ALBERTO

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HOLI, PERDON SI ME TARDE UN POCO EN SUBIR, ES QUE NECESITABA LA INSPIRACION, Y LA ENCONTRE HOY :3 BUENO ESTE ES UN RETROCESO EN EL QUE ERICK NOS HABLA  MAS DE ALBERTO Y DE LA RELACION QUE ELLOS TENÍAN ANTES DE QUEDAR EN COMA. QUE LO DISFRUTEN


RETROCESO

Perdí la conciencia. Me quede en cero y solo quise

recordarlo.

Alberto.

Era martes, seguramente debí de estar tan presionado por las tareas que ni siquiera pude peinarme de la manera adecuada, pase tres kilos de cera por mi cabello y me puse el primer atuendo que encontré en el guardarropa. Baje por las escaleras en forma de caracol y me dispuse a devorar mi desayuno. El cereal me sabía a nada y los huevos estrellados se habían quemado durante el proceso.Trate de no detenerme e ingerí los alimentos en el menor tiempo posible:

El camión no se detenía por nadie y menos por mí.

El transporte era la mezcla perfecta de sudor y gente apresurada, me colé entre tubos y suelos resbaladizos, hoy el clima era fatídico, las nubes eran grises y tenían formas aterradoras y los rayos no avecinaban nada bueno. Finalmente llegue a la puerta y toque el timbre y las llantas frenaron de una manera atrofiante, baje y tropecé con un charco de agua, mi pantalón rojo se había empapado y ahora era negro.

Me dirigí a la planta alta del edificio y me agarre demasiado fuerte de las escaleras, el vértigo me hostigaba y las alturas eran mi punto débil.

-Con que sigues temiéndole al punto alto del edificio ¿no?- Comento una de mis tantas amigas. La respuesta era sí, pero disfrace mi miedo con un no.

-No tengo miedo, es solo que estoy seguro que el profesor de matemáticas me reprobara- Mentí, la materia me tenía sin cuidado. Era  un desastre con los números y siempre esperaba a los extraordinarios-

-Sospecho que tus miedos, ahora son tres- Expiro mi amiga Karen y enumeró los hechos- Las alturas, el profesor de matemáticas y el chico que trae tu mente loca- Antes de que pudiera decir algo, un fuerte golpe me hizo caer al piso. Alguien había chocado conmigo y ese alguien era él.

-Lo siento- dijo él. Su vestimenta era sencilla, pero emitía divinidad como su voz- Soy muy torpe- Sus disculpas aumentaban mi nerviosismo y todo estaba colisionando en torno a mí-

-No te preocupes- Suspire y corte la plática, como si no hubiera nada  que decir-

Mis pasos se entorpecieron y avanzaron hacia el aula correspondiente. Oí sus pasos detrás de los míos y pensé que tal vez me estaba siguiendo. Entre y me senté hasta el rincón más solo  e inhabitable. Por raro que fuera, Alberto se había cambiado de salón. Las causas eran difíciles de saber, pero eso era seguro. El lucía como ese tipo de chicos que tiene la vida social resuelta y no porque fuera  popular, solo era que tenía un sentido perfecto de conversación. Tan solo en 10 minutos empezó a indagar nombres e hizo más amigos que yo en dos meses. Intente no deprimirme y empecé a hacer bocetos de novelas.

El día pasó de una manera torpe y estresante. Alberto alzaba la mano siempre y contestaba de la manera más acertada. Era tan perfecto que  me enfurecía. Emitía un gruñido leve y casi inaudible cada vez que él  decía un

-Yo lo sé maestro, la respuesta es la decadencia  de la sociedad soviética-Parecía como  si una enciclopedia mundial se hubiera instalado en su cerebro-

Por fin todo tuvo su final. Salimos del pasillo y mi manada de amigas me intercepto. La propuesta de ir a comer pizza era tentadora y no me resistí. Tomamos de nuevo un camión y bajamos en la entrada del establecimiento.

CAÍDOS(LOVEBOYFORBOY)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora