Capítulo 16: Nina

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Me asomé lentamente a la sala y vi a Nina sentada en uno de los sillones jugando con su ¿cuchillo? En fin, asesinos. Al verme sonrió y se levantó de inmediato.

—¡Tn! — exclamó, me acerqué lentamente.

—Hola...— dije timidamente moviendo mi mano de un lado a otro. —¿Qué te trae por aquí?

—Ah si, salgamos al bosque un rato—. La miré confundida y luego posé mi mirada en Toby que se encontraba apoyado en la pared cerca de la ventana.

—¿Acaso puedo salir?— Pregunté casi en un susurro. Él me miró sin expresión alguna, suspiró y dijo.

—Solo una hora.

Me sorprendí ante eso, ¿por qué me dejaría salir? ¿Acaso eso no va en contra de las reglas? ¿Nina tiene algo que ver con esto?

—Quedas a cargo Nina. Pero te advierto, Tn, si intentas escapar la pagarás muy caro—. Hubo un silencio —Bien, váyanse... antes de que cambie de opinión.

Miré a Nina quién ya estaba abriendo la puerta y luego a Toby que miraba al suelo seriamente. Esto es raro, no lo sé.
Caminé hasta la puerta, pareciera que estaba soñando. Bueno en realidad todo esto parece un mal sueño, una pesadilla de la que quiero si o si despertar pronto.

Tomé una bocanada de aire al estar afuera, era frío, húmedo y siniestro, pero me gustaba.

—¿A dónde iremos?— pregunté mientras dábamos pasos alejándonos de la cabaña.

—Un lugar— genia.

—¿Y a Toby...?¿como hiciste para convencerlo?— ella me miró.

—Oh, no no no, yo no hice nada—. La miré confundida. —Él fue quién me pidió que te llevara a cierto lugar.

—Entiendo...

—¿Confías en mí?

Sinceramente no sé. Todo se ha vuelto tan confuso.

Un día la gente es de una forma y al otro se comporta de otra manera.
Caminamos por media hora masomenos, y sinceramente estaba perdida, yo no sé como hacía Nina para ubicarse ya que caminaba con tanta seguridad como si conociera el bosque de punta a punta.

—¿Hace mucho que rondeas por este bosque?— pregunté.

—Masomenos, pero si lo preguntas por el hecho de que parece que lo conozco pues no—. Me miró —Hay lugares donde habitan criaturas realmente fuertes, difíciles de vencer por lo tanto el bosque está dividido en sectores para una mejor ubicación.

A lo lejos se asomaba una casa la cual a medida que nos acercábamos pude notar que era la mía. Miré inmediatamente a Nina.

—Tn, sabemos todo de ti—. Su semblante era serio, como de película. Quería reir pero no era el momento. Giré hacia la casa, no estabamos muy cerca, solo lo suficiente como para divisarla.

—Ustedes...— ¿que iba a preguntar? Hay tantas preguntas en mi cabeza. ¿Mis padres seguirán ahí? Parece tan vacía, solitaria.

Nina soltó una risa y yo la miré aún más confundida. Los The Killer's son raros, se ríen escandalosamente y en momentos no apropiados.

—No, o bueno sí—, hizo expresiones como pensando. —No sé la verdad, ibas directo a ser un experimento pero te escapaste y ahora no estoy segura de tu destino.

¿Un experimento? ¿Mi destino? Miré hacia el bosque,  no hay nadie más. Mi casa está allí, a unos pasos, si corro llegaré. Podré ser libre... al fin.

Miré a Nina de nuevo, ella lucía tan tranquila que me hizo dudar un poco de mi plan. ¿Y por qué me traerían aquí? ¿Para que me despida de mi casa? ¿De mis padres? Esto es realmente extraño, aunque bueno ¿cuando dejó de serlo?

—Vamonos de aquí—. Dije.

—¿Qué?

Sí, hasta yo me sorprendí que aquellas palabras salieran de mi boca, pero como dijo Nina, yo era un experimento ¿Quién dijo que no lo seguía siendo? Hay algo raro en esa casa y no voy a ir directo a la boca del lobo. Incluso si estoy a un paso de lo que podría ser mi libertad, pero así como lo pienso: "podría".

Empezamos a caminar en dirección contraria a mi antigua casa. Sí, me sentía rara, y ya no sé como escapar. Siento que ellos tienen todo tipo de planes para que yo no pudiese salir de este bosque.

—Espera.

La voz de Nina me sacó de mis pensamientos. La miré y ella estaba observando a todo su alrededor buscando algo.

—¿Qué pasa?— pregunté pero ella al instante me calló con un shh.

De repente, de entre unos arbustos, salieron unas personas, o mejor dicho locos psicópatas vestidos medianamente raros.

Uno con una máscara blanca y una ronrisa roja, traía un atuendo de una sola pieza de color azul con una carita sonriente amarilla.

Mientras que el otro pareciera ser un tipo de ente, su piel era completamente negra, traía ojos brillantes dorados y de entre sus dedos salían lazos del mismo color.

El miedo recorrió mi cuerpo. Sentí cada nervio, a la vez pensé que iba a desmayarme. Mi cuerpo empezó a temblar inconscientemente y no supe que hacer.

Nina me habló hasta que logró sacarme de aquel trance.

—Corre.

—¿Quienes son?— pregunté pero de inmediatamente me empezó a empujar sin quitarle la vista de encima.

—Bloody Painter y The Puppeteer.

—¿Qué?

—¡Tú solo corre!— Empecé a caminar sin dejar de mirar aquella escena. —No te detengas, sigue derecho y encontrarás la cabaña, no me esperes.

—Pero nina...

—Estaré bien, no te preocupes.— me miró unos segundos antes de empezar a atacarlos.

Y yo... pues yo solo corrí.

Como un cobarde.

La cobarde que siempre fui.

Maldito Estocolmo - Ticci TobyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora