Un hospital cayó a manera de holograma y me vi rodeado de distintos aparatos que controlaban mi respiración y mis latidos, pero no pude verlos. El dolor se intensificaba a manera que no podía ni siquiera pensar en mover el brazo, era como tener una aguja caliente dentro y pensar en eso no ayudaba, los doctores entraban y salían; Examinaban la herida sin intercambiar palabras conmigo, incluso mis chillidos de dolor les eran indiferentes. Pasaron horas antes de que el entrara en la habitación.
Mi familia entro primero, en sus rostros se dibujaba una constante mueca y me abrazaban. La primera en entrar fue Carla (mi madre)
-Hijo ¡Qué diablos te hicieron esos malditos hijos de p!!
-Tranquilízate madre- Le conteste y mire por encima de las ventanillas que daban a la recepción. De momento pensé que el entraría-
-Hijo lo que hiciste fue muy estúpido. Mira que salvar a un chico que no conoces- Al parecer ella se había enterado de todos los detalles
y claro que siempre lo haría. Ella era mi madre.-
-El también intento salvarme- Grite y note que apenas era un susurro lo que emanaba de mi boca-
-Eso no importa. Alberto como se llame- Expiro mi madre y siguió- Vendrá pronto, él quiere verte, sin embargo el shock de los disparos lo dejo igual o peor de desconcertado que a ti-
-¿Qué es lo que quieres decir?-
-Ha pasado tres días desde que te dispararon- Contestó y empecé a aturdirme la cabeza.
No me había dado cuenta del tiempo. Solo miraba a mí controlador respiratorio y me estaba olvidando del mundo, como si se estuviera esfumando, las pequeñas volutas imaginarias flotaban y la niebla
se hacía presente.
-Después de eso- Mi madre exhalo aire de sanatorio y prosiguió- Hubo choques mentales en varios de los chicos que se encontraban en la habitación, algunos tuvieron pesadillas el primer día y también el segundo, de alguna manera enloquecieron-
-Yo también- Un sonido se coló por afuera y ahí estaba el.
Su aspecto estaba decayendo, lentamente se hundía en túneles sin un lugar en el que caer. Su camisa estaba arrugada, su cabello estaba despeinado y tenía arrugas en la cara. Había envejecido en solo tres días y medio, y verlo me deprimía, me llenaba de dolor y yo estaba lleno, totalmente un tanque con combustible.
-Mama déjanos un momento solos- Le ordene a mi madre-
-Deja de darme órdenes, yo estaré aquí si se me da la gana- Emitió su critica
-¡Que te largues!- Estaba alterado, completamente fuera de mi ser, yo no debía
hablarle nunca así.
Parece que mis gritos funcionaron. Ella salió por donde había entrado y un silencio que perturbaba se hizo presente.
-¿Qué es lo que sucede?- Y solté todas las preguntas, las libere de su escondite - ¿Qué te paso? ¿De que tratan tus pesadillas? ¿Puedo ayudarte?-
- Esto fue lo que paso- Dijo y empezó a contar todo hasta el último suceso- Han sido días complejos. Me pesa demasiado el soñar y no pensar en algo hiriéndote, como si algo malo te fuera a suceder, como si te dañaran en otro mundo, como si no estuvieras en la Tierra. Como si estuvieras en un tipo de infierno, por favor no escuches a tu intelecto del todo. No quiero que nada te pase- Comento y luego callo.
-Estas un poco alterado- Logre articularle y decirle- Será mejor que vuelvas a descansar, pasamos por cosas que nadie pasa y creo que estamos un poco traumatizados-
-No me crees verdad-
-Como no hacerlo Alberto. Lo que dices no tiene sentido-
-Entonces no importa ¿Verdad? Soy un loco psicópata, un idiota, alguien que se lo está inventando todo- Una lagrima se infiltro en mis mejillas y sentí un sabor salado. Alberto me lastimaba por primera vez. Un dolor escandalizaba mis venas- Entonces no me queda nada más que decirte. Me iré Erick, pero no vas a volver a saber de mí. Y por favor no hagas algo tonto, porque
acabarás como en mis sueños-
-Solo vete- Musite y señale la salida.
Todo lo que había estado deseando se estaba consumiendo. Alberto por ser evidente, no quería saber nada de mí, solo por no creer en sus estúpidos sueños absurdos, ni siquiera me dio las gracias por salvar su vida, ni siquiera me pregunto sobre la bala impactada en mi brazo, solo se remitió a decirme que no hiciera cosas tontas, que no me adentrara en mis pensamientos y eso sonaba ridículo. Ahora no tenía nada por lo cual luchar. Mañana simplemente sería el chico que estuvo en una masacre, solo sería eso y todo mundo me vería con lastima y serían hipócritas conmigo, de la nada empezarían a quererme y a llenarme de elogios en los que me dirían héroe o superviviente. Ya podía imaginarlo todo.
Antes del miércoles, estaba descansando. Por fin. En el sofá de mi cama con una comida hecha por mí y ahora mismo mis amigas platicaban conmigo. Ellas eran las únicas sinceras aquí. Mi familia estaba hecha un lio y cuando les pedía que si me alcanzaban algo, porque me dolía mi brazo, cruzaban una cara de molestia antes de pasarme cualquier cosa que necesitara.
-¿Y Alberto?- Decía Karen mientras comía una de las rosquillas que me habían traído-
-No lo sé y no me importa- Dije dándole mordiscos a la dona que tenía en manos- Supongo que después de sus ataques no he vuelto a saber nada de él.
-Erick, Alberto ha preguntado por ti unas cuantas veces en la escuela y tu parece que lo odias- Repuso de nuevo Karen-
-Con la escenita que me hizo en el hospital no quiero volver a escuchar su nombre- Solté gruñidos y di por terminada esa conversación-
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Tres días y el espasmo de dolor se evaporizo,
se hizo añicos y podía mover mis articulaciones con libertad. Tome mi ropa y la pase cuidadosamente por mi piel, perfume cada centímetro y cante una canción que hace dos días no conocía.
Hoy tendría que ver a Alberto y sabía que lo peor estaba por venir, pero estaba
decidido a mantenerme fuerte, de pie y contra todo lo que se me cruzara. Mi
madre aún seguía preocupada por el regreso tan inesperado al instituto. Rece
para mis adentros que aquel chico al que quise alguna vez no me volviera a
hablar.
Pero lo hizo en clase de cálculo. Lo intento sin importarle que fuera a ser hosco con él.
HOLA,
Escribió en un pedazo de papel y justo cuando llego a mis manos escribí
NO QUIERO VOLVER A SABER DE TI, ASÍ QUE OLVIDALO.
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CAÍDOS(LOVEBOYFORBOY)
ActionTodo ha cambiado. De inmediato he abandonado mi cuerpo- Dijo el- Entonces se hayo rodeado de un bosque, de un par de chicos y de un terrible misterio. Los demonios acechan y pronto no dejaran que te vayas- Dijo Malcome- Bienvenido al purgatorio -¿...