*38*

123 20 14
                                    


Viernes 19 de diciembre 2014, al otro día

Minji peinaba frente al espejo su sedoso cabello, aunque pareciera que observara su reflejo en realidad sus ojos estaban centrados en otra cosa mucho más allá del presente. ¿Estaba haciendo bien al reunirse con San? Esta tarde sería el único momento en el cual podría despedirse de él porque estaba segura que se iría más que "muy pronto", además el resto de minutos u horas aquí en el siglo 21 los quería pasar con la mujer que amaba. Volvió a la realidad al escuchar el timbre del departamento sonar, miró hacia atrás viendo como la figura de Yoohyeon se erguía en todo su esplendor al pararse, las emociones de su rostro no eran fáciles de ocultar, era evidente que estaba preocupada.

Yoohyeon: Te han venido a buscar –lo dijo en un tono cantarín lleno de sarcasmo, más que eso eran celos y Cavendish lo sentía. Algo extraño le ocurría a Kim respecto a quién suponía era su mejor amigo.

Minji: ¡Espera Yoohyen! No abras –susurró antes de dar pasitos hasta ella y abrazarla por el cuello, la ojimarrón no parecía muy feliz, pero no negó su contacto, al contrario, la sostuvo de la cintura y la apretó contra su cuerpo- Quiero que entiendas que me estoy arreglando porque iré a ver a quienes fueron mis alumnos, no es por el señor Özkan, digo, San

Yoohyeon: ¿Qué te hace pensar que estoy celosa? –la inglesa levantó su ceja lentamente para desafiar sus palabras, no podía mentirle- Está bien, está bien tienes razón, pero es algo más que eso y no quiero hablarlo ahora, trata de no tardar demasiado ¿Sí? Me reuniré con mi mánager, invertiré mi tiempo en revisar otros proyectos, cuando estés lista en la tarde puedes llamarme para estar tranquila ¿Lo prometes? –asintió haciendo pucheros con su labio inferior. Aquel gesto tan infantil apretó el corazón de Yoohyeon ¡Pero que bella e irresistible lucía! Fue imposible "no" darle un beso para dejarle claro sus sentimientos, tirar de sus labios y acariciar su lengua lentamente fue lo segundo- Ve antes que se vaya

Minji: Nos vemos, preciosa

San quería saludar a Yoohyeon para quitarse el malestar de su pecho, pero cuando abrieron la puerta apareció la figura de la inglesa. Iba a preguntar dónde estaba su amiga, pero se quedó callado cuando esta cerró tras de sí la puerta. Aunque sonreía, sus ojos oscuros reflejaban ese brillo triste que es imposible ocultar ¿Habrían discutido? ¿Se sentía mal de salud? Le dedicó la mejor sonrisa que tenía antes de apretar el botón del elevador que lo llevaría hasta el primer piso.

San: Si me lo permites puedo decir que luces increíble, sin embargo –hizo un gesto en su propio rostro- hay algo en tus ojos que no refleja la felicidad de tu sonrisa ¿Estás bien?

Minji: Déjalo así, no nos preocupemos de pequeñeces, tenemos cosas que hablar San y aprovechar la tarde –puso una mano en su codo para afirmarse de él y caminar juntos así, lo consideraba su amigo, la había tratado muy bien desde el principio pero no podía hacerse cargo de las cosas que sintiera- ¿Vamos?

San: Conozco un restaurante muy bueno, es griego, la comida es excelente y te va a encantar –ya habían llegado al primer piso. La muchacha trató de despejar su mente y prestarle la atención que el turco merecía.

El viaje al restaurante fue bastante bueno, manejaba de manera suave y rápida a la vez. Sus ojos  brillaban con tanta intensidad a la luz del sol que fue imposible no mirarle unos segundos ¿Existiría la mujer que llegase a enamorarlo? ¿Habría aceptado el hecho que ella no estuviese interesada en algo más que una amistad?

Llegaron al restaurante ubicado cerca de la interestatal 405, a la altura de Arbor Vitae Street. "Aliki's greek taverna" era pequeño pero muy bonito y, según el turco, la comida era exquisita. Saludaron al atravesar la puerta de entrada y buscaron una mesa cerca de cuadros con fotos de Grecia. Los ojos de la inglesa brillaron al ver el cuadro que tenía la foto del "Monte Athos".

Between love and timeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora