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Dee al verla sentada con una soda, una hamburguesa y papas fritas se sentó frente a ella en la mesa.

—es un poco tarde para comer tan pesado.

La chica se asustó al escucharlo y confundida lo miró.

—¿qué haces aquí?

—¿qué haces tú aquí? —contrapunteo Dee —no es por nada pero es peligroso que una chica esté sola a estas horas, hay violadores y no es muy seguro que estes también en este frío en falda.

—pues, muestra banda se acaba de presentar, son las 4 am, mi padre se va de viaje, así que estoy celebrando comiendo una hamburguesa —dijo la de cabello oscuro —¿y tu qué haces aquí?

—digamos que a veces me escapo por razones personales.

La chica asintió varias veces con la cabeza y extendió su mano.

—Soy Sofía, pero llámame como quieras —la manera en la que lo decía transmitía confianza a Dee, eso es raro.

—soy Dee

—¿Dee?, ¿Como Daniel?...—ella seguirá continuando hablando del integrante de la banda del que le sacaron el nombre.

—no, solo Dee, no Daniel.

—Me gusta tu nombre, es interesante, como tú.

La sonrisita tonta que ella expresaba lo hacía sonreír un poco. Al terminar de comer mientras caminaban dee nunca vio a alguien con tanta energía y que lo entendiera tan bien. Ambos caminaban a casa de la chica ya que Dee decidió acompañarla por su seguridad.

—me gustan tus botas, te ves interesante con ellas —la chica hablaba hasta por los codos, a dee le gustaba escucharla

—creo que están mejores las tuyas —respondió señalando los pies de Sofía que vestían unas botas parecidas a las de dee.

Al llegar a la gran mansión Dee si se impresionó al verla, la siguió hacía su ventana y al estar arriba se impactó al ver su lujosa habitación, dentro de ella encontró un violín y un teclado.

—¿tocas también teclado? —preguntó Dee al verlo y ella lo miró fijamente.

—algo así, siempre practico en la sala junto a padre, pero tengo este para calentar minutos antes.

Dee miraba la habitación, intentaba ocultar un poco sus nervios, nunca había estado solo con alguna chica en su vida. La habitación estaba tensa y en ese momento la chica cerró la puerta con seguro, Dee extrañado la miró caminar hacia él antes de pegar sus labios. Más que un beso fue un choque de labios. Dee extrañado y algo asustado se separó.

—lo siento —la chica empezó a tartamudear.

—¿por qué me acabas de besar? —preguntó Dee mirando a la chica jugar con sus manos nervisoa.

—es que, en la banda el vocalista me dijo que los chicos solo van a casa de las chicas en la noche a una cosa... y yo pensé que venías a eso — se excusó y dee negó con la cabeza tocándose la frente con dos de sus dedos,

—estás en una banda en la que el vocalista lo más probable se muerda de sida, obviamente te dijo eso, yo vine a acompañarte y a asegurarme de que llegaras segura a casa, no vine a acostarme contigo.

Sofía se veía avergonzada, sus mejillas estaban color rojo y eso no lo podía contar como su primer beso ya que fue solo un choque de labios.

—si quieres ya vete a tu casa, solo arruino las cosas.

Su semblante se había vuelto triste y cabizbaja sintió una mano en su hombro.

—está bien, se nota que no tienes las mejores influencias.

La chica sonrió suavemente y lo miró a los ojos, no había notado antes que eran tan azules.

—entonces, ¿ahora somos amigos?— pregunto Sofia boca abajo en su cama mientras Dee miraba sus libros, según él ella tiene buen gusto en la literatura.

—pues si así lo quieres, podemos serlo —Sofía sonrío y miró a dee con esa sonrisa tímida, le gustaba mucho.

Cuando se volvieron las 5 am Dee se fue a su casa, había pasado una excelente noche viendo anime, tratando de entender a la chica porque hablaba muy rápido y escucharla ahora sobre música.

A el día siguiente Dee y su familia fueron a una sala de escape de supuesto terror en el cual Dee y Glam rompieron récord con respecto a hacer menos tiempo. En mitad de la calle se escuchó un pequeño grito de celebración y miró que la chica con la que estuvo la noche anterior junto a una muchacha de uniforme dando saltitos

—¡hicimos nuevo récord! —la chica saltaba hacía eso reír a la muchacha —¡y eso que una familia entró minutos antes nosotras rompimos su récord segundos después de ellos haberlo hecho!

Glam volteo a mirar a la chica y a la muchacha y luego miró a Dee discimuladamente que notaba que la miraba con una pequeña sonrisa de lado, sin embargo simplemente se quedó callado.

Al llegar a su casa miró estaba en su habitación, ya pronto sería lunes y volvería a a ver a Aquella chica qué tal vez era su amiga.

Llámame Noroc (dee y tú)  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora