365 Days with you (YAOI)[BakuTodo]

Día 6 - Solos tu yo

Su alejamiento poco tardo en ser interrumpido, las molestas voces de Denki y Kaminari sostenían una animada ausente de importancia con Mineta. Las chicas se encontraban en la cocina horneando algunas cosas junto a Sato, mientras el resto se encontraban dándose un baño o lavando ropa. Un viernes típico. Tal ambiente desde el comienzo lo encontró increíblemente irritante, evitar pasar más del tiempo necesario rodeado por tanto idiota se volvió algo habitual, suficiente debería ser tener que soportarlos gran parte del día. Tiempo atrás pensó que Todoroki tampoco disfruta el convivir con otras personas, no solía vérsele buscar compañía o hacer alguna amistad, sin embargo, aquello cambio tras el festival deportivo. Como si en tan solo una noche el frio y distante Todoroki se hubiera desvanecido, dejando en su lugar a un chico abierto e inocente. Dentro de su papel como héroe, nadie dudaría que Todoroki Shouto es uno de los aspirantes a héroe más prodigiosos, cuyas habilidades ya sobresalían desde sus primeras semanas en U.A. siendo solo sus compañeros los únicos en contemplar de cerca la personalidad distraída, torpe e inocente del chico más popular de la escuela.

Dirigiendo una mirada hacía la mesa, Bakugo centro su vista en aquel chico de dual mirar disfrutar su pequeña sesión de estudios junto a sus dos mejores amigos. Fueron apenas un par de segundos cuando tan ameno momento se quebró. Todoroki, tras haber efectuado una expresión extraña, se llevó una de sus manos a la cabeza. Ante ello, Bakugo se levantó y camino hacia él—. Tiempo de irse a dormir —dijo al tiempo que sujetaba la muñeca izquierda de Todoroki.

—Estoy bien, solo me mareé un poco.

—No voy a repetirlo.

Ignorando a Iida y Midoriya, Bakugo tomo los cuadernos y el estuche de lápices, para acto seguido arrastrar a Todoroki hasta el elevador. Durante su trayecto hacia el cuarto de este último ninguno intercambio palabras. Una vez estuvieron en la habitación, Bakugo dejo las cosas sobre el escritorio.

—¿Bakugo, ocurre algo? —para Todoroki el comportamiento de Bakugo lo había tomado desprevenido.

—Termina de copiar los apuntes —bajo la heterocromática mirada contraria, se dirigió hacia el armario en donde Todoroki guardaba su futón, mismo que comenzó a extender—. Tan pronto termines, duérmete. La anciana dijo que debías estar tranquilo.

Esbozando una sonrisa, Todoroki seguía sin lograr evitar encontrar tiernas las formas en como Bakugo expresaba su preocupación, pese a su brusco hablar, sus acciones comúnmente eran mucho más sinceras. Siguiendo con su toma de notas, se apresuró a continuar tomando los apuntes de Iida y Midoriya, anotando solo los puntos más importantes de cada uno. Una vez termino, preparo la mochila que usaría durante su salida con Bakugo, quien ya se encontraba dormido, para después ir hacia el baño a lavarse los dientes. En cierto punto, volvió a tener la impresión de escuchar cristales agrietarse, aquello duro más que la vez anterior, pero tan pronto se detuvo pensó si solo se estaría cansado por el entrenamiento. No queriendo despertar a Bakugo, se limitó a intentar dormir y no darle tanta importancia a una, posible, simple fatiga.

Al llegar la mañana, unas torpes pisadas fueron las responsables de lograr despertarlo, dando una ligera mirada por sobre el edredón, contemplo a Todoroki caminar hacia el baño, esperando, tomo su teléfono, este marcaba las 6, una hora poco habitual para que Todoroki se hubiera levantando. Sin efectuar movimiento alguno, espero a que este retornara. Aquello requirió de varios minutos. Tan pronto lo sintió volver a recostarse, se giró. Con sumo cuidado alzo una de sus manos hasta alcanzar a sentir la venda que cubría la frente de Todoroki. Encontrándose despierto, no encontró fuerzas a volverse a dormir, quedándose observando al contrario hasta que fuera hora de levantarse.

La actividad en los dormitorios de U.A. comenzó cuando las primeras puertas se hicieron escuchar. Todoroki y Bakugo fueron de los primeros en levantarse, no poseían especial prisa por salir, sin embargo, era evidente que nadie estaba acostumbrado a ver a Todoroki despierto tan temprano. Separándose un poco, Bakugo opto por ir a su propio dormitorio para preparar su mochila y tomar algo de ropa. En el elevador se encontraron a Midoriya, así que podía estar seguro que dicho chico podría avisar si notaba algo extraño.