365 Days with you (YAOI)[BakuTodo]

Día 5 - Practicas Inter-Escolares

La primera semana de clases había concluido. Reunidos en la sala común de los dormitorios, todos se hallaban compartiendo sus impresiones sobre sus clases y las practicas con las respectivas agencias a las cuales acudían. Distribuidos, uno de los sillones fue dejado libre para que Bakugo pudiera sentarse junto a Todoroki, si bien el chico de quirk explosivo no era posesivo, todos eran conscientes de lo mucho que apreciaba estar junto al de duales cabellos. Aun si negaba abiertamente su dicha. Siendo tarde y habiendo disfrutado de una deliciosa cena, quien primero mostro indicios de estar agotado fue Todoroki, los pequeños bostezos que ocasionalmente soltaba fueron utilizados por el rubio como excusa para poder retirarse también.

Mientras caminaban hacia el ascensor permanecieron en silencio. Bakugo miraba algo en su teléfono, Todoroki solo aguardaba paciente. Contemplando como se iluminaban los números del elevador, el de duales cabellos sintió su mano ser tomada torpemente, aquello lo tomo por sorpresa, más dejo su mano ser entrelazada sin problemas—. Si estabas cansado debiste decirlo —dijo Bakugo guardando su teléfono para mirar ligeramente a Todoroki.

—Todos se veían entusiasmados por saber sobre mi práctica, no podía decir que no —dibujando una pequeña sonrisa, Todoroki fue el primero en ingresar al elevador seguido por Bakugo que mantenía su mano entrelazada. Sosteniendo una pequeña conversación, justo cuando estaban por llegar al piso del cuarto de Bakugo, este sintió como su mano era soltada, dirigiendo su vista hacia su diestra, contemplo a Todoroki sujetarse levemente la frente. En cuanto las puertas se abrieron, Bakugo volvió a tomar la mano de Todoroki y lo llevo fuera del ascensor—. ¿Por qué me has hecho bajar? —pregunto el de duales cabellos un poco mareado.

—Hoy dormirás en mi habitación.

—Puedo ir a mí...

—¡Cállate! —dijo interrumpiéndolo, pero sin utilizar un tono grosero sino más bien preocupado—. ¡Si digo que te quedas en mi cuarto, es porque te quedaras!

No se dijo nada más. Siendo arrastrado hasta la habitación de Bakugo, Todoroki recibió un pijama para cambiarse mientras Bakugo preparaba todo para que ambos se acostaran. Teniendo lista la cama, busco en el armario un botiquín que todas las habitaciones tenían con algunos medicamentos y utensilios de primeros auxilios—. Ten —dijo entregándole una pastilla para los resfriados—. Mañana tendremos practica con los idiotas del Shiketsu así que debes ir en buenas condiciones.

Que Bakugo hubiera invitado a Todoroki a pasar la noche en su cuarto poseía un motivo, poseyendo un sueño ligero podría tener mayor facilidad para darse cuenta si se presentaba algún malestar en el de duales cabellos, que era un experto en guardarse las cosas por sí mismo y llevar su cuerpo al límite de sus fuerzas. Estando acostados, Bakugo aguardo con paciencia el momento en que Todoroki finalmente se durmiera, cuidadosamente una de sus manos se posó sobre la mejilla contraria acariciándola con gran afecto, como si fuera algo tan frágil que pudiera quebrarse al más mínimo signo de brusquedad. Permaneciendo así, Bakugo fue quedándose poco a poco dormido. Al llegar la mañana, el primero en despertar fue el de ojos carmesí. Todo estaba en completo silencio, lo único audible era la tranquila respiración del chico a su lado, que lucía tan tranquilo como un niño pequeño. Mirando mejor, el contrario en tales momentos realmente parecía un niño, puesto que Todoroki se hallaba dormido con sus brazos extendidos hacia atrás, tras grabar tal imagen en su mente, Bakugo cuidadoso fue poniendo los brazos de Shouto bajo las sabanas, avergonzándose, le dio un beso rápido cerca de los labios y se levantó con sus orejas rojas. Tales gestos seguían haciéndolo ruborizarse de un color más intento que el cabello de Kirishima.