Yume Shimizu

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Akiko temblaba,sabía en lo que estaba pensando.
Seguramente sentía que era su culpa,que era una asesina y ella había matado a Kora.
Técnicamente si lo había hecho,pero era la mejor opción,ella se lo merecía y Akiko nos salvó de esa loca,aunque no pudo salvar a Akira.
Todo el cuerpo de mi mejor amiga temblaba,ella sollozaba,Hana y Kaori se abrazaban,pero nadie abrazaba a Akiko,así que me acerqué a ella y deje que apoyase su frente en mi hombro y se desahogase.
Sentía escalofríos.
Aunque quería encerrarme en un baño y esperar a que todo acabase,sabía que no podía hacerlo,tenia que quedarme a su lado,porque la quería.
La quería demasiado,aunque no quiera admitirlo la quería más de lo que debería,era malo para mi,saber que ella solo me veía como su amiga,pero simplemente no podía alejarme de su lado,prefería quedarme con ella y auto envenenarme con su amistad a volver a quedarme sola.
-Yume,promete que no me dejarás morir sola.
Me miro,sus ojos afilados se clavaron en los míos,los suyos estaban rojos he hinchados mientras que los míos seguramente reflejaban cansancio.
-No te dejare morir y mucho menos sola.
Ella no tenia la intención de morir ¿verdad?
-Entonces,si yo muero...
-¿Que?
-¿Morirías por mi?
Mi corazón dio un vuelco y se me erizo todo el vello corporal.
Mi corazón me gritaba que dijese que si.
¿Pero eso era en verdad lo que pensaba?
¿Estaba realmente dispuesta a morir por Akiko Kimura?
Mi amiga de la que estaba enamorada.
La única que estuvo para mi siempre.
La única persona a la que quiero.
¿Estaría dispuesta a matarme por ella?
Mi vida es preciada supongo,aunque sólo sea una entre billones,no haría ninguna diferencia,pero es mi vida y tengo derecho a decidir qué hacer con ella.
-Si.
Y había decidido que no la dejaría morir sola,si ella muere yo iría detrás.
Akiko volvió a abrazarme,esta vez con mas fuerza que nunca.
Yo enredé mis brazos en sus hombros y miré los cadaveres de Kora y Akira.
Ella se odiaban,pero murieron juntas.
Ese baño estaba lleno de muerte,y hace poco que los cadaveres encerrados de los baños no podían seguir siendo ignorados debido al olor nauseabundo que desprendían.
Un olor a una vida arrebatada,arrebata por quien sea que nos haya encerrado allí.
Mientras abrazaba a Akiko puede notar algo,un punto rojo que brillaba en una esquina del techo.¡¿ERA ESO INA CÁMARA!?
La esperanza volvió a mí por unos instantes,una cámara ¿como no la habíamos notado antes?
Empezaron a salir lágrimas de mis ojos,lágrimas de esperanza y felicidad mezcladas con rabia y tristeza.
Me aferré a Akiko aún más fuerte,tanto que caímos al suelo,y ella apoyada en mi pecho y yo con los brazos extendidos en euforia dormimos (por lo menos yo) llenas de esperanza.
Tal vez confundíamos la fe con la locura y simplemente habíamos perdido la cabeza.
Pero que importaba,que más da,da igual.
Da igual
Da igual
Da igual
Podrían matarme ahora mismo y me daria igual,estaba atraída en un baño de la muerte con mi mejor amiga y otras dos chicas que no conocía de nada y seguramente muramos.
Pero esa cámara significa que alguien nos está vigilando.
No todo está perdido.
La mañana o tal vez la tarde me pillaron completamente despistada.
Desperté sintiendo el peso de la castaña de ojos afilados encima mío.
Akiko parecía un gato,si la reencarnación es real,ojalá ella pueda reencarnar como un pequeño gato negro de ojos amarillos que es conocido por todos en el barrio y todos sus habitantes quieren acariciarle a lo que el gato que alguna vez fue Akiko solo ronronearia.
Ese pensamiento fue mínimamente feliz,pero era lo que necesitaba.
Agite el cuerpo que descansaba encima mío como si fuese un saco de boxeo,hasta que al final logre despertarla.
Se sentó encima mío y me sonrió.
