Escúchame

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Son las 6 en punto y hard a entrado junto a terror, está a su lado mientras el duerme en calma.

Los doctores nos han dicho que pronto se recuperará y podemos llevarlo a casa cuando despierte.

Hard posiciona su cabeza junto a Terror, y se queda acariciándolo.

Mientras yo la veo de la puerta, está triste.

No se si debo irme o quedarme aquí.

                              Hard

Se que wangi se siente mal, por mi, por desaparecer, y quiero contarle de verdad quiero hacerlo, sería desahogarme de lo que durante años me ha atormentado tanto.

Salgo y el va detrás de mí subo por las escaleras que llevan a la azotea aún está obscuro pero falta poco para amanecer.

Wangi se sienta junto a mi.

Mientras me ve

—Me voy, a la ciudad ha hablar con mis abogados.

—Para...

—La empresa, mi papá —Suspiro para que mi voz no se corte demasíado.

Cuando yo tenía 15 años papá hizo una fiesta en la casa una pequeña, donde invito a su más reciente socio, con el que creo la empresa que nos posicionó en el mercado, Dalalla Corporation, Mi papá tenía 35 y mi mamá 34, fueron padres jóvenes, y mi papá se esforzó mucho por hacer que nuestra empresa creciera y Su socio tenía el dinero, mientras que mi padre la inteligencia e ideas.

Creci tan feliz, Papá y Mamá eran mi vida entera, Siempre salíamos a pasar, y aunque eran estrictos sentía su amor por mi, y su amor el uno por el otro a cada momento.

Papá compro una casa junto a la playa en la que cada domingo comíamos en el patio entre la arena mirando al mar, mientras mamá nos tomaba fotos y yo corría al lado de mi padre.

Pintaba las paredes de tal casa con ayuda de ellos, mientras me decían que tenía mucho talento, tiempo después mi hermoso padre compro una cafetería, porque era adicto al café, cada día lo tomaba mientras preparaba planos para juntas de la empresa.

Todo estaba bien.

Todo hasta esa noche cuando el llegó.

Papá lo presento

Kon Pwian

Tomo la mano de mi madre primero

Daría, Luego tomo la mía y nuestras miradas se cruzaron por un buen rato, no dejaba de mirarme en toda la cena, El tenía 25 y yo 15, una larga diferencia de años que para el no represento nada.

Después de ese día me mandaba mensaje cada día, después me buscaba en la escuela y me invitaba a salir, yo sabía que estaba mal, que no debía, y le pedí que se alejara de mi.

Si me veía con alguien más, o si no le contestaba los mensajes empezaba a reclamarme como si yo tuviera la obligación de estar con él.

No quise contarle a mis Padres, pues sabía que arruinaría su gran negocio, así que me mantube así, escondiéndome de Kon, ignorando sus mensajes, sus llamadas, escondiéndome mientras me esperaba afuera de mi escuela, no entendía porque lo hacía.

—Por favor dejame en paz! tengo 15 años!

—Te esperaré a que cumplas la mayoría —Se acercaba a mi queriendo acariciarme y eso me ponía de nervios, no puedo decir que no me era atractivo pero sabía que estaba mal

—No, déjame en Paz, O le diré a mi padre.

—No le dirás —Dijo mientras me tomo de la cintura jalandome hacia el, lo empuje y mi mano termino en su mejilla mientras empecé a caminar para irme, El rechazo era absoluto.

—Te vas a arrepentir —Dijo mientras me miraba con odio.

Y me arrepentí.

Todo transcurría normal, puedo decir que todo parecía bien, creí que ya había quedado claro que el se iría para siempre.

Un día, exactamente dos días antes del cumpleaños de mi madre, mi Papá llegó por mi a la escuela, pidió a los profesores me dejaran irme con el.

Mi papá estaba muy feliz, pues quería que lleváramos a mamá, a la casa de la playa, tenía una sorpresa preparada para ella.

Su sonrrisa se ensanchaba mientras conducía el auto, y aunque yo preguntaba no quería darme detalles, su cabello despeinado y su traje desabrochado, conducimos a casa.

Pero al llegar un coche estaba enfrente, Kon, papá bajo extrañado y yo detrás de él, abrió la puerta y camino hacia la sala, se escuchaban gritos, gritos de mi madre, teniendo relaciones con Kon.

Mi padre se quedó petrificado, y yo igual que el, no dijo nada, solo se devolvió a mi y me abrazo mientras me dirijía de vuelta al auto.

—No Salgas de aquí, —Todo está bien

Sabía que nada estaba bien

Papá entro y yo salí de auto mientras me acomode afuera de casa para que nadie me viera, mire como papá entro furioso.

—Largo de aquí los dos.

—Yo, Yo —La voz entrecortada de mamá intentaba lidiar con el momento. —Lo amo, y si, me iré con el, hace mucho que no siento nada por ti, eres un poco hombre

Kon se mantenía en silencio, mientras las palabras de mi madre destruyen al hombre que tanto amo.

—Largate.

No puedo creer lo que mi madre a dicho, pasados unos minutos veo a Mamá irse junto a Kon.

Cómo si nada hubiera pasado, como si todo estuviera bien.

Mi papá agacha la cabeza y de desliza hacia el suelo, está llorando y me parte el alma verlo así.

Seca sus lágrimas y se levanta, se que debo ir hacia el auto lo se, el me ordenó que no saliera.

Intento caminar pero mi padre me ve.

Y no dice nada solo me abraza

—Todo estará bien, Lo prometo.

Y creí que sería así, de verdad papá dio todo para que estuviera bien, siguió trabajando como loco, e inaguró su cafetería, me ayudaba a pintar, pasaba tiempo conmigo

—Quiero que siempre hagas lo que te gusta —Decia mientras manchaba mi nariz con pintura
—La vida es muy corta para desperdiciarla preocupándote por el pasado —Acariciaba mi cabello

Papá.

Todo era tan mágico, pero todo tiene un final.


Café frío, café negro.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora