Capítulo 24

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Corazón sanador.


Minutos antes...


"en la sala del periódico escolar"

Supongo que todos estarán ahí, lo mejor será que no me presente. José y Andrés no están resentidos conmigo, pero no sé si los otros lo están, por lo que prefiero no meterme en problemas y no ir.

¿Qué harás entonces?

<<ir a clases>>

Camino hacia mi casillero, tomo lo que necesito para luego comenzar a caminar hacia mi clase de química. Estoy a punto de llegar cuando...

—Yelena. —Giro la cabeza cuando alguien me llama.

<<Karim>>

Frunzo el ceño cuando se acerca a mí a grandes zancadas.

—Karim que...

No logro decir más, pue sus piernas flaquean mandándolo al suelo de rodillas. Lo miro a los ojos, notando algo distinto en ellos, algo doloroso...

—Karim...

—losiento. —dice apenas en un aludido. —estoy profundamente arrepentido.

—levántate. —siento el peso de los recuerdos volviendo a mi mente. Lo que fuimos hace estragos en mí, haciendo que algo se me atasque en la garganta impidiendo que pueda hablar con normalidad.

—¿Sería mucha avaricia pedirte que me perdones? Se que no merezco tu perdón, pero necesito oír de tus labios que me perdonas, aunque sea mentira, necesito oírlo. —suplica —por favor, miénteme para que este dolor acabe.

Me agacho a su altura, limpiando el rastro de lágrimas en su rostro. Lo miro bien, notando que algo no anda bien.

—¿Qué pasó?

—íbamos a tener un bebé. Estabas embarazada. —se abalanza sobre mí rompiendo en llanto.

Ya lo sabe.

<<la casa de muñecas>>

Un nudo se me forma en la garganta, los ojos comienzan a arderme y siento como la primera lágrima cae.

Ya lo sabe, pero ¿cómo lo supo?

—Karim, mírame —le digo, pero no me hace caso. —Karim. —lo tomo de las mejillas. —mírame. Te perdono. —y con esto rompe en llanto otra vez.

Lágrimas empiezan a caer de mis ojos al recordar todo lo que pasé en ese lugar. Rodeo a Karim con mis brazos dejando que llore en mi pecho. Entiendo como se siente, si por mi fuera, hubiera preferido que no se enterase jamás.

—perdóname, habibi, no estuve para ti. No pude salvarte.

—ya todo eso pasó. —trato de calmarlo, jamás lo había visto así. —no te guardo rencor, Karim.

Nos quedamos así, en el piso y con él en mi pecho sin decir ni una sola palabra.

Nunca pensé que este día llegaría, ni si quiera me imaginé ver a Karim en este estado.

¿Será que siempre estuvo diciéndome la verdad? Él ¿Me ama?

Te lo ha dicho muchas veces, solo tienes que creértelo.

<<Si me ama o no, no importa. Los dos no podemos estar juntos, él necesita casarse.>>

—¿Por qué no me dijiste lo que realmente pasó? —me pregunta luego de varios minutos de silencio.

Yelena Vol.2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora