Día 14 - Valoraciones

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Nuevamente había despertado mucho antes de que su alarma pudiera hacer su trabajo. Se sentía ansioso. Escuchar el tranquilo respirar contrario lograba transmitirle tranquilidad, con sumo cuidado acerco más el cuerpo contrario hasta que propia piel pudiera sentir el calor de Todoroki. Un pequeño quejido vino seguido por un suave suspiro. Todoroki continuaba estando rodeado por los brazos del dios Morfeo, inconscientemente una de sus manos se aferraba a las ropas de Bakugo quien ante dicho gesto abrazo el cuerpo contrario para volver a quedarse dormido.

Su mano comenzó a tantear el lado donde debía encontrarse Todoroki. Sus orbes carmesíes se abrieron tan pronto su cerebro fue consciente que el cuerpo que buscaba no estaba. Tan pronto sus demás sentidos reaccionaron, Bakugo pudo escuchar un sonido extraño provenir del baño. Aguardando algunos momentos, fingiendo volver a dormir, escucho sonar la puerta del baño, unos pasos aproximarse y sentir a Todoroki recostarse. Sabiendo que Todoroki poseía un sueño ligeramente pesado, aguardo hasta que hubiera seguridad en que se encontraba dormido para levantarse.

Siendo sigiloso con cada uno de sus pasos, ingreso al cuarto de baño y reviso el anaquel donde Todoroki acostumbraba poner su botiquín médico. Todos los dormitorios poseían un mismo tipo de botiquín con objetos útiles para primeros auxilios, por lo cual ver un pequeño frasco de medicina para el mareo desentonaba pues medicina así solo debía encontrarse en el área común—. Así que desde el inicio tenías intenciones de afrontar esto solo —dejando el botiquín tal cual estaba, Bakugo retorno a la cama y se acomodó junto a Todoroki, acariciándole el rostro, su mente nuevamente era recorrida por aquellas memorias que tanto conseguían abrumarlo—. Te hice una promesa —sosteniendo al contrario en un abrazo, pequeñas lagrimas se deslizaron por sus mejillas—. Prometo que esta vez no estarás solo.

La mañana del domingo lucía tranquila. Era el único día en que los ruidosos estudiantes elegían poder dormir un poco más. Dos orbes carmín se habían abierto hacía pocos segundos, en ellos podía reflejarse una sensación compleja de explicar. Su mano llevaba acariciando la mejilla contraria varios minutos y apenas conseguía mantener sus lágrimas retenidas, aun si sus dedos asimilaban el calor contrario, su mente aún tenía presente el frio tacto del cuerpo que llego a cargar entre sus brazos. Fueron largas noches donde desesperadamente intentaba sobreponerse a una perdida para la cual jamás estuvo ni podría estar preparado.

¿Quién podría estar preparado para perder a la persona que más atesora en el mundo?

Las promesas que alguna vez hizo, los besos que nunca pudo volver a dar, los saludos y las despedidas a regañadientes, el lado que en su cama alguna vez fue ocupado, Bakugo nunca presto atención a tan pequeñas cosas hasta que las perdió. No supo cuan especiales eran hasta que fue consciente del como esos días llenos de alegría se tornaron en grises. Cuando en su vida falto esa persona que con pronunciar su nombre lo hacía sentir satisfecho. Pleno.

Las primeras voces fuera del cuarto hicieron saber que el dormitorio comenzaba a despertar. Sin despegar su mano del rostro contrario, Bakugo siguió presa del momento. Todoroki no daba señales de ir a despertar pronto y eso alegraba al rubio. Deslizando su mano hacía el cuello de Todoroki, Bakugo removió ligeramente algunos cabellos para poder visualizar mejor la zona donde se encontraba una mancha extraña para una piel que por lo general difícilmente obtenía marcas externas a chupetones o pequeñas marcas territoriales. Esa mancha roja lucía tal cual la vio el día anterior.

Avanzada un poco la mañana, ambos se reunieron junto al resto de sus compañeros para el desayuno. Sus domingos no solían ser muy movidos, cada uno solía pasarlos de diferentes maneras, más era costumbre pasarlo todos juntos repartidos en las mesas del comedor. En dicha mañana los encargados de la cocina eran Bakugo y Todoroki, aunque realmente era el primero quien se ocupaba de hacer todo bajo la mirada contraria. Pese a ser una oportunidad para fastidiar a Bakugo, nadie solía hacer el intento, era como si tuvieron consideración por el chico a quien sabían le resultaba difícil y ser honesto con sus propios sentimientos. Por otro lado, Todoroki era el único con la suficiente capacidad para mantener tranquilo a la persona más explosiva de todas.

365 Days with you (YAOI)[BakuTodo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora