Eʟ ᴅɪᴀʀɪᴏ ᴅᴇ Jᴇɴɴɪᴇ (Bestial)

𝟷 𝑑𝑒 𝐸𝑛𝑒𝑟𝑜, 𝑚𝑎́𝑠 𝑡𝑎𝑟𝑑𝑒

Me he ido. Salí en el primer autobús. Estoy allí ahora. Ni siquiera vi a Pranpriya antes de irme. Dijo que si ella venía a despedirse, tal vez no podría dejarme ir. Ella no podría soportarlo.

Creo que entendí eso en el momento. Pero ahora, a la luz del día, me dirigía de nuevo a una ciudad que nunca había estado antes, pero que había estado dispuesta, por un momento, a dejarla para siempre, me hacía sentir triste y solitaria. Siempre tengo que manejar las cosas sola.

He estado mirando por la ventana durante aproximadamente una hora. Me pongo a ver la luz del día reflejada en las montañas, y el río Hudson, brillando en el sol de la mañana. Pero las montañas se ven frías y lúgubres, y el sol en el río hace que duelan mis ojos y hace que se me llenen las lágrimas. Me pregunto si alguna vez veré a Pranpriya de nuevo. La semana pasada, los últimos cinco meses, parecen como una clase de sueño, uno de los que me están arrancando dolorosamente para que despierte.

Veo pasar a unos muchachos, uno tirando de otro en un trineo, y recuerdo cómo, tan solo ayer, era yo. Ahora todo se ha ido. En cierto modo, odio a Pranpriya por sacarme de mi vida, por hacerme pensar que todo podría ser diferente... y la odio por haberme enviado de vuelta también. Tal vez si hubiera dicho "no te vayas", habría tenido la excusa que necesitaba para quedarme. Pero sé que eso está mal. Tenía que irme. Era buena por dejarme ir. Ella siempre era buena conmigo.