1-Marvel Magia [HP x Marvel]

Capítulo 84:Reuniones predestinadas

1 de septiembre de 2005, Bayville

(Punto de vista de Jean Grey)

Jean Grey no se sentía bien al comenzar su último año en la escuela secundaria. Había algo mal con ella, pero no tenía idea de por qué. Hizo acciones que no tenían sentido para ella, cambiaba de opinión al azar todo el tiempo. Fue como esa cosa en el centro comercial el otro día; Se probó un conjunto y le encantó en el centro comercial, así que lógicamente le encantó. Dos días después, cuando se lo probó, le disgustó.

Incluso su relación con Duncan era la misma. No tenía ningún sentido para ella por qué estaba saliendo con el chico. Nunca se sintió atraída por los deportistas y ni siquiera le importaba el fútbol. Incluso se unió al equipo de porristas, pero eso fue principalmente para descubrir cuál era la exageración al respecto. Por alguna razón, las otras chicas de la escuela hicieron un gran alboroto por unirse al equipo. No lo entendió, pero la ayudó con su flexibilidad. Incluso Logan quedó impresionado allí. Oh, cierto, volviendo a Duncan, a veces realmente actuaba como un imbécil, especialmente con Scott.

Fue muy aleatoria con su relación con Duncan. A veces, se sentía como un cachorro enamorado, pero otras veces, simplemente se sentía disgustada con su elección de novio. Trató de contárselo al Profesor Xavier, pero él lo atribuyó a las hormonas adolescentes.

Eso sería suficiente drama para cualquier adolescente, pero Jean Grey no era una chica ordinaria. Ella era una mutante que podía leer la mente y mover objetos con su mente. Vivía en una escuela, creada por el Profesor Charles Xavier, para otros estudiantes dotados, aprendiendo a controlar sus poderes y tal vez incluso usarlos como X-men.

Hablando del Profesor Xavier, estaba empezando a tener más problemas para controlar sus poderes. Su telepatía está empezando a salirse de control. Especialmente cuando comenzó a ser asaltada al azar con los pensamientos de todos a su alrededor. Esto se estaba volviendo muy tedioso. Incluso sus poderes telequinéticos estaban actuando de manera extraña, haciéndose más fuertes y más débiles al azar. Estuvo a punto de lastimarse durante una de sus sesiones de entrenamiento cuando un escudo telequinético dejó de funcionar al azar por alguna razón y Logan casi la apuñala con sus garras de adamantium.

Tenía muchas cosas en mente en su viaje a la escuela. Iba en el coche de Scott, un descapotable rojo con dos franjas blancas de rally. Era un auto tan chico, que Scott lo trató como si fuera su propio hijo. Incluso lo atrapó una vez tratando de nombrarlo. Ella había leído su mente, aunque de mala gana, y descubrió que lo estaba llamando Jeanette por ella, era sinceramente inquietante. Scott Summers podría ser confiable como líder de equipo, pero no cuando se trata de ella. Él tendía a actuar como un asqueroso, observando cada movimiento de ella, o simplemente trataba de mimarla.

Jean trató de dejar de pensar en cosas desagradables, pero pronto descubrió que casi estaban en su escuela secundaria, Bayville High. La mayoría de los niños en realidad estaban ansiosos por ir a la escuela. Jean, sin embargo, no lo era. Regresar a la escuela significaba ir a un lugar con mucha gente y, lo que es más importante, muchos pensamientos transmitidos hacia ella al mismo tiempo. Es un milagro que no se haya vuelto loca.

Scott estacionó el auto y luego caminaron hacia la entrada de la escuela. Jean se armó de valor; Era hora de enfrentar la música. En el momento en que se acercaron; Jean fue asaltada por los pensamientos de cientos de adolescentes hormonales. Colocó sus escudos telepáticos como le enseñó el Profesor Xavier. Por escasos que sean, fueron suficientes para ayudar con el problema. Entonces, Jean pudo caminar sin estremecerse, incluso si todavía podía captar el pensamiento ocasional de un recado.

Se separó de los otros estudiantes de la Escuela Xavier para Jóvenes Dotados, para llegar a su novio Duncan, que estaba hablando con su amiga Taryn, que era una de las chicas más locas por los chicos que conocía a pesar de tener una buena cabeza sobre sus hombros.