𝟸𝟹 𝑑𝑒 𝑀𝑎𝑦𝑜

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Nunca duermo en la escuela. Simplemente lo hago. Pero hoy, solo estoy demasiado cansada, demasiado fatigada, que de hecho me quedé dormida en mi escritorio en la clase de inglés.

Fue entonces cuando tuve el sueño más raro, la clase de sueño que normalmente tenía cuando vivía con Pranpriya.

El entorno de mi sueño era como La Persistencia de un Recuerdo, pintado por Salvador Dalí, el de los relojes derretidos. Había relojes en todas partes. Más que eso, todo en la habitación estaba derritiéndose, los escritorios, la puerta del salón de clases, incluso la pizarra. La habitación estaba vacía, como si mis compañeros más inteligentes ya hubieran evacuado. Comencé a salir también, cuidadosa de no tocar los escritorios que eran como lava.

Fue entonces cuando la vi. Kendra. Estaba vestida con una chaqueta roja y pantalones grises, como el Conejo Blanco en la película de Disney Alicia en el País de las Maravillas. Sostenía un gigante reloj en el bolsillo. Ella cantó:

¡𝑬𝒔𝒕𝒂́𝒔 𝒓𝒆𝒕𝒓𝒂𝒔𝒂𝒅𝒂!
¡𝑬𝒔𝒕𝒂́𝒔 𝒓𝒆𝒕𝒓𝒂𝒔𝒂𝒅𝒂!
¡𝒀 𝒔𝒊 𝒉𝒂𝒚 𝒂𝒍𝒈𝒐 𝒒𝒖𝒆 𝒐𝒅𝒊𝒐, 𝒔𝒐𝒏 𝒍𝒂𝒔 𝒄𝒉𝒊𝒄𝒂𝒔 𝒒𝒖𝒆 𝒅𝒊𝒄𝒆𝒏 𝒆𝒔𝒕𝒂𝒓 𝒆𝒏𝒂𝒎𝒐𝒓𝒂𝒅𝒂𝒔 𝒑𝒆𝒓𝒐 𝒏𝒐 𝒍𝒐 𝒅𝒆𝒎𝒖𝒆𝒔𝒕𝒓𝒂𝒏!

-

¿Qué? -le dije a Kendra/Conejo-. ¿No lo demuestran? ¡Busqué en toda la ciudad por ella!

-No buscaste lo suficiente. O el tiempo suficiente. Y, además, ella aún no estaba en el país la mayor parte del tiempo que estuviste buscando en la ciudad. Y ahora... -Cantó de nuevo-. Estás retrasada, estás retrasada, estás retrasada, estás retrasada, estás retrasada, estás retrasada, estás...

-¡Lo entiendo! ¿Es posible que puedas darme cualquier información útil en estos sueños?

-El tiempo está acabándose.

-Lo sé. Mi vida se está desmoronando.

Ella sacudió la cabeza. Me dí cuenta que sus largas orejas hicieron un débil sonido cuando lo hizo, como un conejo real.

-No, no para ti, chica tonta. El tiempo está acabándose para ella.

-¿Qué quieres decir, para ella?

Kendra suspiró y agitó su brazo. De repente, se transformó en el conejo blanco de aspecto más espeluznante de Alicia de Tim Burton. Fui consciente de los relojes de nuevo. Parecían estar derritiéndose más rápido, corriendo, deslizándose fuera de los muebles y sobre el piso.

Ella comenzó a cantar de nuevo, una extraña melodía que no reconocí.

𝒀𝒐 𝒕𝒆 𝒑𝒖𝒔𝒆 𝒆𝒏 𝒆𝒔𝒕𝒂 𝒆𝒔𝒄𝒆𝒏𝒂 𝒑𝒐𝒓 𝑫𝒂𝒍𝒊́,
𝒑𝒂𝒓𝒂 𝒉𝒂𝒄𝒆𝒓𝒕𝒆 𝒔𝒂𝒃𝒆𝒓 𝒒𝒖𝒆 𝒔𝒆𝒓𝒊́𝒂 𝒖𝒏𝒂 𝒍𝒐𝒄𝒖𝒓𝒂,
𝒆𝒔𝒑𝒆𝒓𝒂𝒓 𝒅𝒆𝒎𝒂𝒔𝒊𝒂𝒅𝒐, 𝒂𝒔𝒊́ 𝒒𝒖𝒆 𝒏𝒐 𝒕𝒆 𝒅𝒆𝒎𝒐𝒓𝒆𝒔.
𝑷𝒂𝒓𝒂 𝒆𝒏𝒄𝒐𝒏𝒕𝒓𝒂𝒓𝒍𝒂, 𝒅𝒆𝒃𝒆𝒔 𝒊𝒓 𝒉𝒐𝒚.

-He ido cada día. -Un reloj se deslizó por el escritorio en frente de mí y hacia mi pie.

-Pero no al lugar correcto. O más bien, estabas en el lugar correcto, pero en el momento incorrecto. -Cerró su reloj de bolsillo-. Y el tiempo es la esencia.

Salté para evitar el reloj deslizándose sobre el piso.

-¿Estás diciendo que regrese a alguna parte donde he buscado antes?

-Dah.

-Pero, ¿Dónde?

Ella comprobó su reloj.

-Ya he dicho demasiado.

-No has dicho nada.

-¡Se me hace tarde! -su voz parecía pequeña y muy lejana-. ¡Estoy retrasada! -más pequeña todavía.

-¡Espera! -Grité.

Fue entonces cuando noté a todos mis compañeros de clase mirándome como si estuviera loca. Tal vez lo estaba.

Sin embargo, sé lo que tengo que hacer. Buscarla. Tan pronto como salga de la escuela, iré. Iré a todos lados donde he estado antes, y la encontraré.

Hoy mismo.

Eʟ ᴅɪᴀʀɪᴏ ᴅᴇ Jᴇɴɴɪᴇ (Bestial)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora