Yelena Vol.2

Capítulo 31

Herederos.

Pov. Karim.

Estoy embarazada...

Esas palabras se repiten en mi cabeza sin cesar. Voy a ser padre, y lo mejor de todo, de la mujer que amo.

Tengo muchos planes para nosotros juntos, pero primero que todo, debo hablar con mi padre.

Hakim Mohamed no es alguien al que puedas convencer tan fácil, pero yo tampoco lo quiero convencer, se lo que hago y porque lo hago, así que no necesito su aprobación para lo que voy a hacer

En este momento me encuentro arreglando mis maletas. Tengo a alguien que lo haga por mí, pero prefiero hacerlo por mí mismo.

Siento la puerta de mi habitación abrirse, pienso que es Blake, por lo que...

—Blake, no sabes la noticia que me dio Yelena...

—no se de que noticia hablas, pero de seguro no debe de ser buena. —me paralizo cuando siento los brazos de Fátima rodearme de espaldas.

En seguida la separo enfadado

—Que carajos.

—losiento, me emocioné. —sonríe. —pero no te pongas así Karim, al fin y al cabo, tu y yo seremos esposos...

—no te confundas Fátima, yo jamás me casaré contigo. —le aclaro lo más tranquilo para que no se sienta mal.

—sé que ahora estás un tanto confundido con Yelena y toda la cosa, pero déjame decirte que ella no es una buena chica, mucho menos para la corona.

<<como si tu fueras buena para la corona>>

—ella te manipula...

—perdóname, pero ella no me manipula. —la corto de inmediato.

—¿Cómo estás tan seguro de eso? ¿Cómo sabes que lo que tienen es amor?

<<porque la amo mas que a mi propia vida>>

—porque lo sé y ya está. —la corto.

De pronto, escucho pasos acercándose a la habitación.

—te voy a demostrar que lo suyo no es amor. —y sin darme cuenta, mis labios estaban unidos a los de Fátima.

—¿Karim? —me separo al instante.

—¿Yelena? —digo sorprendido, pero al segundo caigo en cuenta en lo que acaba de pasar. —amor, esto... no es lo que parece...yo... —no termino de hablar ya que mi cara es golpeada por la mano de Yelena.

<<si que pega fuerte>>

—dile lo que sientes por mí, mi vida —dice Fátima encendiendo mi ira.

—¡fuera de aquí! —le grito y sale despavorida de la habitación.

Un silencio incomodo se instala en la habitación, la miro a los ojos y lo que veo no me gusta. Puedo permitir esa mirada de todos menos de ella.

—amor yo...

—o me digas amor. —me corta.

Noto como lagrimas se empiezan a acumular en sus ojos.

—no necesito una explicación, ya lo he entendido todo. —una lagrima se desborda de su ojo. —Karim, jamás te he pedido que elijas entre ella y yo, pero se acabó, debes elegir. Es ella, o yo.