Esos pequeños instantes de felicidad se sentía como un sueño,uno del que prefería no despertar nunca,pues la realidad que me esperaba más allá de la protección imaginaria que mi mente me brindaba,era debastadora.
El ambiente feliz se desvaneció en cuanto vi que otro cubículo había sido cerrado.
Al parecer ya habían metido allí dentro los cuerpos de Kora y Akira.
En el primero de los seis baños descansaba el cuerpo de Hatsune Yukimaru,la optimista de dos coletas.
Detrás de la segunda puerta,Mai Makuda,la pequeña asocial.
En el tercero,el cadaver de la suicida Mei Miku.
Cuarto baño,el ángel que resultó ser un demonio,Kora Miko y Akira Akemi,la chica que si merecía vivir.
Solos había dos lugares libres,quedábamos cuatro ¿Quien será la siguiente en ocupar un baño?
Tal vez sea Akiko,pero espero que no.
Alomejor soy yo,aun no es tarde para mi.
Mi amiga castaña tenia la mirada perdida en el mismo lugar al que yo miraba,el quinto baño.
Derrepente todas mirábamos allí,pensando en quien sería la siguiente en ocupar un lugar junto a los cadaveres putrefactos de las que alguna vez fueron nuestras amigas y compañeras de clase.
Todas estábamos asustadas.
¿Cuantos días habían pasado ya?
¿Nueve tal vez?
La peor semana y dos días de mi vida entonces.
Akiko se levantó de encima mío y se fue a sentarse encima de los lavabos.
Esa fue la señal para que cada una siguiésemos con nuestras cosas,llevando mentalmente una cuenta atrás hasta la próxima víctima.
Decidí sentarme en el suelo de piernas cruzadas y mirarme las manos,para sentir que era real.
Podría haberme decantado por ir junto a mi mejor amiga,entonces habría escuchado como sollozaba llamándose a sí mismo asesina,lamentándose por la muerte de una chica que si la merecía,entonces yo la habría consolado y tal vez podría haberla hecho cambiar de opinión.
Pero no sabía lo que ella estaba pensando,así que seguí de piernas cruzadas escuchando sus sollozos.
Todas los escuchábamos.
Pero no podíamos ayudarla.
Solo fueron unos segundos en los que desconecté de todo y simplemente me metí en mi propio mundo.
Pero esos segundos bastaron para perderme todo el caos.
Había muchos gritos,pero simplente mis oídos no los filtraban,sonaban como en un plano paralelo al que yo estaba.
Al final volví en mi misma,está vez los gritos si se escuchaban reales.
Hana y Kaori golpeaban la puerta del quinto baño con desesparcion,gritando algo sobre no ser una asesina.
Estaba claro lo que pasaba ¿no?
Me abrí paso hasta ese baño y lo golpeé con fuerza,acompañada de desesperacion.
-AKIKO ABRE LA PUERTA
No podía ver lo que hacía,solo se escuchaban golpe en el suelo.
Golpes secos.
¿Que es lo que estaba golpeando?
-losiento,pero se lo debo a Kora
Solo por ese instante los golpes cesaron,pero luego volvieron con más fuerza.
No sabía cómo coño abrir la puerta.
Con la mirada vi la tapa del retrete,lo que originó todo esto.
La cogí para golpear la puerta con fuerza.
Parecía que no iba a servir para nada,hasta que un gran agujero se abrió en la puerta.
Akiko clavó sus ojos amarillos en los míos por unos instantes.
Iba a detenerla,pero los brazos de Kaori me frenaron.
-No lo hagas
-Su cabeza está muy dañada,aunque la frénenos no podríamos parar el dolor que sentirá
Ellas no lo entendían.
-NONONO,TENEMOS QUE PARARLA
Por mucho que yo patalease,ellas me tenían sujeta,no podía moverme,solo me quedaba mirar.
Otro golpe resonó por toda la estancia.
Solo que ese golpe fue el último,la cabeza de la que alguna vez fue mi amiga y la persona que me gustaba ahora estaba rodeada por un gran charco de sangre.
Su cadaver ocupaba el quinto baño.
El mío será el que ocupe el sexto,se lo prometí.
Akiko Kimura había muerto y yo había prometido morir junto a ella.

Saki Sanobashi / Go for a punchDonde viven las historias. Descúbrelo ahora