Capítulo 5

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Extraños.


38 horas para la hora 0.


Narrador omnisciente.


Han pasado cinco meses desde que las clases en el Rose College acabaron. Al principio, cuando la noticia de la muerte del director sacudió al mundo, las personas estaban alteradas por lo sucedido, el colegio estaba expuesto, a los ojos de todos... pero ahora, las cosas se calmaron, de alguna manera, lograron cerrar el caso de la muerte del director y la hicieron pasar como un suicidio. Las personas lo creyeron, la algarabía bajó, y ahora el Rose College vuelve a abrir las puertas.

– lo hago para protegerte. – insiste Maximiliano.

– lo sé...

– confío en que harás lo que pedí.

– estaré bien, padre. – asegura Yelena.

– igual que el año pasado, Uriel estará contigo por si algo sucede. – le besa la coronilla de la cabeza como despedida. – Klaus también irá...

– ¿qué...?

– mi señora. – llega Klaus, con su sonrisa arrogante y maliciosa. – es un honor...

Yelena tensa la mandíbula, pues sabe muy bien que Klaus se burla de ella...

– Klaus tiene ordenes de no separarse de ti, así que tendrás que llevarte bien con él puesto que estarán meses uno junto al otro.

– ya tengo a Uriel, no necesito un perro que me siga el culo a donde quiera que vaya. – protesta Yelena.

– ya quisieras que... – calla con una mirada fría de Maximiliano.

– Klaus tiene ordenes de no separarse de ti, pero eso no significa que deba estar pegado a ti todo el tiempo, basta con que se mantenga unos cuantos pasos alejado, atento a cualquier especie de peligro.

– no entiendo por qué tanta seguridad, no pasará nada...

– es probable que todos en ese colegio ya sepan quien eres. Confío en tus capacidades, pero no está demás un poco de seguridad.

– señor, el avión los espera. – llega Lionel.

– bien, es hora...

Yelena toma una gran bocanada de aire antes de comenzar a caminar. Hace un mes que se le informó que debería volver a clases en el Rose College, supo muy bien como aprovechar este último mes que le quedaba, pues ahora, en este momento, esta Yelena es totalmente distinta a la de hace cinco meses. Por fin, luego de tanto trabajo consigo misma, puede decir que logró su objetivo, cualquier persona cuerda diría que perdió la cabeza totalmente...

– Yelena. – la llama Maximiliano antes de que cruce la puerta. – no mates a nadie, la Interpol sigue rondando por ahí...

Yelena voltea la cabeza, ocultando la sonrisa involuntaria en sus labios.

– tranquilo, padre. Mientras no me molesten, no mataré a nadie...

No hay nada más peligroso que una persona que, sola, sanó todas sus heridas.

Luego de una hora, Yelena, Klaus y Uriel se encuentran en el avión con rumbo hacia Luxemburgo. Yelena no tiene ni la más mínima idea de lo que se encontrará al llegar, tampoco le interesa saber, su cabeza está centrada en lo que debe hacer a penas llegar...

Yelena Vol.2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora