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Martes 18 de noviembre 2014 marcaba el calendario

La casa estaba en completo silencio, las cortinas que usualmente nunca se corrían ahora habían sido retiradas hasta el final para que los rayos de sol bañaran todos los espacios posibles del primer y segundo piso. Fue el mismo Jae, quién le sugirió tanto a los padres de Minji como a sus hermanos que salieran a distraerse toda la tarde, la morena no mejoraría ni cambiaría su estado, peor, ellos terminarían enfermándose si no salían de la monótona rutina

Subió lentamente peldaño por peldaño la escalera, asomó su rostro por la puerta y allí vio lo que para otros podía ser bizarro e increíble, una mujer sosteniendo la mano de su otra igual.

Cavendish sostenía la mano de Lee como si de una gemela se tratara, sabía que se trataban de la misma persona, sabía que bajo sus dedos estaba la mano de ella que había nacido 300 años después, de nuevo. "Por mí culpa estoy en coma ahora, por mi culpa estoy haciendo sentir mal a mi familia del siglo 21". De reojo vio la silueta del coreano, susurró su nombre para que se acercara a ambas.

Minji: Es la segunda vez que me veo y me aterra ¿Sabes? Porque sé que cuando me vaya, yo, como Cavendish en este siglo estaré muerta, pero yo seguiré viviendo el presente en el siglo 18, en cambio yo como Lee despertaré y no sabré todo lo que hice, no sabré que viajé, no sabré quién es Yoohyeon. Me aterra nacer de nuevo

Jae: Es complejo hablar de esto. De hecho, el viaje en el tiempo era imposible hasta que lo lograste, bueno, o eso creíamos. -se sentó al borde de la cama sosteniendo la otra mano de Lee que descansaba en su regazo- Cuando vuelvas al pasado simplemente para nosotros ya habrás fallecido, todo lo que sea pasado no existe, solo nuestro presente. En el presente, en el siglo 21 eres Lee y tienes una misión importante también ¿O crees que la tarea de enamorarse solo es para Kim?

Minji: Espero logre amarla como Lee y ella me ame a mí

Jae: En el fondo son la misma persona, solo que cuando despiertes será como tener amnesia –Le acarició la mejilla a la inglesa- ¿Sabías que tus padres y hermanos, tus amigos del siglo 21 te hacen ejercicios? –la ceja arqueada de la morena delataba su ignorancia en el tema- Bueno, para que sepas, si una persona no se mueve por mucho tiempo se le empiezan a atrofiar los músculos, empieza a adelgazar, aquí deben alimentarte por sonda y reforzar los cuidados para que no sigas bajando de peso, van casi 4 meses en coma. Si te ves tan sana es gracias a la familia que te cuida

Minji: Y mi cabello está increíble –tocó las ondas oscuras de Lee Minji que se esparcían por los hombros- Me cuidan como si fuera una muñeca –hablaba orgullosa de lo que le esperaba cuando volviera a nacer, sus ojos brillaban con lágrimas que no caían- No quiero caer en la droga Jae ¿Cómo lo hice?

Jae: -se puso tenso como una piedra- Es algo que no puedo decirlo, no quiero alterar las cosas. Así como Sounya no te dio información, yo no puedo revelarlo todo. Nada pasa por equivocación –le besó la mejilla y se apartó para que pudiera estar a solas literalmente consigo misma.

Minji necesitaba eso, motivación, darse cuenta por qué tenía que luchar, por qué tenía que hacer sacrificios, si hoy no era feliz mañana debía serlo. Sentada al costado de la cama, Cavendish observaba a Lee que nada mas respiraba, sabía que era un cuerpo funcionando como si de una máquina se tratara, un cuerpo sin alma que se mantenía con vida a base de los cuidados de la gente que la amaba y porque había una mujer esperándola.

Los dedos de Cavendish se posaron en la frente de su yo actual para hacerle la señal de la cruz, no lo demostraba siempre pero era una fiel creyente de Dios.

Minji: Haré todo lo posible para que cuando despierte en el siglo 21, sea feliz, te lo prometo.

Como el ambiente en la casa se había vuelto gris con el paso del tiempo, el coreano y la inglesa decidieron llenarlo de vida y color para que los Lee mantuvieran la esperanza que su hija despertaría pronto. Llenaron los floreros con rosas que eran las favoritas de la señora Lee, corrieron las cortinas, compraron deliciosos regalos que dejaron en la mesa para que fuesen vistos y degustados apenas ellos llegaran.

Between love and timeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora