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Llegó el lunes, eran las 6 am y Sofía practicaba el piano junto a su padre antes de irse.

—lo hiciste bien, pero es simplemente Beethoven, esperaba algo más de ti para ser sincero —Dijo su padre de espaldas a ella —te dije que podías escoger la canción que quisieras para tratar de impresionarme lo suficiente para dejar que comas postre tres días seguidos.

A Sofía el asustaba su padre, de repente podía ser generoso y darle postre, pero luego podía ser un maldito malnacido con problemas mentales que la golpeaba con una regla en sus nudillos.

—¿puedo comer postre? —preguntó tocando sus nudillos algo lastimados. Su padre negó con la cabeza. Y agarró la regla que estaba a un lado del piano.

—las manos —Sofía no entendía porque su padre le pidió que extendiera las manos.

Cerró los ojos espeando el golpe, pero solo escuchó un suspiro de su parte —hace 1 año, un día como hoy tú madre nos abandonó, un auto choco contra el suyo y simplemente murió al instante, ella no estaría feliz de que no te dejara comer postre.

Sofía apretó sus dientes para evitar gritarle, de todas las cosas malas que le hace y obligarla a tocar el piano y obligarla a ser una prodigiosa pianista, esta fue la peor. Apretó sus puños para evitar golpearlo.

—ve a desayunar, y luego ve a la escuela.

Se levantó de su banquete y salió del salón de música. Al bajar a el comedor sus las empleadas de servicio doméstico sirvió su plato y mientras ella desayunaba otra la peinaba.

Al bajar de la limosina Dee volteo a ver a Sofía, tenía un semblante extraño, no se veía expolisva y brillante como la noche en la que dee conoció la segunda vida de ella. Ahora solo vestía una camisa blanca y una falda color negro. Sin nada especial.

—Hola Dee —saludó a los lejos haciendo que heavy abriera la boca, Dee estaba teniendo contacto con una chica.

—¡ay!, ¡no puede ser!, ¡una chica te está hablando!— chillo heavy alado de su hermano haciendo que él lo mirara con algo de nerviosismo.

—ya cállate y lárgate Heavy —murmuro al verla caminar hacia ellos dos. Heavy se quedó ahí no solo para fastidiar a su hermano.

—¡Hola soy Heavy! —exclamó avergonzando a su hermano.

—Hola Heavy, soy Sofía.

Los tres entraron a las instalaciones y Dee iba furioso por el hecho de que sentía que la chica se llevaba mejor con su hermano que con él. Con bastante molestia apretó sus puños. Pero cuando desvió su vista hacia las manos de las chica su molestia se fue y su cara de transformó en una de preocupación al ver las vendas en sus nudillos.

Durante el receso ambos estaban sentandos y mientras Dee leía un libro hablaba con su amiga.

—eres el primer amigo que tengo, durante toda mi infancia fui solitaria y me gusta poder hablar contigo —la voz de Sofía sono bastante suave de repente. Por primera vez en mucho tiempo dee interrumpió su lectura por alguien.

—¿en serio?, eres sociable y tienes un banda, ¿como no tienes mas amigos? ¿Lo de la banda no son tus amigos?

—no lo sé, no es que les guste mucho la idea de que mi padre es uno de los mejores pianistas del país incluso del mundo y les da miedo su temperamento y con respecto a los de la banda, solo somos compañeros, hay veces que me dan un poco de dinero para comprar algunas cosas y demás pero no somos "amigos" —al terminar de explicar dee sintii como ella se energizaba de repente —el viernes y sábado voy a tocar en el mismo club, ¿quieres venir? Me encantaría que vinieras

Dee sonrió cerrando su libro porque sonó la campana y se levantó del banco en el que ambos estaban sentados.

—claro, me encantaría asistir el viernes a tú presentación.

Esa tarde Sofía practicaba en el piano, empezaba a tener interés por un chico y estaba algo desconcertada por eso además de que tenía el periodo. Si dee y ella empezaban a salir eso quería decir que harían lo que los novios hacen cuando se aman.

Sofía pensó en un plan rápido, necesitaba ir a el ginecólogo para que le recetara pastillas o algo. Así que aplicó la de siempre en un descuido de su padre con un paso apresurado metió dos dedos hasta el fondo de su garganta vomitando a un lado del piano.

Su padre al notar como la chica vomitaba rodó los ojos y con dos chasquidos llegaron varias mucamas, unas con distintos tipos de limpiadores dispuestos a limpiar el desastre y otras con un balde mientras le agarraban el cabello, los vomitos durante el periodo eran manejables si no se los provocaba.

—¿cuantos días llevas vomitando? —preguntó su padre.

—desde el inicio de ciclo menstrual —respondió alejando la cubeta.

—bien, prepárate para que una de las mucamas te lleve a el ginecólogo.

De camino a el ginecólogo en la limosina Sofía masajeaba su vientre adolorido.

Al estar en consulta el doctor le recomendó los parches anticonceptivos, le explico cómo usarlos y que era muy eficiente. Eso si el doctor le receto unos placebos ya que entendió la situación de la chica y le pareció bien que si quisiera cuidar.

Los días pasaron, Dee se preocupaba más por el estado de Sofía ya que notaba cada vez más moretones en sus manos, brazos y a veces veía algunos cuando se levantaba su falda por error.

El jueves dee se encontraba en su habitación con su computadora buscando "signos de abusos en adolescentes", al empezar a investigar se escuchó como la puerta se abría y vio que había entrado heavy así que cerró la pestaña lo antes posible a lo que heavy  empezó a gritar bastante burlón —¡estabas mirando porno!, ¡estabas mirando porno! —Glam subió a su habitación y miró a Dee tratando de callar a su hermano bastante molesto.

—creo que Dee y yo tendremos una conversación bastante seria en este momento —dee froto su sien al ver a Heavy irse burlón de su habitación.

—papá no estaba mirando ese contenido en internet, solo es que Heavy complica las cosas.

—¿entonces que veías?

Dee suspiró viendo que la puerta estuviera cerrada y abrió su ordenador nuevamente en la búsqueda que tenía.

—tengo una amiga y siempre veo moretones y golpes, principalmente en sus manos y no se que le están haciendo en su casa como para que siempre tenga sus nudillos vendados.

—creo que no deberías meterte en eso, pero si tanto te preocupa háblalo con ella, tal vez solo estas confundido y no está pasando nada con ella.

—creo que es su padre, es uno de los mejores pianistas del país y creo que le exige que sea igual a el.

La mirada de Glam cambió y frunció el ceño. Algo estaba mal.

—aléjate de ella, no investigues ni la intentes ayudar, no quiero que luego te arrepientas luego.

Dee miró a su padre el cual estaba teniendo una actitud extraña, no le agradaba del todo lo que estaba pasando.

—es mi amiga, tengo que ayudarla.

—tus sentimientos están interviniendo entre el hecho de que quieras ayudarla porque es tu amiga o porque te gusta.

Las mejillas de Dee se sonrojaron cuando su padre dijo eso, algo le estaba pasando y se sentía nuevo para el.

Llámame Noroc (dee y tú)  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora