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Cuando en Hollywood se cree que todo es pasajero, Hyun Joong y su esposa Chaerim demostraron lo contrario. Ambos famosos y talentosos actores de cine y TV, contrajeron matrimonio hace 30 años y hasta el día de hoy su amor seguía tan fuerte como el primer día que se conocieron. De esa unión nació la única hija que poseían, Kim Yoohyeon. Cuando tus padres apenas poseen tiempo para verte fuera de los escenarios, pero más aún cuando son famosos, la forma de criar será completamente distinta. Te consentirán en tus caprichos para compensar la ausencia, pero también velarán para que de alguna u otra manera tu potencia se desarrolle. Los Kim descubrieron que desde pequeña su hija mostraba interés por la actuación y las cámaras, la llevaron a las mejores escuelas de actuación y castings para modelar conjuntos de ropa. Pero cuando entró en la adolescencia, Yoohyeon decidió que prefería formarse como modelo profesional una vez terminara la escuela.

En la actualidad Kim Yoohyeon tenía 26 años, ser hija del matrimonio Kim le trajo sus beneficios para que su fama aumentara, pero eso sumado a su talento, cuerto, rostro, mirada penetrante y sonrisa perfecta, hizo que su popularidad creciera de forma exponencial. ¿Cómo no tener el ego en las nubes cuando poseía una legión de miles de fans alrededor del mundo? ¿Cómo no alardear cuando le habían ofrecido su primer papel importante en el cine?

Yoohyeon se encontraba en medio del centro comercial, sentada tras una larga mesa con mantel negro, esperando que una a una de las fans se acercaran para recibir su autógrafo. Sabía que era narcista, tirana y poco tolerante con la mayoría de las personas, pero le era imposible comportarse como una idiota con todas esas chicas que la miraban con brillo en los ojos al tenerla al frente, no importaba la contextura física, edad o color de piel, cada una de ellas le dedicaban parte de su tiempo y eso ella lo agradecía. Quizás no era tan mala ¿o si?

Yoohyeon: ¿Cuál es tu nombre, pequeña? - la niña de 5 años miraba sorprendida la enorme fotografía de Yoohyeon tras ella que decía "Fanmeeting con la gran Kim Yoohyeon". Cuando se dio cuenta que le hablaba a ella la miró a los ojos - Hola linda.

XX: Valery, me llamo Valery y he sido fan tuya toda mi vida.- se mordió los labios ¡Qué fascinante declaración!

Después de firmarle y darle un beso en la mejilla, se dio cuenta que la mujer a quien le había dado la tarea de acompañar a la psicópata y darle consejos para sus compras, estaba parada tras un pilar tratando de llamar su atención. Estaba pálida, con la mandíbula tensa y se arreglaba el cabello cada 3 segundos. Algo malo estaba pasando y no se había equivocado porque la mujer cogió el teléfono para llamarla, era casi imposible acercarse con cientos de adolescentes ahí parados.

XX: Señorita Kim ¿Está con usted o se ha comunicado con usted la señorita Cavendish?

Yoohyeon: - frunció el ceño por esa pregunta - ¿No te dije que no te apartaras de ella durante las compras?

XX: Es que...- tragó saliva, a pesar de la distancia podía ver cómo se movía de un lado a otro - Es que le pedí dos minutos para entrar a una tienda porque una joyas lucían preciosas, pero cuando volví no estaba, ya he buscado por una hora y no la encuentro.

Yoohyeon miró hacia los lados en busca de una respuesta, no podía huir cuando aún quedaban al menos 100 fans que querían su autógrafo y otro más apostadas en la terraza del centro comercial para fotografía. Pero ¿Qué era más importante en este momento que la vida de una persona? Nada lo era, aunque odiaba admitirlo, nada era más importante que irse de acá e ir en busca de esa maldita psicópata sin sentido de la orientación. Era una paciente con amnesia que debido a algún extraño daño en su cabeza no recordaba las cosas básicas para sobrevivir ¡Cualquier imbécil podía aprovecharse de ella! "Esa noche lo último que recuerdo fue a un hombre tratando de abusar de mi".
Recordó las palabras de Minji cuando conversaban en el hospital. Todos se dieron cuenta del cambio brusco en su rostro, estaba más pálida de lo normal, no sonreía y la mano le temblaba mucho. Por supuesto que tenía miedo porque egocéntrica o no, era la vida de una persona la que estaba en juego y eso a cualquier le preocuparía ¡Más encima estaba bajo su cuidado!

Between love and timeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora