Between love and time

*39*

[Pañuelos a la mano, chau]

La mesa en la que estaban sentados era larga como un camino con bancas de madera a cada lado para que todos cupieran. No estaban toda la familia Kim en sí, porque era difícil, sin embargo, estaba la mayoría y con ellos ya hacían muchas personas en el paseo.

Minji se dedicó a observar a todos, mientras masticaba la carne de su asado, el júbilo en sus rostros era grande y la alegría que expresaban en sus chistes y risas también. Tanta alegría abundaba en el aire que nadie podía fijarse que los ojos de ella habían sido cubiertos por ese manto de tristeza tras sentir algo extraño en su pecho, mañana se iría, sí pero ¿Cómo decírselo a Yoohyeon sin arruinar este momento? Ella estaba feliz, por supuesto que lo estaba, si se rodeaba de la gente que más la amaba, no quería hacerla sentir mal pero tampoco podía confiarse de las circunstancias, tenía aun dos personas de quién despedirse aparte de ella.

Chaerim: ¿Se acuerda suegra? Cuando Yoohyeon se puso su maquillaje a la edad de tres años

Abuela: Era una linda princesa –toda la mesa se remeció en carcajadas, Minji solo se limitó a sonreír apretando sus labios para no reírse también ¡Cuán adorable y graciosa debió ser esa imagen de la ojimarrón!

Yoohyeon: Gracias abue, gracias mamá, creo que no cooperan para que me sienta mejor –lo dijo en un tono fingidamente ofendido

Abuela: Tranquila amor, con o sin maquillaje, princesa o no creo que al menos hay acá una mujer que te amaría como fuera, sin contar a tu madre y a mí –varias miradas se posaron con diversión sobre Minji mientras esta comía callada y sonrojada. Yoohyeon la miró unos segundos, sus mejillas coloradas, su vergüenza y ternura le caló hondo. ¡Qué bella!

El resto del día los Kim se la pasaron inventando juegos familiares, competencias en la piscina a los mejores saltos, cartas y la cosa seguiría hasta entrada la noche cuando hicieran una cabalgata por Riverside y una fogata para terminar antes de acostarse entrando la madrugada.

Minji cayó encima de una tía de Yoohyeon porque habían sido pareja en las "carreras de tres piernas", trataron de correr mucho más rápido pero antes de llegar a la meta la risa las invadió de tal manera que les fue imposible continuar. La inglesa apartó los pensamientos negativos por un momento para darse el lujo de disfrutar y tener felicidad, pero cuando el sol se fue ocultando, cuando el cielo convirtió su celeste color a matices anaranjads, supo que era hora de hablar.

Se quitó parte del césped de los pantalones y le preguntó a Dayana si estaba bien, nunca había jugado esto en el pasado ¿La mirarían extraño si propondría algo así como diversión?

Yoohyeon: Minji, iré con mi papá y mis primos a traer caballos para la cabalgata ¿Estarás bien? –rápidamente la morena perdió el color de su piel- ¿Sucede algo?

Minji: -miró a su alrededor, las sonrisas de quienes estaban cerca y quienes estaban más lejos, aún no habían instalado su carpa- Yoohyeon ¿Podemos hablar a solas? –asintió con un mal presentimiento dentro de su pecho, desde lejos le hizo una señal a su padre para que continuaran sin ella.

La abrazó de lado y juntas caminaron hacia los columpios que estaban abandonados,  escuchando sus pisadas en el césped y las hojas secas. El terreno que habían adquirido sus abuelos realmente fue la mejor inversión que habían hecho, tenía de todo y era un sitio privado ideal para divertirse en familia alejados de tanta cámara y gente hipócrita a su alrededor.

Se sentía agotada, quería dar ese paseo en caballo por algunos sitios en las lejanías de Riverside pero cuando vio el rostro de Minji hace unos segundos notó de inmediato su cambio de humor. Se sentó en el columpio y dejó que la morena se acomodara igual que una niña sobre sus muslos, varios mechones del cabello oscuro de ella rozaron su nariz permitiéndole respirar su perfume. Estaba enamorada, lo sentía así, pero temía hablarlo con tanta libertad. Acercó sus labios al borde de su oreja para susurrarle con calidez