Básicamente contiene One Shots de varios personajes de anime.
Los personajes les corresponden a los siguientes mangakas: Koyoharu Gotōge, Hajime Isayama, Ken Wakui, Haruichi Furudate y Gege Akutami.
— No se puede hablar contigo, siempre dices lo mismo, estoy harta — Aquellas palabras salieron como cuchillos, haciendo que Manjiro me mirara con cierta fijeza que a muchos les daba miedo —. Pero bueno, es pedirle peras al olmo.
— ¿Ya terminaste? — Aquel se voltea para servirse un vaso con agua —. Yo también estoy harto de escucharte hablar sobre lo mismo, ¿Acaso no te das cuenta de que no me importa?
— Debiste decirme antes — Medité la estupidez de mis palabras al querer entrar en razón con él —. Bueno, asunto cerrado, nos vemos mañana.
— Tienes que quedarte — Su orden fue palpable.
— Nos vemos más tarde — Tomé mi bolso y salí de ahí ignorando la fuerte mirada de Sano.
Al cerrar la puerta pude divisar la gran mesa que sería ocupada para hablar temas de negocios, mismos de los que debería estar enterada. Aquel mueble bien decorado llamaba mucho mi atención, así que me quedé pensando lo suficiente y mis ganas de joder a Mikey eran grandes.
Así que dejé mis cosas escondidas y me metí debajo de la mesa, aquello me recordó mi infancia, cuando mis hermanos, primos y yo nos escondíamos por toda la casa, siendo esta nuestra primera opción, provocando que peleáramos y nos encontrasen por el mismo ruido que hacíamos.
Pensando en eso quedé debajo, la alfombra me hizo justicia al sentirla demasiado cómoda y mi espalda se recargó en el soporte de la mesa... Suspiré profundamente y solo esperé a que Manjiro llegara, ya que todos solían ser demasiado puntuales con este tipo de reuniones.
Le bajé el brillo a mi móvil y me dediqué a mensajear con mi amiga en lo que daban las ocho, no faltaba mucho, máximo unos dos minutos... Hasta que observé la característica vestimenta de mi supuesta pareja, el camino primero y atrás venían los demás.
Me cercioré de que no fuese vista, y así fue... Pronto observé como arrastraron las sillas para sentarse y acomodarse.
— No hay que bajar la guardia, esos imbéciles creen que pueden darnos miedo.
— Cállate, Sanzu — Habló Ran quien siempre estaba con su hermano —. Deja de predisponerte.
— Ahí vienen — Comentó Manjiro, haciendo que todos se pusieran de pie para recibir a los otros.
Las buenas noches fueron escuchadas en unísono, así como las palmadas de sus manos al estrecharse con cierta fuerza... Ahora aunque quisiera salir de ahí no podría, así que mejor me enfoco en escucharlos, y conocerlos mediante aquellas voces demandantes, mismas que reflejan miedo puro... Me gustaría ver sus ademanes y facciones, para descifrar realmente que tipo de personas son; mi mente imagina muchos rostros y vestimentas, pero sólo eso.
