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Hoseok ya no podía tolerar ver lo mucho que su padre torturaba a aquél pobre hombre, no sabía exactamente cual era la edad del vampiro, pero no parecía tener mas de veintitrés años, pensar que alguien tan joven estuviera pasando hambre y fuera maltratado de aquella forma le daba escalofríos.

Por eso esta noche se había levantado a hurtadillas de su cama y había tomado las llaves que se guardaban en la mesa de noche de su padre, por eso salió de casa y fue hacia aquél oscuro lugar donde se encontraba atrapado Yoongi, asegurandose de estar siempre oculto de los alfas que vigilaban los límites del pueblo a la noche, por eso se escabulló dentro del edificio y fue directo a la celda del vampiro.

Todo el lugar se encontraba tan oscuro que ni siquiera sabía si era la celda correcta, pues lo único que podía ver dentro de esta era oscuridad.

--¿Yoongi?..

Preguntó en un dudoso murmullo, hubo un corto silencio antes de recibir una respuesta.

--Hoseok~ ¿Eres tu quien me ha traído alimento?

Lo escuchó preguntar, la forma en que lo llamó por su nombre lo hizo temblar, pero no por temor, como todos en el pueblo apenas lo vieron llegar, sinó que fue por un sentimiento distinto, algo que lo hacía sentirse cálido por dentro, porque lo llamó de una forma en que nadie antes lo había llamado, con tanta dulzura y cariño.. lo dejó embobado.

--Sí.. sí, fui yo.

--Gracias..~

Lo escuchó responder, su corazón dio un brinco en su pecho, supo que el vampiro no era malo como su padre quería hacerlo creer, supo que no buscaba hacerle daño a nadie, si así lo hubiera querido podría haber matado al cachorro que su padre llevó a la fuerza a su celda, sin darse cuenta la llave ya estaba girando en la cerradura, reaccionó cuando escuchó un 'click' y la puerta se abrió.

--Te sacaré de aquí.

Le dijo al vampiro a la vez que entraba a su celda, caminó prácticamente a ciegas, con una mano extendida frente a él, su mano llegó a tocar el rostro del vampiro, quedó maravillado al sentir su fría y tersa piel, era como tocar mármol pulido, le fue imposible no acariciar aquel rostro.

Escuchó el sonido de las cadenas y pudo sentir las frías mano del vampiro tomándolo por la cintura con tal delicadeza.. "Como si yo estuviera hecho de cristal" pensó Hoseok, dejó que las manos del contrario lo llevaran mas cerca y lo pusieran de rodillas, ahora ambos estaban frente a frente, Hoseok lo supo pues podía sentir el aliento del vampiro chocando contra su rostro

A través de la oscuridad pudo vislumbrar sus delicadas facciones, sus pálidas mejillas, su mandíbula marcada, su adorable nariz de botón, sus oscuros ojos gatunos y sus labios pomposos, se detuvo en estos últimos cuando el mayor los humedeció con su lengua para, posteriormente, morderlos con sus afilados colmillos.

--Eres hermoso..~

Escuchó murmurar al vampiro, a este punto la mente de Hoseok era brumosa, estaba perdido en una nube de pensamientos, todos ellos apuntando al vampiro, a su voz, sus labios, su rostro, su piel, otra vez sus labios, su cabello sedoso, sus labios, aquellos labios pomposos, algo dentro suyo quería besarlos.

En algún momento se había acercado aún mas al rostro del vampiro, pero no estaba asustado, estaba demasiado ido en su línea de pensamientos para ser consciente de ello, cerró sus ojos y se dejó llevar por aquello que deseaba, juntó sus labios con los contrarios, eran suaves y dulces, tan fríos como lo eran sus manos, manos que en algún momento habían entrado bajo su playera, manos que acariciaban su abdomen haciendo temblar todo su cuerpo.

Pero su atención volvió a los labios de Yoongi cuando él comenzó a moverlos de forma experimentada, algo bruzca y dura, como si quisiera devorarlo, pero a su vez con delicadeza y ternura, como si se tratara de alguien a quien amaba, y Hoseok se sintió derretir bajo estas sensaciones, intentando seguir el ritmo al beso pero sin lograr conseguirlo, sintió aquellas manos deslizarse bajo sus pantalones y entonces todo se tornó blanco en su mente.

Al abrir sus ojos se descrubrió en su cama, dentro de las cuatro paredes de su habitación, con un problema bajo sus pantalones, se levantó apresuradamente de la cama y fue a ver el cuarto de su padre, las llaves aún estaban guardadas en su mesa de noche, Hoseok no supo si aquello fue un sueño o si en realidad pasó, pues aún seguía siendo de noche, muy avergonzado se resignó a pensar que fue solo un sueño, y fue al baño a ducharse para arreglar aquel problema en sus pantalones.

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Double TroubleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora