Capítulo 18: De nuevo la historia.
-No me lo dijeron ellas.-fruncí el ceño. -Al parecer los vieron en el Gramercy Park ayer en la noche, mandaron dos mensajes de texto a sus amigas, ellas le informaron a los de último año, luego le dijeron al personal, y como una persona del personal es amiga mía...-
-¿Todo eso?-amplié los ojos.
-Estoy segura que él ya lo sabe, y si dices que no están saliendo, tendrás que explicar todo para que no agarré odio hacia ti.-suspiré. Independientemente de lo que piensen los demás, me importa el miembro más pequeño del mundo, no estoy para complacer a nada ni a nadie. Pero la opinión de Harry puede ser importante... ¡Puede mal interpretar todo!
-Lo que piense la mitad del mundo, no importa, por el momento tengo clases y no quiero llegar tarde, así que, adiós.-di media vuelta sobre mis talones para alejarme.
Increíble. ¿Han escuchado hablar del mal karma?, estoy comenzando a creer que si existe. Todas mis clases iniciaban con Francés, luego tendría una clase de historia universal, o algo parecido. Caminé a paso veloz y con la cabeza baja, como cuando la prensa suele seguirme en la calle. Al llegar al salón todos me miraron asombrados, las chicas secreteaban entre ellas, los chicos me sonreían, aunque eso ya era común.
-Gran logro para la hija del empresario Styles.-dijo una rubia en voz alta, pero más directamente a mí.
-¿Qué?- di vuelta con una mano en la cadera y viéndola seria esperando a que no me fastidie.
-Salir con uno de los chicos más difíciles de la universidad, estábamos pensando que era gay, hasta hace unas horas atrás.-alcé una ceja.
-¿Salir con quién?, no sé de qué hablas.-me hice la desentendida.
-Harry Mender, creo que es de último año, siempre está estudiando, nunca sale con nadie.-se acercó. -Y creo saber por qué sale con una niña mimada.-dijo en voz baja.
-Según tú, ¿por qué?-entre cerré los ojos a manera de reto.
-Por dinero, y sexo.-Oficialmente estoy ofendida.
-Si lo que estás tratando de decir es que soy una zorra como tú, estás muy equivocada.-su sonrisa desapareció, se acercó mucho más a mí, con el mentón endurecido.
-A mí nadie me dice zorra, y menos la hijita de un empresario corrupto.-Esa fue la gota que derramó el vaso...
-A mi padre nadie lo llama corrupto, perr*-
La tomé del pelo con fuerza, sentía como uno que otro cabello se despedía de la superficie del cráneo. Ella hizo lo mismo, pero con menos fuerza que yo, sólo lograba sentir un pequeño jalón, esta idiota no tiene fuerza. La empujé a la pared más cercana que tenía, en realidad no sabía en qué parte del salón estábamos, lo único que tenía en mente, era romperle la cara a golpes. La azoté contra el muro muchas veces, se podía oír el ruido de su cabeza golpeando la pared, eso era música para mis oídos. Ella intentó patearme el estómago, lo logró, perdí mucha fuerza ya que me sacó todo el aire, aprovechó para cambiar de posición, me golpeó contra la pared sin importar el daño que me iba a causar, admito que me dolió, me dolió más que sus absurdos golpes de niña. Alrededor se encontraban los demás chicos observando la pelea, y no sólo eso, filmando cada cosa con sus teléfonos, esto puede costarme la vida.
-¡Maldita perr* asquerosa!-me gritó.
-¡Cállate, imbécil!-le di un golpe en la cabeza.
Sentí que quitaban a la chica rubia de mí, abrí los ojos, y era el maestro de francés, mi*rda. La chica seguía inquieta, quería seguir golpeándome, yo en cambio, me levanté con la mirada seria.
-No me sorprende señorita Styles.-rodé los ojos. -Vaya inmediatamente a la dirección.-se volteó a ver a la chica. -Usted igual señorita Patric.-la rubia abrió exageradamente la boca para mostrarse ofendida.
-¿Yo?, ¡Pero ella...!-
-sin peros, ahora váyanse.-señaló la puerta.
Ella se fue rabiando a la puerta, con los brazos cruzados. Como no es la primera vez que me pasa algo como esto, prefiera abstenerme a lo que pase. Una sorpresa desagradable corrió por mi estómago, al salir por la puerta, me topé con la mirada del chico que provocó todo esto. Harry estaba serio parado completamente inmóvil. Estoy segura que quiere una explicación, ahora quiere hacerse pasar por mi padre. Oh mierda, mi padre... mamá... ella va a matarme.
La chica y yo inmediatamente fuimos a la dirección para un amistoso encuentro con la ley, entramos sin hacernos esperar, listas para el regaño. Mi madre colgó su teléfono, y por el tono de su voz, creo que estaba hablando con papá. Nos miró a ambas, con cara seria, pero a mí, en el interior quería matarme, lo sé.
-¿Alguna quiere explicarme por qué las dos vienen con moretones, golpes y sangre en toda la cara?-se inclinó hacia nosotras.
-Allyson me atacó brutalmente porque no le daba una silla.-¿Qué?
-¿Eh? Espere, no fue así, ella....-
-Yo sólo trataba de sentarme en un lugar decente para poder prestar atención en clases, y ella me lo negaba.-lloriqueó como bebé. No, puede, ser...