Capítulo 14: Virgen al final de cuentas.
-Lo dudo mucho madre, el día que eso suceda... y que no creo que llegue, me haré un tatuaje con el nombre de la cosa que me hizo arrepentirme.-mi madre sonrió.
-Lo estás jurando.-
-Mmm... sí.-
-Muy bien... ¡¡HAROLD, CUANDO TU HIJA REGRESE CON UN TATUAJE NO TE QUEJES!!-
-¿¡UN QUÉ?!-lo escuché enojado.
-Chao.-salí corriendo hacia mi habitación antes de que regresara a estrangularme con las cadenas que usa en la cama con mamá.
Alrededor de dos horas terminé todos los deberes escolares, estaba oscureciendo y yo seguía con la estúpida idea de que mi tío sería libre al fin, lo malo es que no me quiere ver ni en pintura. Mientras guardaba un par de libros mi teléfono comenzó a sonar.-¿Hola?-contesté sin ver el número registrado en la pantalla.
-¿Podemos vernos?-reconocí en dos segundos esa voz, Louis...
-¿Estás urgido?-mi arrojé a la cama imaginándome que él estaría encima de mi acariciando cada parte de mi cuerpo.
-No quiero verte para eso, necesitamos hablar como personas serias y maduras.-solté un sonora carcajada.
-No soy fruta.-
-Me vale si eres una perra con rabia, necesito verte ahora.-bufé.
-¿Dónde?-rodé mis ojos.
-El parque que está en el centro, Gramercy Park, te veo en diez minutos.-
-Ok.-colgué oprimiendo un botón.
Tomé el camino de la ventana como casi todas las noches que quería salir, solo tomé lo necesario por si me llego a perder. Tomé un taxi que me llevaría en cinco minutos al Gramercy Park. Mi madre me contó que es un lugar especial para ella y mi padre, al parecer se conocieron aquí por un accidente casual, que estupidez, conoces al amor de tu vida por un tropiezo. Después de un rato llegué al parque, bajé del taxi pagándole al chofer que tenía cara de pervertido sexual y fui corriendo en busca de Louis.
-Por fin.-dijo cuando llegué en frente de él.
-Si no me quieres para bajarte la calentura, ¿Para qué me quieres?-me crucé de brazos sin entender nada.
-Ven, siéntate.-me tomó de la espalda para dirigirme a una banca que estaba al costado nuestro. -Hablé con tu padre, creo que ya sabes, emm... le dije que terminaría con esta... "relación" hoy mismo, al parecer me quiere demandar por acoso infantil...-alcé una ceja extrañada.
-No soy una niña.-
-Pero eres menor de edad por lo menos en 5 países diferentes, y aquí.-bufé.
-Pensé que no le tenías miedo a mi padre.-dije burlona.
-Cállate.-solté un carcajada.
-Entonces... pronto serás un hombre libre, no entiendo porque terminar con esto.-recargué mi cabeza sobre mi mano que se recargó en el respaldo de la banca.
-Eres menor de edad.-
-Eso no importa, yo te quiero en mi cama.-
-¿Qué parte de "Eres menor de edad", no entiendes?-
-La parte en que no quieres estar conmigo.-
-No entiendes nada.-dijo resignado.
-Louis... tú y yo sabemos que no podemos estar separado mucho tiempo.-me acerqué con una mirada convencedora.
-No quiero ir a prisión.-
-No vas a ir.-
-Allyson... no, ya no quiero nada contigo. Vas a conocer a varios muchachos, vas a tener muchas más noches de pasión con otros... ya no más.-arrugué mis labios de enojo.
-No Louis, no te voy a dejar.-
-Otros te van a dar eso que tanto anhelas que yo te de... y que nunca te di, ni te daré.-dijo burlón.
-No te atrevas a jugar con eso.-lo amenacé.
-Acéptalo Allyson, acepta que nunca te metí mi poderoso amigo ahí abajo y que sigues siendo virgen.-