Capítulo 131: Rescatando a un Fénix

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2 de marzo de 2006, Nueva York

(Punto de vista Wanda Maximoff)

Wanda miraba boquiabierta a su maestra, "¿Cómo diablos se supone que voy a vencer a alguien así?"

Jasmine se rió, "La solución es bastante fácil. Matas al cuerpo principal, el primer cuerpo. Esto debería desestabilizar el vínculo del alma y mantenerlo atrapado en su cuerpo actual. Si muere, sería permanente. Pero ten mucho cuidado, su El cuerpo principal es mucho más fuerte que el clon con el que luchaste. Si posee el cuerpo, no tendrás la oportunidad de derrotarlo. ¿Estás seguro de que quieres continuar?

Wanda se armó de valor y asintió, después de todo, no era como si Jean se rescatara a sí misma.

Jasmine habló en un tono solemne: "¿Tienes algo que quieras preguntar? ¿Algo en absoluto? En el momento en que abra este portal, estarás solo. No recibirás mi ayuda a menos que lo considere necesario".

Wanda palideció ante esto; Jasmine realmente iba a dejarla así con los lobos. Ella pensó que estaba bromeando o algo así o que solo ayudaría un poco, "¿De verdad necesitas hacer eso?"

"Mi querido aprendiz, si hago todo por ti, ¿cuándo aprenderás?"

Wanda tragó saliva, entendiendo el sentimiento de su maestro pero sin estar completamente de acuerdo con él, "¿Algún consejo?"

Jasmine sonríe con aprobación, "Usa tus ilusiones para escabullirte sin ser detectada. No confíes demasiado en ellas, pero son una de tus mayores ventajas. Y no olvides usar el Ankh; si sigues olvidándote de usarlo, te Lo tomaré y te conseguiré un collar normal o algo así, no un artefacto antiguo de siglos de increíble poder".

La cara de Wanda estaba roja de vergüenza, "¡Solo haz el maldito portal!"

Riendo, el avatar de la Muerte, creó un portal frente al adolescente, "Buena suerte, chico. Sé que me harás sentir orgulloso".

Wanda sonrió ante el cumplido y luego se armó de valor y atravesó el portal que inmediatamente se cerró tras ella. Lo primero que hizo fue poner una ilusión a su alrededor para que nadie pudiera verla. La adolescente estaba agradecida de que su figura materna lo hubiera sacado a relucir; ella definitivamente, se habría olvidado de usarlo.

Wanda caminó lentamente en el laberinto de los laboratorios de Sinister. Trató de colarse en algunas de las habitaciones frente a ella, y se horrorizó por las partes del cuerpo y las personas deformes que estaban encerradas allí. Era como si alguien hubiera intentado combinar partes del cuerpo como un niño hace con una muñeca. Había un hombre con brazos con garras verdes, aletas, torso azul y tentáculos por piernas. El hombre, si esa cosa podía llamarse así, gruñía como un animal a cada movimiento en la habitación. ¿Cómo puede alguien reducir a un ser humano a esto? Era lo mismo para todas las habitaciones; sólo había sufrimiento y muerte.

La adolescente sabía que Sinister era un monstruo, un científico sin moral, pero esto era más de lo que jamás podría haber imaginado. Este hombre causó tanto sufrimiento en nombre del progreso científico, de la comprensión del cuerpo humano, de su paranoia contra el Apocalipsis. Este era un ejemplo de lo que el miedo podía hacerle a una persona.

Jasmine le había dicho una vez a Wanda que el miedo era algo esencial en todo ser vivo, pero que dejarse dominar por el miedo sería una receta para el desastre. Empiezas a perder las ganas de vivir y solo te preocupas por sobrevivir. Wanda había pensado que entendía lo que dijo Jasmine, pero ahora se dio cuenta de que no.

Ella pensó que ceder al miedo lo convertiría a uno en una criatura cobarde, llorona y traidora que solo se preocupa por su existencia continua. No se le ocurrió que alguien podría haberse desesperado lo suficiente como para convertirse en un monstruo. Haciendo cosas que son inmorales en un nivel fundamental, abandonando su humanidad, justificando sus acciones diciendo que era por el bien del mundo. Esto la hizo enfermar del estómago. Cómo el miedo y la desesperación pueden incluso corromper las mentes más brillantes.

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