, y jamás lo hiba a dejar ni dejar de tratar como si fuera su más grande tesoro...
Se quedó admirando cada parte que jimin le ofrecía a la vista, y poco a poco dejó suavemente a jimin a un lado y se levantó abrigando mejor a su pequeño niño, ya había amanecido, trayendo consigo una dulce llovizna mañanera que dejo un delicado rocío sobre cada hoja de cada árbol y planta, era una mañana tranquila y sus pensamientos estaban en blanco, había silencio en su cabeza...

—kooki... Pareces un filósofo por como mirás hacía afuera —la voz adormilada de jimin hizo voltear al pelinegro quién le dedicó una pequeña sonrisa por su tono de burla en sus palabras—

Jungkook se acercó hasta jimin y se agachó para quedar a su altura y a su cercanía, veía como jimin se frotaba dulcemente sus ojos llenos de sueño y como lentamente se balanceaba a él hasta quedar recostado en el pecho del pelinegro, había soltado una pequeña risa al mirar el rostro de curiosidad del pelinegro que delató sus mejillas sonrojadas.

—pequeño dormilón, has descansado? —revolvió su cabello dejándolo desordenado e inconscientemente no pudo evitar olerlo dejándose llevar por el olor a cerezas que daba el verdadero inicio a su día—

—lo suficiente...

Jimin soltó un gran bostezo que lo hizo ver más tierno de lo que era ahora mientras inocentemente se acurrucó en el pecho del pelinegro sintiendo y oyendo sus latidos como si fueran un tambor, su rostro era tranquilo al oír cada latido e inconscientemente le daba una gran cantidad de paz a su mente y a su cuerpo... Pero su momento se vió interrumpió cuando alguien tocó la puerta dejando la tranquilidad de ambos muy lejos, jungkook se sintió extrañado, no conocían a nadie que fuera de ése tipo de confianza, eso lo alertó, esperó unos segundos a ver si los toques de la puerta seguían, pero solo hubo un brutal silencio después que le erizo la piel.

—no te muevas de aquí, si escuchas un escándalo o algo escondete —lo miro una última vez antes de levantarse, aunque no logro dar más de un paso cuando sintió un jalón en su muñeca que lo obligó a regresar a su posición anterior—

Miro a jimin, notó el miedo en sus ojos, se sentía tan pequeño sin alguien que lo protegiera allí, jungkook hiba a reclamarle en cuanto tomó sutilmente sus manos y dejó plantado un pequeño beso en sus nudillos, sabía que no podía dejar a jimin pero sabía que había peligro rondando su único hogar.

—mi jimin... —fue callado por una de las manos del rubio, estaba mucho más asustado ahora, cosa que ni él mismo entendía— tienes tanto miedo...

—¿que no lo escuchas? —susurró casi inaudible, sus ojos mostraban más que miedo, era más terror puro—

—que cosa? —murmuro frunciendo el ceño, se dispuso a escuchar pero solo había silencio absoluto, dirigió su mirada a la de jimin conectando sus pensamientos a través de ellas— solo hay silencio...

En ese momento jimin pareció sentir algo en su cuerpo, una alerta que le dijo que algo hiba mal, no era normal el silencio en una casa antigua que incluso rechina, algo hiba realmente mal... Un mal muy silencioso...

exacto...

No hubo tiempo real para que jungkook pudiera defenderse trás un fuerte y repentino golpe en su cabeza que lo dejó desconcertado, jimin fue tomado por su cabello y su grito fue callado por una mano, ahora realmente estaba llorando, su mejor amigo estaba casi inconsciente y el estaba reaccionando de la peor manera, intentaba liberarse pero simplemente no podía, su cuerpo estaba en estado de shock. Su cuerpo falleció al sentir un aliento sobre su cuello que se trasladó a su oído, hubo una voz gruesa y fría que tenía temblando a jimin

eres tan hermoso... Me preguntó si al maestro no le importará si juego contigo un rato? —no le importo morder el lóbulo de su oreja haciendo sollozar a jimin en su mano—

—d-déjalo en p-paz —rodó sobre su espalda hasta quedar boca a abajo y apenas borrosamente veía a alguien intentando lastimar a jimin— n-no...

Jimin logró pensar y mordió la mano de su apresante quién lo soltó dejando ir un quejido de dolor, su cuerpo estaba estático y apenas pudo reaccionar a tiempo y moverse hasta jungkook quién apenas consciente pero con gran fuerza de voluntad se reincorporo y mantuvo a su pequeño jimin asustado resguardado en sus brazos, tomó un pedazo de vidrio roto y amenazó a aquél hombre

—s-seas quien seas —tuvo que pasar saliva al sentir el sabor metálico en su boca, estaba sangrando en el momento menos precisó— lárgate de aquí!

Mantuvo aquél filoso vidrio el alto amenazando al hombre desconocido mientras estaba tratando de levantarse y sacar a jimin de la casa, chocaba con todo por el empujé que jimin ocasionaba como la manera que su cabeza encontraba más segura pero logró cruzar el marcó de la puerta y estar en el exterior, miro a sus espaldas, lo único que los rodeaba en 10 Kilómetros eran sólo campos de trigo, sería una larga trotada hasta el pueblo, pero era mejor que morir a manos de un loco

—jimin escúchame —lo volteó en sus brazos y lo obligó a mirarlo, enfocó sus ojos asustados llenos de lágrimas que odiaba ver en él— hay que irnos

Jimin solo asintió frenéticamente y solo siguió a jungkook como su guía, confiaba en él, después de todo, él lo había cuidado y criado gran parte de su vida cuando lo abandonaron, lo hizo cuando no era su deber y aún así no se negó, no había una persona más fiel que él... iban a huir, ese era el plan...
Plan que fue arrebatado y se condenó...
ambos fueron bruscamente separados y lo último que jungkook pudo antes de que todo fuera negro, era ver a esos hombres sobre el cuerpo de jimin, sus gritos de dolor, sus lágrimas, su piel tan perfecta siendo arañada y dañada hasta sangrar, hasta que vió como se quedó inmóvil y sin reaccionar...



Que había pasado?...

Serías más que la estrella de un cielo, serías la estrella más admirada del circo y del país... Pero serías todo mío...

Ni con más razón, realmente esperó que este lugar se deshaga en llamas...

No seas así encantó, tu no necesitas a jimin para ser la verdadera estrella

Pero si él es mi estrella...

𝖂𝖎𝖓𝖙𝖊𝖗𝖈𝖎𝖗𝖈𝖚𝖘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora