CAÍDOS(LOVEBOYFORBOY)

LA MUERTE INTERNA DE BEN

CHICOS  GOLPEENME :( NO HE SUBIDO EN UN BUEN RATO,  ESPERO Y ME SIGAN, EN SERIO LAMENTO  HACERLO.- EL CAPITULO NARRA  EXCLUSIVAMENTE LA VIDA DE BEN, ASÍ QUE SI GUSTAS  LEERLA LO AGRADECERÉ ETERNAMENTE)

25

-Se quebró dentro de mi alma, se desmoronó-

Yo y Eric habíamos pasado días juntos y las horas se acortaban y contaba los minutos con los dedos de mis diminutas manos para volverlo a ver. Los fines de semana eran los peores, la sensación de jugar sobre la mesa con él, me hacía entrar en un estado de nostalgia pura, tan pura como el rio que visitábamos después de clases, el sorbía agua y yo lo hacía reír hasta que un torrente salía de su boca en carcajadas y yo solo miraba su sonrisa, gracias a él, no había tenido un ataque en meses, era una medicina alternativa, era una capsula que me sorprendió con sus efectos, los síntomas estaban desapareciendo por completo, ya no sentía rabia, solo el extenuante amor por él, quemaba un poco, pero era mejor que el frio .

Un teléfono emitió un sonido y conteste al instante, del lado de la otra línea Eric respiraba con dificultad, sentí un raro presentimiento.

-¿Qué pasa?- Pregunté mientras envolvía el cordón del aparato telefónico entre mis dedos-

-Me cambiarán de escuela- Sollozó y esas cuatro palabras hicieron una muralla eléctrica que se orilló hacia mí, las metáforas no eran mi fuerte ahora, solo sabía que dejaría de verlo-

-Tranquilo, ¿Por qué te oyes de esa manera?- Susurré para dar un aspecto tierno a mi voz-

Era imposible que un chico de diez años sonara tan deprimido, cuando debería de estar tan lleno de vida.

-No volveré a verte, eres mi único amigo, tú lo sabes, yo lo sé, todo esto es una mierda- Y oí un golpe en la puerta, Eric hería sus dedos mientras apuñalaba todo, pude imaginarlo desde ángulos distintos-

-Tranquilo, para, iré a tu casa en una hora- Y colgué el teléfono, lo dejé caer y perdí parte de mi intelecto-

Al pasar la cocina y demás cuartos todo estaba desierto, cogí la bicicleta que estaba puesta en el césped y pedalee mientras una mezcla de aire empezaba a nublar mi camino, las hojas salían disparadas en todas direcciones y la vista se hacía borrosa. Finalmente divise la casa de Eric y tomé valor para entrar. Las puertas estaban abiertas, como si alguien supiera que iba a venir, las cortinas se abalanzaban unas a otras y el hogar de mi mejor amigo parecía inhabitable, al igual que las casas que llevan abandonadas un centenario. Solo un par de sofás se encontraban alrededor, no había cuadros de la niñez de Eric, ni de la boda de sus padres, no existían candelabros que colgarán del hogar y alumbrarán a pesar de que eran apenas las dos de la tarde.

Mis rodillas se doblaron en un microsegundo y se apoyaron en la alfombra que los padres de mi fiel chico solían limpiar con una aspiradora, la señora Carla siempre presumía los artefactos que adquiría en Internet, ella decía "Mira, el mundo es asombroso, tecleas un par de números y haces clic y de repente tienes una lavadora a domicilio" y el señor torcía la boca hacía su esposa, las cosas no iban bien entre ellos, pero yo nunca interfería, solo dejaba los insultos que se hacían mutuamente a la deriva.

Lloré, suplanté el amor que sentía y el ataque empezó, empecé. Mordí las comisuras del piso de poliéster y me metí dentro de él, empecé a rasgar los muros y tragué la arcilla que desprendían, y mi puño impactó una ventana. Justo antes de que empezar a ingerir vidrios todo se puso nublado y la niebla cubrió todo.