18. Problemas.

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-DAZAI MALDITO HIJO DE PUTA TE VOY A ENCONTRAR Y TE DEJARE SIN NINGUNA OPORTUNIDAD DE EMBARAZAR A NADIE MÁS -se escuchó el grito en toda la agencia y el castaño solo podía estar desesperado.

El castaño no sabía si colgar el teléfono, lo pensó un par de veces, pero sabía que de hacerlo Chuuya encontraría la manera de dejarlo sin habilidad y destrozaría de mil maneras posibles su cuerpo usando la gravedad... así que no, Atsushi estaba a su lado y toco suavemente su hombro llamándole la atención y le pidió el teléfono, el castaño lo miro con ilusión e hizo caso.

-Chuuya-san soy Atsushi, le quite el teléfono a Dazai-san.

El menor suspiro divertido al escuchar al pelirrojo comenzó a hablar con él, al final se despidió y le regreso el celular al castaño sin dejar de arrullar a Maiko que estaba en sus piernas.

-A-Atsushi-kun gracias -hablo el mayor tirándose al escritorio.

- ¿Ahora por qué cree que le fue infiel Dazai-san? -pregunto el chico a lo que el mayor se levantó fatigado, en la agencia sólo podían reírse de su aspecto demacrado, no se imaginaban cuando acabaran esos meses.

-No hice absolutamente nada, ¡esta vez es cierto! Llego la cartera en la mañana y simplemente le dije "gracias, buen día" pero no... ahora cree que tengo una aventura con la cartera.

Maiko soltó una carcajada como si hubiera entendido y el mayor la vio entrecerrando los ojos.

-Eso es cruel Maiko-chan.

La pequeña sonrió, y estiro su brazos hacia el castaño, el albino le hizo una seña negativa, pues la pequeña sabia con quién ir cuando quería algo y ambos padres trataban de quitarle esa maña el castaño lo vio y este también sus brazos ignorando lo que había pedido el joven que sólo soltó un suspiro.

-Paseo -pidió la pequeña que tenía ya un año y medo, hablaba mucho, aunque aún había veces que hablaba durante prácticamente horas y no se le entendía ni una palaba, sospechaban que lo hacía a propósito, Ranpo y Yosano habían llegado a la conclusión de que era demasiado inteligente... con énfasis en demasiado, y aprendía sumamente rápido.

- ¿Mi pequeña sobrinita quiere ir a un paseo? Pues iremos a un paseo -sentencio el castaño.

-Dazai-san -le llamo el albino viéndolo algo mal.

-Tengo derecho, es bueno que tome el sol que camine déjanos -hablo el mayor enseñándole la lengua al albino gesto que Maiko replico.

-Oigan no hagan eso, Dazai-san, no es hora de un paseo -le regaño el albino.

- ¡Ven con nosotros! -grito la menor y el albino suspiro exasperado, una parte de él le pedía que Maiko no se acercara más a Dazai... a veces estaba siendo demasiado manipuladora.

Fukusawa llego interviniendo al ver el puchero de Dazai y Maiko, Kunikida solo suspiro exasperado.

La pequeña sonrió al ver a Fukusawa y saltaba levemente en los brazos del castaño.

- ¡Paseo, paseo! -dijo a lo que el peliblanco sonrió.

- ¿Por qué no van Atsushi? No hay trabajo el día de hoy -le dijo el mayor a lo que el albino azoto su cabeza contra el escritorio.

-Vamos a maleducarla -susurro antes de levantarse y prender su teléfono, Akutagawa tenía día libre en la mafia, pero ese día Atsushi tenía la responsabilidad de cuidar a la pequeña, aunque el azabache había insistido en que podía hacerlo en casa el albino le pidió que aceptara que se le llevara, ya que también merecía tener sus días libres de todo.

Pero claro que no, ya tenía mil mensajes del azabache así que aprovecho para decirle del paseo.

Finalmente suspiro y se levantó, sus problemas respiratorias habían disminuido, pero por un tiempo que tuvo que estar en la oficina a diario y Akutagawa se había quedado en casa con la bebé, se dieron cuenta de que en realidad solo era por ella... aún no se curaba del todo, Yosano les explico que entre la bebé y Akutagawa irían restableciendo muy poco a poco al albino así que ahora no se separaban mucho.

Corazones comprometidos AtsuAku M-pregDonde viven las historias. Descúbrelo ahora