1-Marvel Magia [HP x Marvel]

Capítulo 125: Desesperación

28 de febrero de 2006, Nueva York

(Nathaniel Essex POV)

Nathaniel Essex, también conocido como Mr. Sinister para la mayoría de la gente, era un genio. Fue considerado un genio cuando nació durante la era victoriana, y todavía se le considera un genio hoy en día, para las personas que realmente saben de su existencia, por muy pocas que sean.

Fascinado por las ciencias, incluso cuando no prevalecían en ese momento, eligió pasar su vida tratando de desentrañar los misterios del universo usando una lógica fría. Después de todo, la lógica era la única constante en el mundo. Esta teoría, por supuesto, fue destruida en el momento en que puso sus ojos en Rebecca Milbury. No había nada lógico en lo que sentía por ella y lo aceptaba. Más tarde se casó con ella y tuvo un hijo, Adam. Él era feliz.

Pero eso no fue así; su hijo se estaba muriendo y no había nada que pudiera hacer en ese momento para salvarlo. Lo intentó todo, habló con todos los expertos, y cuando su ciencia le falló, comenzó a investigar el misticismo. Esto lo llevó a Egipto, hogar de una de las civilizaciones más antiguas del mundo, donde todo estaba envuelto en cuentos de dioses y magia.

Había estado siguiendo un rumor sobre un chamán, capaz de curar a cualquiera de cualquier enfermedad, si podía pagarlo. Terminó siendo un charlatán, por supuesto, pero Nathaniel estaba desesperado y los hombres desesperados harían cualquier cosa por lograr sus objetivos. También se rompen cuando no lo hacen. Semanas después recibió una carta de su esposa diciéndole que su hijo había muerto mientras dormía.

Incapaz de aceptarlo, el genio fue a un bar y empezó a beber.

Se despertó al día siguiente, con resaca, en medio del desierto cerca de un sitio religioso llamado el valle de los reyes. Pensando que debió haber hecho algo estúpido cuando estaba bajo la influencia, ignoró los latidos en su cabeza y regresó a casa para llorar con su esposa.

Desafortunadamente, todavía no podía aceptar que su hijo estaba muerto. Recuperaría a su hijo aunque tuviera que resucitarlo de entre los muertos. Y así, el genio se enfrió, ya que se dedicó a su investigación, centrándose en la teoría de la evolución de Darwin. Siempre pensó que sus compañeros científicos eran cobardes al encadenarse a sí mismos con demasiadas restricciones morales. Incluso él mismo tenía algo de moral, pero no lo suficiente como para evitar que recuperara a su hijo.

Fue entonces cuando comenzaron los apagones. Nathaniel Essex, una de las mentes más brillantes de su tiempo, se despertaba en lugares extraños, sabía que no había dormido allí, a veces se perdía días a la vez. Fue enloquecedor. Al principio, pensó que podría haber estado sonámbulo, pero dormir durante días seguidos era imposible. La única explicación posible era que desarrolló una especie de personalidad secundaria debido al trauma de perder a su hijo. Pero el genio sabía que no era eso, lo que sea que le estaba haciendo esto no era parte de él y lo asustó.

Sin embargo, Essex continuó con su estudio del cuerpo humano y descubrió cuán maleable era en realidad la genética humana. Los humanos como especie tienden a evolucionar, a cambiar, a sobrevivir. Fue en un grado y una velocidad que no se vieron en ninguna otra especie y, como tal, en circunstancias extremas, los humanos comenzaron a desarrollar habilidades que estaban fuera de lo común.

Lo demostró utilizando un sujeto de prueba que encontró en los barrios bajos de Londres. Sí, no era ético, incluso monstruoso, pero estaba un paso más cerca de salvar a su hijo. Al elegir compartir sus descubrimientos, se rieron de la universidad y lo echaron con el pretexto de que había perdido la cabeza cuando perdió a su hijo. Curiosamente, cuando trató de confrontarlos más tarde, ninguno de sus antiguos colegas parecía recordarlo trabajando junto a ellos. Era como si alguien hubiera borrado su vida. Este fue el momento en que supo que había algo en lo que había descubierto, que no estaba enojado.