Capítulo 13

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Tapando el sol con un dedo.


Calma...

Parpadeo varias veces, apago y enciendo el móvil reiteradas ocasiones asegurándome que mis ojos están viendo bien.

Theodora...

Está muerta, y si no lo hizo quien tu sabes quién, estamos en graves problemas.

—llama a Andrés. —escucho como le habla el idiota frente a mí a Blake.

Se aparta, llevándose el móvil a la oreja. Estoy a punto de decir algo cuando mi móvil vuelve a encenderse, pero esta vez no es una foto, ni archivo, tampoco un mensaje; es una cuenta regresiva de un minutos.

—pero qué...

—no entiendo, ¿Quién es Theodora? —pregunta el chico rubio.

—Klaus, sácalo de aquí. —le ordeno en voz baja y enseguida acata mi orden.

—oye, no me tomes así. —se enfada el chico cuando Klaus le toma del brazo.

—necesito que me acompañes afuera un momento. —vuelve a tomarlo del brazo, pero el chico se zafa enfadado.

—solo tienes que pedírmelo, no hace falta que me agarres.

—oye, no es para tanto...

—puede que para ti no lo sea, pero para mí...

—silencio. —alzo la voz.

Mis oídos se agudizan, captando unas pisadas rápidas acercándose a la habitación. Llevo mi mano al arma escondida en mi pantalón, notando como el idiota a mi lado hace lo mismo poniéndose a la defensiva.

Las pisadas se oyen cada vez más cerca y estoy a punto de sacar mi arma hasta que...

—Uriel... —frunzo el ceño al ver su semblante asustado, su pecho sube y bajade manera rápida y por su frente caen gotas de sudor.

Camina a grandez zancadas hasta la ventana, abre las cortinas, dejándome helada cuando mis ojos ven el explosivo con el contador en cinco segundos...

Mierda.

—bomba.... ¡todos abajo! —grita, pero no soy capaz de reaccionar a tiempo.

Siento mi cuerpo ir hacia atrás con fuerza, sintiendo un gran peso caer sobre mí. Mis oídos comienzan a pitar, mis ojos a arder impidiendo que si quiera los pueda a abrir.

Yelena.

Una fuerte presión en el pecho me impide respirar haciendo que abra la boca en busca de aire, pero eso solo hace que tosa con fuerza por el ardor repentino que invade a mi garganta.

Yelena...

El calor insoportable alrededor me hace sudar, pero mi cuerpo tiembla del frío. El ruido de la explosión me tiene los oídos zumbando y mi cabeza dando vueltas.

Yelena, joder. Las estrellas no...

Mis ojos se abren de golpe, el ardor en ellos se intensifica, pero no me importa. El fuego y el humo no me deja ver con claridad, pero no tengo que ver bien para saber a quién tengo encima...

—quítate. —me quejo, pero no se mueve. —imbécil... —trato de empujarlo, pero mis brazos parecen haberse quedado sin fuerza.

Yelena, está sobre ti, su rostro está a un lado del tuyo, pero no hay calor ni signo de...

Yelena Vol.2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora