Estaba en mi habitación, todo se veía normal, souya estaba allí con su radiante carita y presencia.
—Sabía que todo era una pesadilla, Souya, mi amor —solté lágrimas de felicidad.
Gracias, gracias, pude despertar, ¿Verdad? Todo era un sueño, ¿No?
—Hyung, lo siento.
—¿Qué?
—No pude protegerte, pero siempre estaré para ti.
—¿Qué estás diciendo?
—Despierta, abre los ojos... Huye de allí mi amor.
—Souya, no...
De repente todo a mi alrededor se hizo neblina, ya no estaba en mi habitación, todo se derrumbaba, Souya se alejaba.
—¡Souya no! ¡Por favor, no! —grité desesperada— ¡Souya! ¡Souya!
Un movimiento brusco me sacó de mi trance, Kisaki me había golpeado contra el sofá.
—¡DEJA DE DECIR SU NOMBRE! —gritó con rabia.
Lo miré sorprendida y volví a llorar. Entonces todo era real, toda esa mierda había sido real. Kisaki soltó mis brazos con brusquedad y se levantó volviendo a vestirse.
—Me voy, más te vale que no intentes escapar, porque no podrás hacerlo. Morirás antes de llegar a las escaleras.
Tras decir eso se fue y yo me quedé en el sofá, abracé mis piernas con rabia e impotencia, mi corazón estaba herido al igual que mi cuerpo.
—Souya, te extraño tanto...
Me levanté, no podía seguir semidesnuda en ese lugar. Recorrí todo el departamento buscando alguna habitación donde pueda conseguir algo de ropa, finalmente encontré una que tenía incontables trajes elegantes, todos de mi talla.
—Maldito enfermo —maldije a Kisaki.
Agarré uno de esos trajes y me lo puse, era demasiado para mí, me sentía muy incómoda. Busqué en todo el armario uno más sencillo, pero no encontré, así que me quedé con ese. Fui a agarrar mi pantalón destruído y revisé si el anillo seguía allí, sonreí en un suspiro.
—Debo esconderte —susurré regresando a la habitación.
Entré al armario y saqué una pequeña tabla del suelo, rompí un trozo de mi pantalón e hice una pequeña bolsa de tela.
—Eres lo único que me queda de Souya además de mi amor por él, voy a cuidarte —dije eso y volví a ordenar la tabla, coloqué unas cajas de zapatos encima para que nadie la vea.
Sentí pasos y me metí al armario, no tenía ganas de ver a Kisaki. Me quedé en silencio abrazando mis piernas.
—¿No dijo Hanma que estaría aquí? —dijo un joven de cabello negro.
—Ese idiota, ni siquiera sé por qué nos dijo que viniéramos si ni confía en nosotros —suspiró otro sujeto también de cabello negro, pero este era un poco más largo.
—¿Te enteraste lo de los gemelos Kawata?
—No me lo recuerdes, nunca había visto a Nahoya tan destrozado.
¿Nahoya? ¿Qué están diciendo?
—Ese maldito Kisaki, de seguro tuvo algo que ver —apretó sus puños.
—Aunque así fuera, no podemos hacer nada, Chifuyu. Cuanto más cerca estemos de él, podremos acabarlo más rápido.
—Lo sé, solo que me enoja esta situación. Esa noche todos estaban felices festejando con los gemelos y al día siguiente ya estábamos por enterrar el cadáver de Souya.
Mi cuerpo se quedó helado al escuchar eso, abrí lentamente el armario y los dos chicos que estaban allí se alarmaron al verme. Lágrimas caían por mis ojos y mis piernas temblaban.
—¿Souya está muerto?..
Chifuyu y Takemichi me observaron asustados, ambos cubrieron sus bocas maldiciéndose a sí mismos por hablar de más.
—Hyung, yo-
—Por favor, solo dime la verdad...
Takemichi parecía querer desvanecerse, en su lugar habló Chifuyu.
—Lo siento, Hyung. Souya murió hace ya unos días.
Caí al suelo y Chifuyu inmediatamente fue a ayudarme, comencé a ver todo borroso, tenía muchas náuseas y me sentía débil, me desmayé al no soportar tal información.
Kisaki, me las vas a pagar...
Desperté sobresaltada y ambos chicos estaban frente a mi, ahora se le sumaba Hanma.
—¿Me van a decir qué sucedió? —dijo Hanma para después soltar humo de su cigarrillo.
—Cuando llegamos estaba en el suelo, no sabemos qué fue lo que pasó —habló Takemichi.
—Ya veo —habló Hanma con seriedad mientras apagaba su cigarrillo, inmediatamente apuntó la cabeza del pelinegro con su arma— ¿Creen que soy imbécil?
Me puse de pie y el arma pasó a apuntarme a mi.
—Muévete Hyung.
—Si vas a matar a alguien, será a mi, ¿Te dije que quería morir o no? Claro, tendrás que aguantar los gritos de Kisaki.
Hanma rio ante mi comentario y bajó lentamente su arma.
—Veo que te has acostumbrado a tu dulce vida de recién casada, ¿No? ¿Ves? Te dije que estarías mejor con Kisaki que con Souya.
Apreté mis puños ante su comentario, pero no iba a caer en su juego.
—¿Kisaki te mandó a que me vigiles o no? Eso significa que debes cuidarme, tengo hambre, ve a comprar algo de comer.
Hanma frunció el ceño ante lo que dije, se acercó a mi intimidante, pero solo levanté la mirada posando fijamente mis ojos frente a los suyos. Parecía querer maldecirme de mil maneras, pero en su lugar puso un dedo en mi frente y la empujó levemente para luego suspirar.
—Iré por cigarrillos y una hamburguesa para su majestad —dijo haciendo burla.
Hanma le dijo a Chifuyu y Takemichi que vigilen la entrada y ellos lo siguieron, Chifuyu antes de irse, me miró con tristeza, parecía querer decirme algo, pero solo se fue.
Pasó un momento y me senté al lado de la puerta, vi una bolita negra cerca, miré a mi alrededor y la tomé, era un pequeño micrófono. Iba a destruirlo, pero de repente sentí un fuerte golpe en la pared.
—Chifuyu, ¿Estás bien?
—Sí, solo era una mosca.
¿Era mi imaginación o... este micrófono es de Chifuyu?
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Espero que les haya gustado y le den a la estrellita.
Atte: Hyung☕✨
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ESTÁS LEYENDO
Nunca te olvidaré.
RandomKisaki y Hyung son mejores amigos de la infancia, pero todo aquello se vio afectado porque el amor se interpuso. Aceptando su cruel rechazo, Hyung decidió continuar con su vida, el dolor no le duró mucho ya que pronto conocería a la persona que esta...