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ahora mismo se encontraban caminando a sus respectivos cuartos, jimin a duras penas soportó ver al maestro, pero jungkook se encontraba tranquilo, posiblemente planeando su muerte...
Por ahora solo quería descansar un rato, les podía esperar un muy largo camino aquí y por quién sabe cuánto, apenas se recostó en el colchón, su mirada se apagó al ver a jimin en una esquina de esté meciendo su cuerpo levemente, él solo hacía eso cuando no sabía que hacer o el miedo se estaba apoderando de su cuerpo.

El mismo sabía que no servía de nada en este mundo con tantas enfermedades encima, pero lograba comprender por completo el cuerpo y las reacciones de Park Jimin

—Pareces un patito en un estanque, tan solitario y desesperado buscando a mamá —jimin se volteó un poco desorientado por sus palabras—

no empieces hyung... —supo enseguida por su sonrisa de tranquilidad que estaba pasando por un corto momento de "locura"— sólo sigue al conejito, y duerme un rato

el conejo está muerto, un depredador lo desmembró y lo hizo su almuerzo.

quien es el depredador? —siguió sus palabras intentando distraerse a si mismo de su actual caos mental—

tú...

yo? —su voz salió un poco apagada, sabía que con el conejo se refería a él—

—si, eres un demonio decidido a acabar con todo lo bueno que queda en mi vida, me tratas como un puto bebé sabiendo que soy mayor que tú, no soy un juguete al que puedas manipular por toda la vida porque no te necesito, pero claro, tu vives literalmente de mí —habló enojado, casi con rabia para después apartar su mirada de jimin—

Le tomó prácticamente unos segundos darse cuenta de lo que había dicho, frunció el entrecejo cuando algo cruzó su mente, era una culpa y dolor irremediable que hacían casi llorar a su corazón, se sentía extraño por hablarle así, regresó su mirada a aquella mirada sin dolor ni odio que tenía jimin por unos eternos segundos hasta que se dió cuenta, se sentó casi de inmediato, no podía creer lo que había dicho

—está bien, no tengas miedo —cuando notó su creciente pánico se acercó rápidamente a él para abrazarlo antes de que comenzara a llorar, sabía que se había asustado de lo que había pasado y se aterraba de su reacción, el solo podía darle consuelo porque ya se había acostumbrado a resolver parte de sus problemas y aprendió a vivir con ellos como si fueran personas, talvez por eso no le molestaba cada cosa que hacía hacía él, fuera brusca o de insulto, aunque las primeras veces que pasó, si dolió un infierno

—lo siento, no quise- —sollozó cuando sintió las dulces caricias tocar su cabello, el no se molestó por toda la porquería que le dijo sin querer—

—está bien jungkook, todo está bien, no estoy enojado contigo ni nada parecido, es normal que tú tengas un ataque de rabia sin previo aviso, ya se como lidiar con el porque todo lo que dices es un sentido que no forma parte de tí, yo conozco al jungkook amoroso, sensible y amigable únicamente conmigo —se rió un poco de lo último, cuando él le dió su mirada llena de lágrimas no pudo evitar darle un pequeño beso en la punta de su nariz haciendo que él cerrara los ojos y soltara sus lágrimas retenidas por las demás— deja de sufrir por algo que fué sin querer, sabes que yo siempre te amare hasta el día en que tú quieras

P-por siempre, quiero que me ames por siempre —murmuró sintiendo su corazón quemar por la culpa que no pasaría hasta dentro de un largo rato donde le pudiera expresar a jimin su arrepentimiento—

—siempre te he amado jungkook y no dudes que eres la persona más especial por tener mi corazón en bandeja de oro, jamás me importará lo que me digas porque no me iré de tu lado nunca jamás...

𝖂𝖎𝖓𝖙𝖊𝖗𝖈𝖎𝖗𝖈𝖚𝖘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora